Disclaimer: Los personajes de Twilight pertenecen a Meyer y la trama es de Deborah simmons yo solo juego con los personajes y con partes de la trama
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- Ella ha estado viviendo en un convento, protegida de las maldades del mundo. Ignora todo con respecto a la malicia de los hombres y sus brutalidades. Oh , Jasper, que será de ella en las manos de Edward?
- Sé optimista, Alice.
– Voy a intentarlo y también voy a rezar mucho por ella. Que Dios tenga piedad de la pobre monja !.
Edwards dejo Phoenix sin mirar atrás. Nada se perdía aquí, pero algo lo esperaba por adelante. A pesar de ser un hombre valiente Edward llevaba una nutrida escolta durante sus viajes . Parando apenas para pedir indicaciones para llegar al camino del convento, él iba en busca de su novia.
No le preocupaba como era su apariencia. Ella podía ser joven o vieja, fea o bonita, lo importante era que llevaba la sangre de James Ansioso por alcanzar su destino, Edward forzaba a la comitiva a proseguir de prisa. Paciencia y disciplina, dos de sus cualidades, estaban flaqueando.
- Hacia donde vamos? - preguntó una voz profunda y melodiosa.
Edward dirigió sus ojos al hombre a su lado.
- Jacob!
Perdido en sus pensamientos, Edward no había percibido la aproximación de su compañero. Jacob tenia la habilidad de aparecer de repente. Era también temido por la precisión de sus golpes Edward lo admiraba por esas cualidades que los habían salvado varias veces cuando guerreaban en Tierra Santa.
Lo llamaban el sirio, Edward no sabia de donde había nacido el apodo. La variada población de Siria contaba con griegos, armenios, italianos, judíos, musulmanes y franceses que convivían algunos pocos germanos y escandinavos.
El nombre Jacob era egípcio y a Edward le sonaba como perteneciente a un hombre alto y moreno, descendiente de un faraón poderoso.
Pero su pelo era dorado profundo una clara indicación de mezcla de sangre. Edward creyo que Jacob seria el hijo bastardo de algún Sultan, o tal vez de un caballero que hubiese violado una de las mujeres nativas en el ardor de las cruzadas. Nunca le había preguntado a Jacob y el no ofrecía explicaciones.
Desde el encuentro tumultuoso de los dos, varios años antes, ellos mantenían un acuerdo tácito: nada de preguntas sobre el pasado .
- Estamos llendo a un convento. Se Trata de un lugar sagrado para mujeres - explicó Edward.
- Las mujeres viven allá solas?! - preguntó Jacob, perplejo ante un concepto extraño.
- Ellas juraron fidelidad a Dios.
- Y que vamos a hacer allá? Era curioso que permitiesen la entrada de hombres en ese lugar.
- Estamos yendo en busca de un pariente de mi enemigo, la hereda de James Finalmente, me voy a poder vengar, Jacob.
- Esa pariente es santa?
- No, pero vive como si lo fuera -respondió Edward. Percibió que Jacob relajaba su expresión. Su compañero no profesaba religión alguna, pero respetaba los lugares sagrados, tanto los cristianos como los musulmanes.
-. Y que pretendes hacer con ella? - el sirio quiso saber.
Edward no respondió , puesto que estaba reflexionando sobre sus planes. El futuro, que hacia poco le parecía tan vacío, ahora ofrecía posibilidades sin fin. Había estado oprimido por la muerte de James y el vacío de los largos meses siguientes, y ahora solo ansiaba la recompensa inmediata.
– Verla sufrir como James hizo conmigo - respondió finalmente.. Voy a descubrir aquello que a ella pero le gusta y privarla de eso como James intento hacer conmigo. También descubriré lo que ella mas teme y la haré enfrentarlo. Voy a atormentarla y sentir el placer . Ejecutare mi venganza.
Se hizo silencio , pero Edward sintió los ojos de Jacob sobre él. Sabia que su compañero había un profundo respeto por las mujeres. Probablemente, el no aprobaba sus planes, pero no interferiría.
Por algún tiempo, ninguno de los dos hablo. Al rato Jacob volvió a hablar
- Vas al convento para matarla? - preguntó. Edward sonrío.
- No. Voy para casarme con ella.
