Bella cariño vamos-grito Edward íbamos a pasar la tarde en la casa de sus padres.
Ya voy-respondí bajando las escaleras, tenia puesto un vestido blanco de tirantes gruesos con un cinturón color morado en la cintura. Edward me inspeccionaba con la mirada hasta que me abrazo y planto un casto beso en mis labios
Estas hermosa –dijo contra mis labios, no pude evitar sonrojarme ante su comentario.
Gracias, nos vamos-entrelazamos nuestras manos y nos dirigimos hacia el auto. El camino paso silencioso hasta que Edward decidió romper el hielo:
Bella, que te parece si…ah te gustaría…-se notaba algo nervioso – Bella no te parece que seria mejor si te mudaras a mi apartamento, vives mas aquí que en tu apartamento-tomo aire esperando mi respuesta.
Tienes razón…-suspire –que te parece si después de salir de casa de tus padres pasamos por mis cosas- sonrió de oreja a oreja parecía el gato de Alicia en el país de las maravillas.
Claro –no podía ocultar su felicidad-no pensé que sederías tan rápido –me regalo una sonrisa torcida de las que yo amaba le respondí con otra sonrisa –te amo –me beso la mano.
Yo también
Cuando llegamos a la casa de los padres de Edward la pasamos muy bien entre bromas de emmett y consejos de moda de parte de Alice. El tiempo paso volando luego de salir de la casa de los padres de Edward pasamos a mi apartamento a recoger mis cosas.
Ah estoy agotada –dije mientras me tiraba en la cama
Yo también – ambos nos cambiamos y nos acostamos en la cama. Estábamos comentando que a Edward le dieron el trabajo en la oficina y ganaría suficiente dinero para mantenernos a los 2 pero yo insistí y Alice me dio un trabajo en su tienda como administradora. Al terminar de conversar nos quedamos viendo a los ojos yo me quede viendo esas esmeraldas que se fundían ante mis pensamientos. Nos besamos y el beso se fue transformando poco a poco en un beso que gritaba necesidad y pasión su lengua delineo mi labio inferior pidiendo permiso para entrar a mi boca.
te amo- susurro contra mi cuello mientras deslizaba hasta llegar a mis pezones los succiono y los mordió levemente hasta que se devolvió a mi boca y nos besamos detenidamente, hasta que necesitamos aire y ese tiempo fue utilizado para quitarnos la oca ropa que nos quedaba y el se coloco en mi entrada yo lo necesitaba dentro de mi.
Edward te necesito –grite mientras el entraba en mi, luego de varias emboscadas y altos gemidos de placer hasta que llegamos al glorioroso orgasmo.
Te amo-dijimos al mismo tiempo ambos reímos luego agotados nos dormimos entrelazando nuestros brazos
|