Capitulo nº1: Sola.

El invierno estaba empezando, las noches eran largas y frías…Y los copos de nieves cubrieron toda la ciudad.

_Isabellla-Susurro mi mami- Isabella, despierta mi niña es tarde- Y empezó  acariciarme el pelo- Isaaa despierta-Sentí su cara cerca y beso mi frente- Isaa…- No quería levantarme pero no me aguante la risa y empece a reírme-!Ay! niña-Empezó a reírse- Ya levántate y ve a mirar afuera- Me miraba y sonreía.

_Bueno mami- Me senté en la cama y agarre mis pequeñas pantuflas de conejo y me las acomode en mis pies- ¿Mami?

_Si ¿Qué pasa hijita?-Se acerco al umbral de la puerta con mi ropa de invierno en  la mano.

_Me haces una chocolatada por favor- Puse carita de ángel y ella se empezó a reír.

_¿Caliente o fría?- Pregunto ella.

_Fría-Sonreí mientras ella me ponía mi ropita.

_Esta bien hijita, ve a mirar por la ventana y luego dale de comer a tu perro callejero.

_Bueno- Salte de la cama y baje las escaleras con ella. Me acerque a la ventana y todo el barrio estaba blanco, había nevado. Feliz, salí corriendo hacia la puerta y cuando abri habia una montaña de nieve que tapaba la entrada así que empece a empujarla con mis manitos para salir.

_Isa espera-Dijo mi madre viniendo hacia mi con un taper lleno de comida para el perro- Toma, es comida de ayer.

_Bueno mami- Salí afuera y lo primero que hice fue dejar el taper a un lado y me tire para atrás haciendo angelitos, cuando estaba por hacer el ultimo, escuche los ruidos del perro corriendo hacia mi,y empezó a chuparme toda la cara y hacerme cosquillas con su osico, yo gritaba y reía- Basta!-Y no paraba de reírme hasta que el perro se acostó al lado mio-Bueno amiguito te traje comida-Abrí el taper y lo puse al lado de el y empezó a comer, mientras yo lo acariciaba.

_Isaa ven! tu chocolatada esta lista-Grito mi madre desde la puerta.

_Buenoo!-Mire al perro y todavía seguía comiendo- Espérame aquí amiguito- Y Salí corriendo para tomar mi chocolatada.

Tome rápido mi chocolatada y comí unas galletitas con chispas de chocolates que eran receta de unas de mis bis abuelas.

_Come despacio isa luego te dolerá la panza-Dijo ella mientras tomaba su té.

_Listo!-Sonreí y salí corriendo, y se escuchaba como mi madre se reía- Bueno perrito parece que ya terminaste tu comida- Sonreí y lo abrace.

Pase un largo rato jugando con el perro, ahora que me ponía a pensar debería ponerle un nombre a mi perro callejero así que me de tanto pensar ya tenia tres nombres en mente, el primero es Parches, el segundo Yeca, y el tercero Capitán.

_¿Perrito que nombre quieres? Parches?- Me miro y giro su cabezita  y hizo “ouww”-Esta bien! Esta bien! ¿Te parece Yeca?- Y se quedo mirándome- ¿Capitán?- Y me miro nuevamente- Bueno entonces no se- Me tire a la nieve y el se puso al lado mio a jugar con unos de mis guantes.

Mire las nubes oscuras y copos de nieves empezaron a caer de estas, mire a mi perrito y su pelaje negro  resaltaba de la nieve blanca, el me miro con sus ojos de distintos colores uno era blanco y otro marrón. Me senté y el perro se acerco a mi a chupetearme toda la cara mientras yo reía. Parecía un lobo. ¡A ya! se me ocurrió un nombre para mi perro- ¡Lobo!- El me miro y empezó a ladrar y mover la cola- Tu nuevo nombre es Lobo- Lo abrace y luego empezamos a jugar con una ramita.

_Isaa entra ya es tarde hijita- Dijo mi mami desde la puerta.

