Un gran cambio

Autor: emmaly76
Género: Romance
Fecha Creación: 11/03/2013
Fecha Actualización: 24/09/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 17
Visitas: 50092
Capítulos: 28

 

Nunca imaginé que al ganarme un viaje por ser la mejor en mi trabajo: traería a mí un gran cambio... El ser hija única e ignorada por mis padres, quienes aprovecharon la mínima oportunidad para deshacerse de mí, me trajo el mejor de los regalos... soy Isabella Merie Swan, perdón Isabella Merie Cullen y ésta es mi historia... (Corregido)

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Capítulo 1: ¿Casada?

Capitulo 1 “¿Casada?”

       Ser hija única, es para muchos una fortuna  porque toda la atención y el dinero de tus padres es para ti… pero que error tan grande por lo que a mí concierne; ah, por cierto soy Isabella Swan aunque me gusta más el diminutivo, Bella, soy hija única, mi madre es Renee Dweyer, se comporta siempre como la esposa de… y mi papá es el jefe de policía en un pequeño pueblo llamado Forks, su salario no es muy bueno y la mayor parte de él se lo gasta con sus amigos de parranda Harry y Billy .

       Yo soy considerada para ellos como  el error más grande de su vida. En  el baile de graduación del instituto les ganó la calentura y las consecuencias fueron encabezadas por mí, seguido por un matrimonio obligado que a duras penas logró sobrevivir un año; hasta que Renee conoció al entrenador del instituto y se fugó con él mudándose a Phoenix. Me dejó con Charlie, quién contrató a la esposa de Harry, Sue, como mi niñera. Él se hizo cargo de mí hasta los diez años pero se cansó y me envió con Renee a lo que ella gustosa acepto; para decepción de mi padre, pero no fue gratis ya que cuando me mudé con ella  inmediatamente demandó una pensión alimenticia quitándole a Charlie el treinta por ciento de su sueldo; y adivinen quien tiene la culpa, claro pues Bella…

Desde los doce años he trabajado ayudándoles a las vecinas con la limpieza, o de cerillo en un súper. ¿Y quién se gasta ese dinero? pues Renee y Phil su marido, en las parrandas que tienen cada fin de semana. Ahora tengo diecisiete años y estoy en Miami Florida. En  el súper en el que trabajo me gané un premio; un viaje para cuatro personas una semana todo pagado, por cuatro años de servicio sin ninguna falta.

—Te digo que Riley no me ha pagado los gastos de su lugar, mujer como eres de difícil. — ah ese es Phil que se gastó el dinero del otro boleto, se lo vendió a Riley su compañero de juerga.

—No me quieras ver la cara de estúpida, yo se que ya te lo pagó y quiero mi parte, el vestido que vi en la boutique no me va a estar esperando todo el día.

— Pues no sé qué quieres que haga, no puedo obligarlo. Pero en recepción ocupan a alguien de limpieza puedes mandar a la inútil de tu hija a ver si con lo que gane te compras ese dichoso vestido.

— ¡Mi vida! por eso te amo siempre se te ocurren las mejores ideas.

Claro, al fin y al cabo la perjudicada era yo ¿No?

 Salí por la terraza y me fui a la playa, sentía que me ahogaba, ¿si no me iban a querer porque no simplemente me abortó o me dio en adopción?

Siempre era lo mismo, por más que me esforzaba nunca lograba obtener algo de ellos aunque sea un poco de cariño o atención.

Caminé sin rumbo y no me di cuenta de que me estaba adentrando al mar, mi mente era un torbellino. Esperaba que al regalarle este viaje a Renee por lo menos tendría un poco de su simpatía… pero no, ella es un barril sin fondo, siempre quiere más y más.

De pronto todo se puso borroso y sentí unos fuertes brazos a mí alrededor, mi cuerpo parecía una gelatina, temblando de pies a cabeza.

—Shhhh, todo está bien, bebé, shhhh tranquila…. Llora que yo  te sostendré… saca todo eso que te atormenta…—  Una aterciopelada  y melodiosa voz me susurraba al oído, no me había dado cuenta de que estaba llorando, de pronto empezó a tararear Claro de luna de Debussy y la inconsciencia me llevo….

— ¡Maldito pervertido, acostarse con mi niña y en plena playa!

 Escuché gritar a Renee  y como una película recordé la voz de anoche, me había quedado dormida en sus brazos sintiéndome segura como nunca en mi vida.

— Disculpe, señora pero no es….

—Ya sé que me va a salir con la estúpida escusa de que no es lo que parece, ¿me cree idiota o qué? Llamaré a la policía, y lo refundiré en la cárcel por haber mancillado a mi niña.

