Esta historia será beteada por Sool Onuma, Betas FFAD.

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La mayor parte de mis estudios los cursé en un internado religioso que era solamente de mujeres. Fue allí que con 13 años comencé a acariciar mis pechos y mi inocente coñito.

En estos internados había muchos rumores de todo tipo, como relaciones lésbicas entre estudiantes de un año superior con las menores y cosas así, pero a mí no me constaba que hayan sido reales ya que en esos años no hubo indicios de nada.

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El tiempo pasaba y mi deseo sexual seguía en aumento, las únicas oportunidades que tenía para satisfacerlos era masturbándome. Cada vez que mi entrepierna reclamaba "atención" subía con cualquier excusa a mi cuarto y con mis dedos apagaba ese fuego que quemaba dentro de mí. Me gustaba imaginar que era un hermoso hombre el que me embestía y tocaba…