- Bueno, ¿Qué quieres que te diga? - me pregunto Edward.
- Pues lo que quieras, aprovechemos la hora, cuentame sobre ti, ¿Porqué fue que dicen que acaban de regresar?
- Lo que pasa, es que hace unos meses, mis padres tuvieron que mudarse por motivos de trabajo, entonces, aunque 2 de mis hermanos ese año salían de esta escuela y ya tenían la mayoría de edad, no se atrevieron a dejarnos solos, solo esperamos a que ellos terminarán su año y nos fuimos.
- Oh ya entiendo, entonces, ¿Tú tendrás que pasar 2 años aquí todavía?
- En realidad no, porque curse con mis otros 2 hermanos el año que técnicamente ibamos a perder, en otra escuela y nos lo validaron aquí, bueno mi padre fue el que lo realizó.
- ¿En qué trabajan tus papás? Claro si puedo saber - La historia de Edward, realmente me atraía.
- Mi padre es doctor y mi madre se encarga de todos nosotros - soltó un risa que me llevó a las nubes y la grabé en mi memoria - Bueno, ahora cuentame de ti.
En ese momento, mi celular vibró y era un mensaje de Jacob, lo cual provocó que me enojara, dije "Agh...Jacob deja de fastidiar", cosa que no paso desapercibida para Edward, que me preguntó:
- ¿Qué ocurre?
- Es un antiguo amigo, que no deja de molestarme, Edward... necesito desahogar este tema, ¿Puedo confiar en ti?
- Bella, aunque apenas nos conocemos, puedes confiar en mi y siempre tendrás mi apoyo - dijo acariciando una de mis manos y luego la alejo.
- Gracias Edward, mira lo que pasa, es que Jacob es un viejo amigo de la infancia, pero siempre estuvo enamorado de mi, esta haciendo hasta lo imposible, porque este con él, ni siquiera me deja tener amigos, para mi esto ya es obsesión y hoy en la mañana me dejo algo en mi casa, donde me decía que intentó por las buenas y que ahora lo conocere por las malas, pero es que yo no siento nada por Jacob, siempre lo he visto como mi amigo, luego a veces me cita en su casa, me arma dramas de porque estoy con otras personas y no con él y prácticamente quiere que este sola.
- No puede controlarte de esa manera, tu ya le aclaraste que solo quieres su amistad, si él no lo entiende es su problema, pero tu trata de tranquilizarte, que no hará nada, te doy mi palabra.
- Gracias Edward, no tengo como agradecerte todo, por escucharme, por brindarme tu ayuda, de verdad gracias - me acerque a él y lo abracé.
- Bella, no te preocupes, te repito: Te doy mi palabra de que él no te hará ningún daño, yo te protegeré, suena ilógico, pero te protegeré Bella, no importa lo que a mi me pase, solo quiero verte tranquila y feliz - me dijo mientras seguíamos abrazados y comenzó a acariciar mi cabello.
- Edward, de verdad no tengo palabras para agradecerte todo lo que haces por mi, gracias de verdad - lo abracé con más fuerza y me enderece para verlo.
Nos quedamos viendo unos instantes, teníamos nuestros rostros tan cerca que estuvimos a punto de besarnos, pero en eso sono la campana, anunciando el fin de nuestra hora libre.
- Debemos irnos a clase - me dijo Edward, parándose de un salto y ayudándome.
- Gracias - le sonreí.
Las clases faltantes concluyeron sin alguna novedad. Llegó la hora de la salida y Edward se ofreció a acompañarme a mi casa, lo cual acepté inmediatamente... ¿Como podía negarme a que me acompañara?
Si gracias a él, me estaba sintiendo viva y llena de alegría, sin saber porque, el estar con Edward hacía que el vacío que cargaba en mi conciencia desde hace un buen tiempo, se cerrará permanentemente, estaba deseando con todas mis fuerzas, que esto fuera para siempre.
No quería perder a Edward, aunque apenas lo conozco, se había convertido en alguien importante en mi vida, no quería que se alejara, me estaba demostrando que era una persona confiable y con la que siempre podré contar, era un verdadero amigo y no como creía a Jacob...
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