Ya, si como no, de cuando acá Renee  se preocupa por mí, algo trama yo la conozco muy bien y sé que nunca hace nada sin alguna intención oculta.

— Amor, no hay necesidad de llegar a esos extremos, no creo que el caballero, quiera quedar fichado como un pedófilo, o un violador… hay… maneras de solucionar las cosas.

— ¿Ah sí? Y cuales son según tú Phil. Después de criar a Bella como una hija nunca pensé que te desatendieras de esto tan fácil.

Ah, bravo, y la ganadora al Oscar como mejor actriz, Reneeeee Dweyer…. Jajajajaja, que la compre quién no la conozca, bueno basta de hacerme la dormida.

—Mmmmmmm— hice un pequeño ruido y me estiré  como si me acabara de despertar.

—Oh mi niña ¿estás bien? No te preocupes tu mamá está aquí para defenderte, mi bebé pasamos toda la noche buscándote, no tienes idea de la angustia que pasamos.

— ¿Señorita está bien? — me preguntó esa voz aterciopelada,  me giré para ver al dueño de tan melodiosa voz y creo que en ese instante morí y fui directamente al Olimpo, un dios griego en todo su esplendor frente a mí, de tez blanca que brillaba levemente con la luz del sol, unos ojos verde esmeralda profundos, que parecían traspasarme y un cuerpo que literalmente hizo que se me cayera la baba, bien definido, todo en su lugar ni de más ni de menos. Me quedé viéndolo como una idiota hasta que la voz de Phil me saco de mi ensoñación, ¿No podía ser más inoportuno?

—Como le digo aquí solo hay dos opciones, una va a la cárcel por mancillar a mi niña, o se casa con ella para reparara su afrenta.

—Perdón, pero entre ella y yo no…— empezó a sonar Claro de Luna en un celular e inmediatamente contestó— si Allie ¿Ahora qué quieres?.... ¿Cómo que Kate viene para acá?.... No yo no le dije a nadie y tu…. Ok yo lo resuelvo. Bye.

—Entonces…. — quiso continuar Phil.

—Me casaré con ella, inmediatamente…

¿? Que dijo que decía que había dicho, creo que me perdí… recapitulemos, yo salí llorando por los pleitos de siempre, camine por la playa, me adentre al mar, me salvo el dios griego…. ¿Y ahora se va casar conmigo?

Creo que mi cara dijo mucho porque Renee me apretó y susurro a mi oído.

— Espero que no cometas una estupidez, te casas con este y te largas para siempre de mi presencia, así ya no estropearás más nuestros planes escuchaste…  bastante me fastidiaste con nacer, y el casarte con este es lo mejor que te puede haber pasado.

El creer que mi madre no me quería, me dolía siempre; pero que ella me lo confirmará con sus propias palabras, creo que no me imagine el millar de cuchillos que se clavarían en mi pecho, quedé en un estado zombi, en shock es poco decir, después de escuchar sus palabras no recuerdo muy bien lo que paso…. Hasta que desperté en una habitación que no era la del hotel, tratando de recordar lo sucedido unos golpecitos en la puerta me distrajeron…

— Buenos días señora, le traje el desayuno. El señor dice que no se siente muy bien y le traje unos analgésicos… él está en el despacho y dijo que cuando se sienta mejor vaya a verlo. El despacho está bajando las escaleras la primera puerta a mano derecha.

— ¿?

—Con permiso señora mi nombre es Catherine, me puede decir Cathy. Solo oprime el botón con el número uno y vendré enseguida.

— ¿?

En mis 17años de vida, jamás había quedado en blanco como ahora, de pronto se me vino el mundo encima, Renee se deshizo de mí y me casó con un perfecto desconocido, y el hecho de que sea un adonis no quita que pueda tener mañas extrañas…. Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. Me levanté y me metí a la ducha, que por cierto era enorme, con una tina amplia que me llamaba a disfrutarla pero opte por una ducha normal, mientras el agua tibia recorría mis músculos recordé que estaba casada con un hombre del que no conocía  ni su nombre, ha, ha, ha, eso solo me podía pasar a mí, me quedé bajo el agua hasta que se empezó a enfriar.

Me puse un albornoz enorme que había allí; Salí y me senté en la cama acercando la bandeja del desayuno que consistía en fruta variada con yogurt, cereal, jugo de naranja unas tostadas con miel y un vaso de leche.

No sabía cuanta hambre tenía hasta que me lo acabe todo.

No debería retardar más el asunto así que  me dirigí al estudio tal como me dijo. La casa estaba completamente alfombrada así que no me molestaba en absoluto andar descalza lo único era el albornoz demasiado grande que lo arrasaba.

