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3.2 Pensamientos
-¡Renesmee, Jacob! ¡Entrad de una vez, se os oye desde la entrada del hotel!
Oh, no... Si Bella ya se había enterado de que estábamos aquí, quería decir que Edward ya había leído todos mis pensamientos, incluso los que recreaban cada instante de lo que había hecho con su hija... ¡Mierda! ¡Lo estoy haciendo de nuevo! ¡Jake, deja de pensar en eso! Creo que dentro de cinco segundos soy lobo muerto...
- ¿Jacob? Despierta, estas como ausente. Saben que estamos aquí, así que controla tus pensamientos en cuanto entremos, no quiero morir antes de la segunda vez que... - me advirtió Nessie ruborizándose.
Ella se dirigió hacia la puerta, pero antes de que acabara de girar el pomo la estreché entre mis brazos y la besé.
- Tortolitos, ¿queréis entrar de una vez? Ya estoy cansado de escuchar vuestros pensamientos repletos de tonterías - susurró Edward en el momento en que abrió la puerta, medio segundo después de que yo me abalanzara sobre su hija.
Al momento me envaré separando mis labios de los de Nessie a tanta velocidad que me golpeé contra el marco de la puerta en la cabeza. Ay... En estos momentos es cuando odio haber pegado el estirón y ser el maldito Alfa...
Definitivamente entramos en la habitación, en la que estaban todos reunidos. Bella, Edward, Alice, Jasper, la rubia psicópata, Emmet, Esme, Carlisle, Huilen e incluso el pesado de Nahuel... Yo que creí haberlo perdido de vista y aún continúa aquí.
Pero había algo que echaba en falta. Un jarrón volando hacia mi cabeza, los colmillos de una madre vampira clavados en mi cuello... algo de esa guisa. Me quedé mirando a Bella, que estaba serena e incluso contenta, con una sonrisa en los labios. Esto era demasiado extraño, parece que Bella no sabia nada todavía. ¿Quería eso decir que Edward no me había espiado?
Una risita interrumpió mis pensamientos y giré la vista hacia donde estaba Edward, que asentía con la cabeza mientras mantenía en su gesto esa sonrisa torcida suya tan característica.
Edward lo sabía...
Y esa sonrisa indicaba que algo le estaba pasando por su mente...
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Capitulo 1: 3.1 Consecuencias