Edward noto que su pulso se aceleraba, pero intento controlarlo. Habían cabalgado deprisa y alcanzado el convento en diez días. Saboreaba su satisfacción mientras esperaba a la novia. La victoria era suya! Victoria sobre los demonios que lo perseguían hacia tanto tiempo, que habían destruido sus sueños de un joven caballero optimista y cambiado su destino para siempre. Finalmente, ejecutaría la venganza .
Jacob estaba a su lado . Edward lo observo. Como siempre, las facciones de su compañero no revelaban nada. Todavía, Edward sentía su desaprobación. El sirio no gustaba de los planes que involucrasen mujeres. El ya había traspasado los límites al indagar que ocurriría después de la venganza. Edward no se tomaría el trabajo de responder. La moza seria su mujer y el tendría muchos años para ejercer la venganza sobre la última descendiente de James.
Ella se llamaba Isabella. Edward la imaginaba como una version menor de su enemigo. Tendría cabellos negros y la piel de su tío. Criada en un convento, ella debia ser poco atractiva . Solo precisaba mirar a la mujer que comandaba la orden para confirmar su creencia. Pequeña y encorvada, ella se movia con la lentitud de la edades Seria fácil forzar una persona así a satisfacer su voluntad .
- Quiero casarme tan pronto como ella aparezca - dijo Edward, escondiendo su excitación con una expresión impasible.
-- Eso és imposible, mi señor. El Padre Goode fue a visitar una hermana enferma y el sacerdote pero próximo está en Litton, a un día de viaje - informo la madre superiora.
Edward giró para hablarle a un hombre parado atrás de Jacob
- Tayler, ve buscar al padre.
- Si, señor.
– Debe estar aquí mañana.
- Ah, Bella - la madre superiora exclamo acelerando la excitación de Edward.
¿Bella? ese seria el nombre de su nueva forma de vengarse pero si en la carta decía que se llamaba isabella a lo mejor era un diminutivo que usaban por cariño.
Pero cual de las tres seria su novia? Todas usaban hábitos oscuros y tocas blancas. Mantenían su rostro bajo, o lo que se permitía verles de sus facciones. La única diferencia era la altura de la del medio.. Las tres sentadas-en un banco.
- Bella, querida, tengo buenas noticias para vos - informo la madre superiora La del medio levantó su mirada vivaz.
Ciertamente su novia no era una criatura desinhibida , pensó Edward..
La madre superiora prosiguió con voz trémula:
- El rey mando un marido para vos. Edward miró a la del medio . Su cara no expresaba indicio de sumisión. No se comportaba como una religiosa.
– No puedo creerlo. Por que Aro demostraría interés en mi?
- Edward no pudo disimular el choque
- Esa criatura alta y rebelde era Isabella swan?
- Es verdad, mi querida. El rey mandó la noticia de la muerte de tu tío y la orden para que te cases con el barón de Volterran con la finalidad de unir vuestras tierras.
La joven pasó a mirar a Edward intentando una evaluación rápida
-. Si, Isabella, conoce a tu señor y arrepiente para siempre, pensó él con aire de triunfo.
Sin pestañear, ella lo enfrentó. Debía tener unos 18 años, calculo él. Había rostro ovalado, piel aceitunada, nariz pequeña y la boca bien delineada. Los ojos, lejos de ser negros como los de James, eran Marrones como una buena tasa de chocolate le fascinaban. Abruptamente, ella los desvía.
- La señora sabia de esto y no me avisó? - indago a la madre superiora.
La voz revelaba emoción, pero precisamente, rabia. Habría ella sido realmente educada en un convento?, conjeturo Edward.
– Calma, Isabella - comenzó la madre superiora y las otras dos mojas cambiaron de lugar como si esperasen una escena.
Isabella se levantó e interrumpió a su superiora:
- No venga con cuentos. Primero soy bella no me gusta que me llamen isabella y segundo La señora recibió la noticia y no me aviso. Fue por miedo a que me escape y este idiota no le pague su recompensa? - preguntó apuntando su dedo hacia Edward.
Idiota? Un insulto dicho con tanta naturalidad. Fue preciso un gran esfuerzo para no demostrar a rabia. tenia ganas de sacudirla de los hombros. Pero tarde, ella pagaría por esas palabras y por mucho mas.