De lo  poco que vi de la casa, era grande y sobre todo con una decoración de muy buen gusto en tonos neutros con unos toques oscuros le daban un gusto más masculino. Toqué brevemente la puerta y escuché un pase…

Él se encontraba tras el escritorio, sobre él había una pila enorme de papeles,  — Deja el café Cathy, por favor dile a Isabella que cuando tenga un momento venga a verme— aún estaba concentrado en lo que leía y pude apreciar sus facciones masculinas y sexis; su nariz recta, pómulos cuadrados y unos labios cien por ciento deseables, traté de despejar esos pensamientos y compuse mi garganta.

—Mmm, ¿hola? — sonó como pregunta pero… levantó la vista y me miró. Primero sorprendido me recorrió de pies a cabeza con la mirada y luego sonrió, y juro  que se me doblaron las rodillas, esa sonrisa torcida debería ser ilegal.

—Hola, que bueno que te despertaste, ¿Cómo te sientes?- preguntó con tono preocupado.

—Creo que bien, la verdad no recuerdo mucho acerca de lo que pasó— mis pies se miraban muy interesantes….bueno mis dedos que salían   debajo del albornoz.

—Siéntate, debemos hablar—me senté en el sofá grande que tenía, era de piel negra con costuras claras muy cómodo y muy… como él.

—Por donde empiezo… —dijo mientras se desordenaba más el cabello.

—Creo que desde el principio… yo solo recuerdo que escuché una discusión con Phil y mi madre donde decían que me querían acomodar a trabajar en el hotel, en alguno de los puestos de limpieza que había disponibles…—noté una mueca en su perfecto rostro, y que tensaba la mandíbula— Luego salí huyendo y empecé a caminar por la playa con un huracán de cosas en mi mente…de pronto sentí como que me faltaba aire y después…—omití lo de lo segura que me sentí al estar entre sus brazos— desperté y escuche una discusión y luego todo se volvió nebuloso— él se acercó a mí y limpio mis mejillas no me había dado cuenta de que estaba llorando.

—Bueno ahora yo te voy a contar desde que te vi— suspiró— yo también salí de casa a caminar por la playa para despejarme… había tenido una fuerte discusión con… alguien… y  te vi caminando mar adentro como si te estuvieran jalando el agua te llegaba más y más arriba y lo único que pensé fue en evitar que te ahogaras… cuando te saqué estabas temblando y te envolví en una toalla de las del hotel que se encontraba en un camastro… sollozabas y te abrasé…para que con mi calor corporal se te quitará el frio pues temblabas mucho y tus labios se estaban poniendo azules… te estuve abrazando hasta que no se cual de los dos se quedó dormido primero…cuando desperté fue porque alguien me empujo y caí del camastro y era tu papá.

— Padrastro— interrumpí.

—Bueno tu padrastro me tumbó y me tomó por el cuello acusándome de haber abusado de su hija…porque yo… bueno estaba sin polera y tu… bueno te mirabas algo …bueno me entiendes , el caso es que discutimos y me dijeron que si no me  casaba contigo para reparar mi falta me demandarían, yo les traté de explicar la situación pero no me lo permitieron y me dieron ultimátum, así que para evitar problemas decidí que era mejor casarme…además de que noté algo que no encajaba bien …no sé si me entiendas— suspiró jalándose el cabello, al parecer lo hacía siempre que estaba algo nervioso.

— Pero, podías probar que no paso nada…— y me sonrojé. Solo de pensar como seria eso.

—Y según tú como se proba… ¿Quieres decir que tu…….?- no lo deje terminar la frase.

— Sí, yo soy virgen y con un chequeo médico lo hubieran comprobado.

Se me quedó mirando  fijo a los ojos un rato. Y yo me estaba ahogando en el verde hermoso de sus ojos ¡cállate! Me reprendí mentalmente.

— Bueno…— titubeó, aunque no fueras virgen había  formas medicas de comprobar de que no tuvimos relaciones, la verdad es que yo… bueno es que…— comenzó a balbucear.

—Dime por favor, quiero saber todo.

— Es que creo que te vas a enojar bastante conmigo.

Me sorprendí— ¿Qué  pueda ser tan grave para que me enoje contigo? , dime y yo juzgaré.

Flash back EPOV

Me sentía desubicado con todo lo que estaba sucediendo, me parecía tan bizarro, como puede un acto de humanidad convertirse en semejante malentendido, si bien era cierto que me había quedado dormido junto a la muchachita que salvé no había pasado nada más.

Estaba tratando de pensar en una solución tal vez llevarla a un hospital para comprobar que no habíamos tenido relaciones… esa sería la mejor solución pero en eso sonó mi teléfono...

