Me quede mirando como una tonta por un largo rato la pequeña cabaña de madera campestre, desde lejos se podia sentir un aire hogareño y a la vez, diferente.

-Bienvenida a casa, mi Bella-susurró Edward apoyando su cabeza en mi hombro. Desde ahí, podia percibir su respiración que me dejaba con la mente en blanco.

-en todo caso, señor Cullen, es usted el propietario de esta mansión-recrimine simpatica

-pero pronto seras…

-¿Edward?

-nada nada

Lo mire, esperando a que termine esa frase que me lleno de intriga, ya me estaba desesperando que sea tan misterioso.

-esta bien, ganaste Bella Swan.

-sigo esperando, Edward.

-no te enojes-suavizo las lineas que se habian formado en mi frente.

Quiso darme un beso, se aproximo a mi cara, tomandola entre sus manos como si fuera algo a romperse por el extremo cuidado, pero hice algo que lo sorprendio. Funcionaba.

Me dolio hacerlo, pero por la curiosidad de ver como reaccionaba, di un paso hacia atrás, apartandome de su abrazo.

Puso una cara de susto, pero luego comenzo a reirse.

-asi va la cosa, ya veo

-Edward…

-pronto tendremos nuestra propia cabaña

Edward me estaba tomando el pelo ya, pero se veia tan bonito al hablarme de ese modo, sus ojos adquirian un nuevo color de la vida.

-mi casa eres tu, y lo sabes

-me referia a un lugar mi Bella, pero en ese sentido… tu tambien eres mi refugio

Creo que en ese momento, al confesarme todo su amor, mas del que creia que alguien podia sentir por mi, en mi rostro se formo una gran sonrisa, y mis ojos derramaban lagrimas de felicidad, yo no era de llorar.

-amor, ¿que pasa?

-es que Edward, siento que algun dia te daras cuenta de que no soy lo suficiente para ti, cuando habras tus hermosos ojos de angel, me veras, y te iras y yo…

-ya no, Isabella Swan, por favor, nunca…

-pero…

No pude terminar de decir nada, Edward me rodeo con sus brazos con una fuerza sobrehumana, claro, era vampiro, coloco sus manos en mi cuello entrelazando sus dedos de color marfil en mis cabellos, no pude evitarlo, incline mi cabeza sobre su pecho

-Bella, por Dios, deja de lamentarte, me haces sentir el peor hombre en la tierra, soy el unico al que brindaste tu corazon, y tengo la dicha de amarte, pero ahora que lloras, se que no te hago bien. ¿Qué debo hacer para que entiendas?

No podia articular palabra, quise hacerlo, decirle que no se sintiera asi, el era demasido, era todo lo que nunca podria tener, pero mis lagrimas seguian cayendo, y el no conseguia detenerlas, mis sollozos aumentaban, cada vez mas, al saber que yo era la culpable de que Edward este mal.

-Edward-al fin pude hablar, pero mi voz sonaba muy rara, tenia un nudo en la garganta que no me dejaba respirar.

Su mirada era expectante, tan llena de ansiedad, y angustia como seguro estaban mis ojos de color chocolate.

Levanto mi cara a la altura del suyo, y con una mano sostuvo la mia poniendola sobre su pecho para que pudiese sentir sus latidos acelerados.

Movi los labios, preparandome para decirle todo lo que nunca le dije, siempre estuve tan reservada a mis sentimientos, el los sabia pero, creo que era hora de darle lo que merecia.

-yo solo, mi amor, Edward…

-shh…

Me beso, pasion, fuego contra fuego, quise resistirme pero no pude, no podia negarme a ese amor que me prometia, que según él, era el que yo merecia.

-hoy Bella mi amor, hoy sera el dia, te lo prometo

-edward, perdon por todo, de verdad mi amor, no soy lo que mereces

-basta ya, yo te amo asi como eres, por eso estoy contigo

-pero…

Mis labios estuvieron ocupados nuevamente, era imposible decile que no.

-bella-dijo entre jadeos-sos mi vida, mi alma, mi ser

-vos sos mi alma, no me cansare de decirlo

-¿Por qué lo de alma? Parece que lo decis escondiendo un significado, al menos desconocido para mi.

-¿una persona puede morir no?

-si mi amor, pero no te sigo

-bueno, digamos que el corazon es la señal de que alguien esta vivo

-mi corazon no late, y sigo vivo

Le mire ironica

-ya, ya sigue

-bueno…. Si alguien muere, el corazon deja de latir pero el alma sigue rondando

-oh

-significa que vos nunca te iras, y yo tampoco me ire si es asi lo que quieres.

-¡Bella! Nunca crei que serias mia, te espere tanto tiempo, mi amor, deja ya de llorar.

-lloro de alegria, nunca mas ocultare el amor que te tengo, te cansare hasta que no me soportes, te amo te amo

-nunca me cansaras, te amo

-creo que ya enloqueci edward

-eso solo hace que te quiera mas

-Edward, me gusta mucho la cabaña

-¿estas cansada? Tal vez, deberiamos descansar un poco

-como quieras.

Me beso en la frente, me hacia bien sentir su piel contra la mia.

-tengo una idea, dime "si" o "no"

-mmmm

-bella…

-"si"

-tu lo dijiste mi Bella

-¿Qué?

Ya era tarde, Edward me cargo en su espalda, como si fuera un monito, lo que me hizo vagar por mis recuerdos a esa tarde de crepúsculo cuando me llevo a conocer su mundo en el prado donde fuimos por primera vez, desconocidos.

-¿Qué tal un dia juntos?

-¿uno solo? Yo quiero la eternidad

-hasta la noche, nada sera igual.

-Edward, ya basta de misterios, por favor.

-tambien te amo, mi Bella