_ ¡Esta bien mami!-Grite desde el otro lado-¿Pero Lobo puede entrar a casa?

_¿Lobo? ¿Quién es Lobo?-Pregunto mientras sonreía.

_ ¡Mi perro mami!-Me miro, miro al perro y este lloriqueaba por que me tenia que ir y se quedara solo.

_ ¡Bueno esta bien vengan los dos acá!- Empezó a reírse y se fue dejando la puerta abierta para que pasemos.

_ ¡Sii!-Grite y lo abrace- Ven, vamos Lobo.

Nos sentamos enfrente de la chimenea y deje mi ropa de invierno que se seque. Y me puse a pensar- Uhmm ¿Donde se acostara el perro?- Pensé en vos alta- Mamii! ¿Tenemos algún trapo viejo para que se acueste Lobo?-Grite desde la chimenea mientras calentaba mis manitos.

_ ¡Si fíjate en el ático!-Grito ella desde la cocina.

Subí al ático y prendí las luces y ahí estaba una manta la agarre y salí corriendo por si los monstruos me agarraban. Me acerque a las escaleras y Lobo estaba echado en la alfombra- Ven Lobo-Lo llame y el me siguió hasta mi habitacion y acomode la manta en el piso para que se acostara y yo me acomode en la cama y prendí la tele y mire dibujos hasta que me dormí.

_Isabella baja a comer!- Escuche los gritos de mi mami.

_!Esta bien esta bien! ¡Ahí voy!-Grite yo y baje con el perro y me senté en la mesa- ¿Hay algo para el perro?

_Si- Se dio vuelta con los platos y los puso en la mesa, después dejo uno en el piso para el perro.

Probe un bocado de la comida de mi mami-¡Uhmm que rico mami!-La abrace y le di un besotote y sonreí.

_Gracias nena-Beso mi cabeza mientra ella se sentaba en su silla.

Termine de comer y subí corriendo arriba con el perro para dormir, pero sin olvidarme de mirar mi película favorita: “La Sirenita”.

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Narrador:

El perro ladraba y ladraba que despertó a la pequeña Isabella en medio de la noche.

_Lobo tranquilo-Susurro la niña y lo acariciaba.

Fue a la habitación de su madre junto con el perro y ella no se encontraba, miro hacia las escaleras y las luces estaban prendidas, bajo con cuidado sin hacer ruido y vio unas de las ventanas rotas, miro para el otro lado y el cuerpo de su madre estaba en el piso y un charco lleno de sangre alrededor de su cuerpo. La pequeña Isabella se quedo en estado de shock y lagrimas empezaron a salir de sus ojos y se tiro al cuerpo de su madre lleno de sangre y lloro hasta quedarse dormida.

Se empezaron a escuchar los ruidos de la ambulancia y los policías, Isabella seguía abrazada al cuerpo de su madre con su perro acompañándola, luego unos brazos la sacaron de encima de su madre y ella gritaba y gritaba y lloraba. La sacaron de su casa y todos los vecinos veían como llevaban el cuerpo de la madre y a la niña.

Pasaron los dias y unos de sus vecinos una pareja joven, de nombres Rene y Charly adoptaron a la pequeña Isabella y se llevaron con ellos también el perro.

Isabella se la pasaba todo el dia encerrada en su habitación con su perro llorando y se iba algunas veces al bosque a juntar algunas ramitas para su ramo de flores para llevarle a su madre difunta. Había un niño que siempre la observaba escondido entre los arboles, el niño siempre la veía triste y sola acompañada de aquel perro gigante y negro. Edward les había contado de ella a sus padres pero estos no les creían ya que siempre que el se las quería mostrar ella desaparecía…

Un día de los tantos aquellos que el la espiaba en el bosque se acerco a ella a hablarle.

_Hola- Dijo el pequeño Edward y Isabella pego un salto, se dio vuelta y se quedo mirando al niño- Soy  Edward- Sonrió y ella no hablaba- ¿Es tu perro?-Pregunto Edward y ella asintió con la cabeza-¿Por qué no hablas?¿ Como te llamas?- Ella se quedo pensando si hablarle o no, pero no había hablado hace mucho con un niño de su edad hasta que decidió hablar.

