Isabela no sabia lo que de verdad estaba haciendo ella sabia que su padre y la sociedad la criticarían solo por hacer eso pero ella quería hacer algo fuera de lo normal, ya no quería estar encerrada en su casa y pensar lo que pudo o no hacer, cuando entro a ese lugar sabia que todos la mirarían como si estuviera loca o si algo malo le hubiera pasado, ella era hija del pastor y de una mujer muy arraigada a sus costumbres y ama de casa, Charlie swan era un hombre muy sumiso a su esposa hacia lo que ella decía o hacia, Isabela hija única siempre estaba sometida a las decisiones de sus padres y mas de su madre cundo entro a ese bar se dio cuenta que todo lo que había estado pensando era real, muchas personas la miraban como si hubiera cometido el peor de los crímenes pero nadie se atrevería a decirle nada a sus padres así que estaba tranquila, camino nerviosa hasta la barra del lugar
- disculpa - dijo ella mirando al chico que atendía en la barra, era alto ojos azules, y cabello rubio con una sonrisa de niño que se borro con solo verla
- Isabela swan - dijo el mirándola fijamente ella se contuvo de rodar los ojos
- si - dijo mirandolo fijamente
- que demonios haces aquí - dijo mirándola
- en verdad no tengo ni la mayor idea - dijo ella nerviosa
- ok entonces que puedo hacer por ti - dijo mirándola sonriente
- quiero hacerme un tatuaje - dijo mirandolo el la miro como si estuviera borracha o diciendo la peor de las blasfemias
- que - dijo mirándola fuertemente
- de que te ríes- dijo ella molesta mirandolo
- de nada, de nada- dijo el negando y sonriendo - edwarddd- dijo ella se tenso completamente siempre pensó que el que tatuaba era el y por esa razón le daba mucho miedo sus manos extra grandes tatuándola pero se tenso cuando llamo al chico de sus sueños el que le quitaba todo pensamiento coherente y la hacia pensar cosas que jamás debía de pensar
se quedo mirando las escaleras cuando lo vio era el infierno personal de todo el pueblo pero sobre todo de su padre, pero como no serlo si era todo lo contrario a lo que ella era, cabello alborotado, argollas en la oreja y en la ceja, chaqueta de cuero negra un pantalón negro, ella creía que el era perfecto un adonis completamente, pero estaba segura que si alguien se enteraba de quien era el dueño de sus mas íntimos sueños la rechazarían por eso procuraba no mirarlo mas de la cuenta
- que demonios hace la monjita aquí - dijo mas molesto de lo que estaba, a si se había olvidado decir el la detestaba mas que a las demás personas
- quiero un tatuaje- dije seria mirandolo abrió los ojos y soltó una carcajada
- espera me estas jodiendo - dijo el mirándola ella rodo los ojos sin evitarlo "tienes que acostumbrarte todo el mundo maldice en este lugar"- espera tu - dijo mirándome de pies a cabeza y vi algo cruzar en sus ojos pero no le preste mayor importancia - Isabela monja swan quiere un tatuaje
- sabes que - dijo molesta - jodete - dijo
edward cullen solo pudo mirar como la chica de sus sueños maldecía y caminaba a la salida, lo había dejado como un burro de excitado no podía quitarle la mirada de encima y ella ya se estaba alejando de el
- que esperas idiota ve por ella - dijo su mejor amigo mirandolo el sabia cuanto amaba su amigo a esta chica
- espera swan - dijo el corriendo donde estaba la chica dispuesta a salir el la tomo de la mano y la chica solo suspiro cuando una corriente eléctrica paso por todo su cuerpo
- que - dijo ella molesta-
- esta bien te are el tatuaje ven conmigo - dijo edward
edward la tomo de la mano para ir escaleras arriba cuando legaron a una habitación blanca, con muchas cosas que no sabia que eran, olía a hospital y se sintió mareada
- que - dijo mirándola
- esto parece mucho un hospital - dijo ella mirando todo
- somos rebeldes no suicidas- dijo molesto - tiene que estar muy limpio si no quieres contraer una infección - dijo el quitándose la chaqueta de cuero ella quedo sin habla mirandolo disimuladamente su cuerpo era perfecto, tenia un esqueleto negro y muchos tatuajes en los brazos pero había uno que era reciente así que no lo podía ver, había un tigre - que vas a tatuarte
- es mi nombre con dos pequeñas aves sosteniéndolo - dijo ella mirandolo el la miro con burla pero inmediatamente vio que ella se tensaba molesta - lo siento ok are el diseño y miraras si te gusta
- ok - dije sonriéndole el me miro sin quitarme la mirada de encima luego la sacudió y se sentó dibujando me pare detrás de el mirando su diseño - que tal - dijo mirándome
- es hermoso - dije sincera
- ok ahora siéntate - dijo - donde lo quieres
- aquí - dijo ella mirandolo señaló su clavícula y hombro un espacio detrás de su cuello y se dio cuenta como pasa saliva y se sintió nerviosa
- ok - dijo el tomando el alcohol - quítate la ropa - dijo ella se tenso mirandolo y el se dio cuenta de su mirada- la camisa swan la camisa- dijo el tratando de controlarse a no imaginarla desnuda- deja de ser tan malditamente mojigata- dijo ella molesta bufo molesta y ella solamente se la saco el solo trato de cerrar los ojos por un segundo ella se dio cuenta como acercaba sus manos a su cuerpo, se acomodo a su lado y ella lanzo la cabeza para un lado el solo se imagino besando y lamiendo esa parte de ahí pero dejo a un lado sus malditos pensamientos impuros con ella,
- eso dolerá- dijo mirandolo con ojos tiernos y eso lo derritió mas
- solo un poco al principio - dijo mirándola con amor sin que ella se diera cuenta ella asintió y se preparo sintio como algo quemaba su piel
- no duele mucho - dijo ella sonriendo el solo sonrió mientras la tatuaba era la mujer mas valiente de todas y el la amaba mas que a su vida misma
- que significan las aves- dijo mirándola
- la libertad- dijo ella el trato de burlarse pero ella solo logro sorprenderlo mas - la libertad que ansió hace mucho tiempo y que pronto conseguiré
- y como conseguirás esa libertad
- primero que todo me iré de aquí - dijo ella
- cuando - dijo el nervioso mirándola
- cuando termine de reunir el dinero que necesito y cada ves falta mas poco - dijo ella mas que feliz
el sabia lo que se sentía eso porque el también estaba a punto de irse con sus mejores amigos a nueva york lejos de este pueblo donde nadie lo criticara por su trabajo o como se vestía lo único que le dolía era dejar a su niña a la luz de sus ojos
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