Las monjas no disfrazaban su mirada horrorizada y la madre superiora se aproximó con tono apaciguador.
- Bella, vos sabes que el oro no me atrae. Si pensases un poco, verías que solo tengo tu propio interés en mente. No eres feliz aquí y, ahora, tienes la oportunidad de iniciar una nueva vida. Agradece a Dios sus bendiciones.
– Yo no estaría desconfiada si la señora me hubiese informado antes. Por que no lo hizo? Penso que yo intentaría escapar?
Escapar? Que tipo de mujer era esa para hablar de esa manera? Había la intención de desafiar al rey?
- Calla! No importa cuando fuiste informada. Nos vamos a casar y no tienes excusas – dijo Edwards en tono enérgico.
Sophie giró hacia el
– Siempre existen excusas, mi señor! Petrificado con un los ojos marrnoes penetrándolo, Edward no conseguía hablar . Por que tanta rabia? Era él quien debería odiarla, no sólo por causa de su tío sino también por su lengua afilada. El abandono el lugar sin el permiso de la superiora o de su señor.
Edward empezó a moverse pero Jacob lo tomó por el brazo.
- Déjala en paz por el momento – le aconsejo el sirio en voz baja.
Perplejo por su falta de control, Edward retrocedió. La sangre le latía en sus venas.
– Perdone a Bella - pidió la abadesa. - Ella es muy impetuosa y un poco inflexible , pero acabará cediendo. Precisa un poco de tiempo para acostumbrarse a la idea.
- Por que no le aviso de mi venida? Eso hubiera evitado esta escena desagradáble - censuro Edward.
La madre superiora desvío su mirada , llegando a pensar si Isabella no tendría derecho a la verdad. Ella se fugaría en vez de casarse con él? Por qué? Ella ignoraba lo que existía entre su tío y el. La madre superiora le había dicho que James jamás había demostrado interés por su sobrina y, por ello , la había mandado al convento. Desde entonces, ellos nunca se habían comunicado. bella no podía sentir afecto por alguien a quien casi no conocía.
Una idea perturbadora tomo forma en la mente de Edward. Escrutando los ojos de la abadesa, preguntó:
- Isabella tiene un amante? O algún otro lazo que la una a este lugar ?
las monjas no contuvieron sus exclamaciones ante las palabras tan directas.
- No, no, mi señor! No existe nada que una a Bella a este lugar .Se Trata de su rebeldía - garantizó la superiora.
- Ella és muy temeraria – dijo una de la monjas.
– . Bella ha tenido una vida muy dura - aporto la otra.
– En un convento?! Edwardpreguntó .
– Después de la muerte de su padre, ella y su madre pasaron necesidades. La madre murio poco después .Le Siguió un período difícil hasta que su tío proveyó el dinero para enviar a Sophie al convento - explicó la madre superiora.
- Y donde vivio ella durante aquel tiempo? - Edward quiso saber.
- Consiguió abrigo en la casa de un burgués. Allí era una criada.
Perfecto! Su novia vivió como subalterna. Saber de sus sufrimientos no le daba placer a Nicholas. Tal vez porque ellos habían sido provocados por el destino y no por el. Deseaba ser la única fuente de sufrimiento para Isabella Swan.
- Ella no parece ser una sobreviviente – comentó en voz seca.
– Es una buena muchacha, mi señor, pero no tiene vocación religiosa. Quién sabe si esto no es lo mejor para ella? - sugirió la abadesa.
Edward frunció el ceño la. La criatura de malos modos no se parecía a ninguna dama que el conociera. Alice nunca levantaba el tono de voz y era una mujer finísima.
Edward casi se rió con la comparación. Linda y delicada, su hermana no había nada que ver con la novia de ojos verdes y fascinantes. Imagínenselo. Educada en un convento! En verdad la madre superiora no debía tener mucho control de su rebaño, el rápidamente le inspirara el temor de Dios al corazón de Isabella Swan.
Llego casi a sonreír al pensar en la venganza. Cuando terminase, su novia sentiría nostalgia de su pasado miserable.
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hola gracia a : aliceaglaecullen y las persona q ha leida y ha votado gracia bye
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