— Si Allie ¿ahora qué quieres?....

— Edward, disculpa que te llame pero, no sé como Kate se entero donde estas y quiere ir para allá…perdón hermanito. — sentí que me fallaban las piernas.

— ¿Cómo que Kate viene para acá? — pregunté sintiendo que me hundía.

— Ayer llegó a la oficina, y me reclamó el no decirle tu paradero, pero que ella tenía sus contactos, el caso es que se quería ir inmediatamente y le dije que primero tenía que cumplir con los contratos que tenía pendientes y después podría hacer lo que quisiera… ¿De casualidad no le dijiste a alguien?…

— No, yo no le dije a nadie ¿Y tú?…

—Por supuesto de que no, sabes que nunca te traicionaría, soy cien por ciento team Edward… nada mas no le digas a mi Jazz. Tienes unos cinco días a lo mucho para hacer algo o irte a otro lado. Aunque es preferible que la enfrentes de una vez.

— Ok yo lo resuelvo. Bye.

— Bye, besos.

Entonces hablé sin pensar y bueno de allí nos fuimos directo a un registro civil. No sé qué le diría su mamá al  juez que nos casó inmediatamente y me miraba con algo de odio. Saliendo del registro civil, nos vinimos directo para acá ella estaba como ida y le pedí a Cathy que le ayudara… y bueno, ella la ducho y le hizo tomar un té después de eso logro quedarse profundamente dormida.

Inmediatamente me encerré en el despacho, hasta que me calmé y después me fui a duchar a la habitación de huéspedes. Casi  no dormí pensando en la reacción de mi “esposa”.

Fin flash back EPOV

Me quedé en silencio y las lágrimas corrían por mi rostro, me levanté y me acerque a él dándole una fuerte bofetada.

—Toda mi vida me han utilizado, pero ellos eran mis padres…—sollocé— ¡Y tú por haberme salvado de lo que pudo haber sido lo mejor para mí; con qué derecho te atreves a  tomar decisiones por mí!… estoy harta y me voy de aquí… ¡Demándame si quieres o haz lo que quieras porque no voy a permitir que me uses…escuchaste...! — y salí de allí subí a la recámara, mi ropa estaba doblada sobre la cama y me la puse, pero cuando quise salir de allí la puerta estaba cerrada…

—Edward, ¿Qué haces?, ¡déjame salir! — aporree la puerta sollozando — ¿Con qué monstruo me casé?

—Bella por favor… solo necesito que me escuches…

— ¡Déjame salir! No quiero estar aquí.

— Por favor… solo…solo escúchame y si después de saber lo que te diga te dejaré ir y no te molestare más, nos divorciaremos…o lo que tú quieras.

Me senté en el piso recargada en la puerta, aunque no quisiera no tenía otra opción, no podría ser nada malo escucharlo ¿o sí?

— Está bien, habla…— silencio…suspiró

— Primero necesito que sepas que yo…bueno el por qué necesito de tu ayuda— silencio de nuevo al parecer le costaba hablar.

—Por favor la versión corta — supliqué.

— Bueno, Kate era mi novia y el día que le iba a proponer matrimonio la descubrí en nuestro departamento con otro hombre que por cierto era nuestro vecino Garrett… El caso es que pedí cambio en mi trabajo; de Chicago, donde vivíamos por su trabajo, a Washington donde trabaja mi padre… luego la busqué cuando estaba más tranquilo le dije que ya no quería estar más con ella y que no me buscara, ni siquiera le reclamé su engaño…y bueno de eso hace un par de meses y estoy aquí. Ella dio con mi paradero y viene a buscarme para reconciliarnos, según ella... por eso te pido, no, te suplico que seas mi esposa los días que ella esté aquí… por favor… te necesito…

Me quede en shock ¿Qué tenía esa en el cerebro? De seguro nada ósea engañar a semejante hombre, que digo hombre semejante…

— Bella por favor que me dices.

Suspiré — ¿y cómo crees que le haremos creer que somos un gran matrimonio si ni siquiera nos conocemos…?

— ¿Quiere decir que aceptas?

— No has contestado mi pregunta…

— Bueno pues tenemos unos cuatro días para conocernos por lo menos...

Sonreí, no podía ser tan malo de todas formas no tenia donde ir así que me levante y abrí la puerta.

— Hola, soy Isabella Marie Swan…

Estiré mi mano y el la estrecho haciéndome sentir una fuerte electricidad en donde su piel tocaba la mía.

-Hola, soy Edward Anthony Cullen Masen… tu esposo…

 

 

Capítulo 2: "conociendonos"

 
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