Me llamo Isabella Marie Swan, tengo 17 años y quiero contar mi historia, por mucho tiempo no tuve el valor para hablar de ello, pero en estos momentos de mi vida puedo hacerlo, ahora me siento fuerte, y tengo razones para poder hacerlo y una de las principales es que mi corazón se siente fuerte para aceptar lo que viene por delante, tendré que volverme un par de meses atrás, meses en que mi vida era triste, vacía y sin sentido.
Bueno ya han pasado 2 años tras el brote y cura de la pandemia de la gripe española, gripe de la que nos salvamos al trasladarnos por un tiempo a vivir al campo lejos del contagio, y tras la cura volvimos a la ciudad junto con mi padre Charles Swan, jefe del departamento de justicia, mi madre Renee Dwyer nació con título de condesa, título que yo herede, pero que no llevo con orgullo pues según las reglas de mi papá debo sacrificarme por ser digna, mi madre murió cuando yo acababa de cumplir los 10 años, así que mi paso a ser mujer a sido manejada por mi padre, él es un hombre digno para su puesto pues siempre ayuda al pueblo, pero es estricto, severo e inflexible con la persona que más amor debería darle, ósea a mí. Aún recuerdo que unos meses atrás cuando cumplí los 17 años mi padre me preguntó cuál era mi mayor sueño, yo temí decirle pues la verdad no sería lo que a él le gustaría.
-hija por favor, tenme confianza, dime ¿Cuál es tu mayor anhelo?, dame la dicha de poder complacer a mi única hija de lo que más desea.
-bien padre, espero que realmente me entiendas lo que más deseo en la vida es que me permitas entrar a la universidad para estudiar literatura, y a medida que decía mis palabras iba viendo la transformación y los distintos colores que iba tomando el rostro de mi padre, ya me veía venir su reacción.
-¡¿Qué!, debe ser una broma, dijo con enojo, sabes que ese tipo de cosas se hicieron para los hombres y no para las mujeres, las mujeres deben preocuparse de su casa, de su marido y de sus hijos, y la literatura claramente no se hizo para una hija mía, es suficiente con esos muchachitos que andan por la vida sin rumbo que se creen librepensadores que no se atañen a la ley y viven la vida de vagos, una hija mía jamás seguirá ese camino, así que te advierto que te vallas olvidando de esas idioteces y no quiero que se vuelva a tomar un tema como este, termino de gritar mientras salía de mi habitación.
Y bueno desde aquella mañana todo se puso peor, pues mi papá se empecino en que aprendiera a ser una "mujer", es decir, aprender a bordar, coser, criar hijos, saber atender al marido, y ese tipo de cosas, cosas que la verdad no van conmigo, al entender mi fascinación por la literatura no encontró nada mejor que mandar a quemar todos los libros de mi casa, libros que le pertenecían a mi madre y ella conseguía a espaldas de mi padre pues ella al igual que yo sabíamos lo que para el significaba, pero gracias a mi nodriza Esme, aunque ahora que estoy grande no la veo como tal, ella es como mi madre, me apoya en todo y me ayuda a ser feliz, buena ella cuando vio lo que mi padre hacia con los libros a hurtadillas consiguió uno y lo guardo para mi, ella conoce cada escondite que tengo en esta casa y me ayuda a mantenerlos en secreto. Mi madre antes de morir me dijo que siempre estuviera cerca de Esme, ya que ella siempre me querría como a una hija, y mi madre la quería como a una hermana, desde entonces siempre hemos permanecido juntas, ella realmente me a ayudado en mi crecimiento, estuvo ahí cuando mi madre murió, cada vez que mi padre me retaba, incluyo fue quien me explico acerca de mi primer periodo. Esme tiene una linda familia, 2 hijos y una niña, Alice, quien es mi mejor amiga, aunque últimamente no pasamos mucho tiempo juntas pues mi padre cree que las ideas que tengo provienen de alguien como ella, alguien de mente más libre, sus 2 hermanos mayores no los conozco pues los enviaron a un internado para conseguir la oportunidad de estudiar la secundaria, y bueno Carlisle que es el patriarca de la familia, es realmente es muy amable conmigo es un tío y podría decir que un padre también, ya que me aconseja y se preocupa de mi.
Mi vida aquí en esta apestosa ciudad es un infierno, rodeada de lujos, comodidades y cuanto evento social mi padre encuentra para entretenerme, ya que el no esta muy presente que digamos en mi vida, pero para mí todas estas cosas son banales, sin importancia para mi, entonces intento buscar cosas que me mantengan viva, cuando le digo a mi padre que me reuniré con mis amigas en la plaza en realidad me escabullo a la biblioteca a leer algo, pero una de esas tardes mi padre descubrió mi mentira, para no hacer un mayor escándalo me envío a la casa del campo, como castigo para aprender "manualidades", bueno lo segundo realmente para mí es un castigo, pero ir al campo realmente es el mejor regalo que me allá dado, cuando planeo todo esto mis ilusiones se vinieron abajo cuando me dijo que enviaría a una especie de institutriz, sabía que si así era me tendría que despedir de mis ideas de visitar a la familia Cullen, el bosque o el río, pues una vigilante no era lo que realmente necesitaba.
-Sr., dijo Esme esa mañana, necesito pedirle unos días para estar en mi casa pues mi hijo mayor esta pronto a casarse y necesito ayudarlo con los preparativos, vendré apenas deje todo organizado.
-Esme es perfecto, yo realmente lo miraba extrañado, ya que pretendo enviar a Isabella a la casa del campo y tendría que ser en un par de semanas pues aún no le consigo una buena institutriz, pero si tú te irá para allá, ¿puedo enviarla contigo?
No podía creer lo que oía, mi papá me enviaría al paraíso y ¿con mi mejor confidente?.
-Sr. Yo, no lo sé. No se si Esme no quería encargarse de mi o es que estaba en estado de shock, pero me dejo en claro que es muy inteligente. – Sr. No tengo ningún problema, es más si gusta puedo enseñarle personalmente todo lo que se, para que no pierda su tiempo en buscar a personas que no sean de su confianza, el único inconveniente es que cuando este viniendo para la ciudad tendré que estar acarreando a la Srita. Isabella lo cual interrumpirá sus lecciones, y me miro con ojos picaros.
-Esme, agradezco tu noble corazón, dijo mi padre casi emocionado, pero no es necesario que estés viniendo, puedes tomarte más días si gustas, y así dejas muy bien preparada a Isabella y de paso ayudas a tu hijo, yo me las podré arreglar con las demás criadas de la casa, además tengo mucho trabajo y es muy poco lo que paso aquí, y dicho esto ya veía venir mi felicidad, mi lugar de paz, pero no podía demostrar todo aquello.
-Papá, ¿es enserio? O ¿intentas castigarme realmente por lo de la biblioteca?, dije casi victimizandome, - Sabes que no me gusta el campo, ouch! Comencé a ver duda en sus ojos – Pero por ti haría lo que fuera para que seas feliz, dije aún más apenada.
-Bien que no se hable más, parten mañana mismo a primera hora del día, así que ve ordenando tus cosas, dijo antes de salir de su oficina que tenía en la casa.
Me abalancé sobre Esme y le di un gran beso – ¡Esme eres genial!.
Continuara...
Aca les dejo el primer capitulo espero q les guste
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