_Isabella-Dijo ella con timidez.

_¿Isabella?Lindo nombre- Sonrió y ella se puso roja- ¿Te puedo llamar Bella?- Pregunto el sonriendo.

_Si-Dijo despacio poniéndose roja nuevamente, aquel niño era hermoso la trataba bien no como aquellos que se burlaban de ella por que era adoptada y por que supuestamente es fea.

_ ¿Quieres que hagamos un muñeco de nieve Bella?- Edward se sentó en la nieve a jugar con el perro, y Isabella lo observaba detenidamente.

_Bueno- Edward sonrío y se acerco a ella y agarro su manito. Caminaron un poco con el perro siguiéndolos y queriendo jugar hasta que llegaron a un lugar con mucha nieve para empezar ha hacer su muñeco.

_Bella-Dijo Edward mientras hacia un ángel en la nieve.

_¿Si Edward?-Dijo arreglando su muñeco de nieve y miro donde se encontraba.

_¿Cuando te volveré a ver?-Pregunto el mirando los lindos ojos color chocolate de Bella.

_ No lo se Edward-Dijo y aparto la mirada de el y oculto su sonrisa.

_Mañana- Dijo el mientras acariciaba al perro.

_Si es que mis padres me dejan salir-Dio un suspiro.

_Bueno vamos a tu casa ahora y juguemos allá-Dijo el sonriente y agarro su manito y salieron corriendo de aquel bosque hasta encontrarse con la calle-Bueno ¿Donde vives?

_Ven sígueme- Soltó su mano y corrieron hacia la casa de Isabella- ¡Rene! ¡Charly!-Grito Bella entrando a su casa junto con Edward-Parece que no están, ¿Quieres merendar?

_Bueno-Dijo Edward mirando la casa, era acogedora pero muy linda.

_Ven dejemos la ropa en el tendedor así se seca-Agarro la manito de Edward y colgaron su ropa mojada.

Bella hizo dos tazas de chocolatada calientes, mientras esperaba que se calentaran, ella le enseño la casa.

_PIM PIM PIM-Se escucho que el microondas termino de calentar las chocolatadas.

Y fueron corriendo a buscarlas y se sentaron en la mesa a ver dibujos mientras tomaban chocolatada y comían galletitas.

_¡Isaa! ¡Ya llegamos!- Gritaron Rene y Charly, mientras se escuchaban que venían hacia la cocina.

_ ¡Oh! ¿Y este niño es tu nuevo amiguito?-Dijo Rene mientras besaba la frente de Bella y luego la de Edward- ¿Cómo te llamas niño?

_Edward señora-Dijo el sonriendo- Bella, sera mejor que me valla a casa se esta haciendo tarde.

_Esta bien- Sonreí y lo acompañe a la puerta.

_ ¡Hola campeón!-Dijo Charly y los dos chocaron las manos.

_ ¡Adiós nos vemos mañana Bella!

_Adiós… Edward.

Edward y Bella se hicieron muy amigos, el la visitaba todos los días y jugaban juntos en la nieve, a medida que pasaba el tiempo los padres de Edward tenían problemas en el trabajo y se tuvieron que mudar de cuidad.

Cuando Edward le contó a Bella que se mudaría por un tiempo. La madre de Bella, Rene, los llevo a una feria y  habian comprado unas cadenitas de la amistad ella se quedo con la otra mitad y Edward con la otra, sellando su amistad por siempre…

_Bella, no me olvides- Abrazo a Bella y le dio un beso en la mejilla.

_Adiós Edward-Dijo triste la pequeña Isabella soltando un suspiro.

El auto donde viajaba Edward se fue alejando llevando con el la poca felicidad de Bella. Ella se quedo afuera un largo tiempo sentada junto a su perro hasta que oscureció…