Mi nombre es Isabella Swan y nada pudo ver salido peor en mi vida. Tenía todo lo que podía desear, autos, casa grande, los hermanos mas hermosos del mundo y mis padres eran un completo dulce.
Alice y yo éramos las mas chicas, éramos cuates (ya saben que no son iguales pero nacen al mismo tiempo) y teníamos 17, Edward era el siguiente con 18, Jasper de 19 y Rosalie y Emeet que eran gemelos aunque sin ningún parecido de 20.
Mi padre Carliste era un cirujano que andaba por todo el mundo dando conferencias y mi mama Esmee era diseñadora de interiores muchas veces los dos se iban juntos en su decima sexta luna de miel. Jajajaja.
Mi vida mas perfecta no podía ser hasta que choque con un auto que tenia nombre y apellido… Edward Cullen.
Mi hermano mayor y yo siempre habíamos sido los mejores hermanos hasta los 13 años cuando le pedí que me enseñara a besar.
Desde entonces me di cuenta que estaba enamorada de mi propio hermano, y sin la menor oportunidad de deshacerlo. Edward tenía una novia llamada Tanya la cual era todo un dulce. Yo tenia mi propio novio Jacob, aunque a veces creía que solo lo usaba para no pensar en Edward.
Estaba en mi cuarto escuchando música, Jacob y Edward llegarían pronto entonces yo tendría que besar a Jacob para aclararme las ideas cuando viera lo guapo que Edward se veía hoy.
Se oyó el gran ruido de la camioneta de Jacob acompañado del suave ruido del volvo de Edward mi corazón palpito lista para salirme a recibirlos.
Estaba acostumbrada, mis pasos rítmicos se oyeron en todo la habitación mientras bajaba, pero me arrepentí al instante cuando vi que Edward llego solo, es lo que yo evitaba siempre.
-hola pequeña- saludo dedicando una de esas sonrisas torcidas que yo adoraba. Por un segundo me quede con la cabeza gacha, lo mas seguro es que una vez que levantara la mirada me pondría roja y no podría evitar imaginarme todo tipo de cosas.
-hola- respondí aun con la cabeza gacha- ¿y Jacob?- pregunte como quien no quiere la cosa.
-no puedes vivir sin tu príncipe azul- dijo en tono de burla- tranquilízate bella su amigo seth le llamo de emergencia al parecer ocupaban terminar un proyecto escolar.
-Eso significa… que estaremos solos hasta que llegue Alice- confirme poniéndome roja como un tomate, era obvio.
Se rio.
- Si- me respondió- al parecer estaremos solos, que quieres hacer.
Por primera vez levante la vista. Lucia una camiseta morada que combinaba con sus ojos verdes, y un short color caqui que lo hacia ver como modelo.
Su risa cantarina me hizo volver ala realidad.
-¿Qué te parece si vemos una película? – Me propuso – hace mucho que no te veo llorar con la de ‘’la última canción’’.
- claro una noche de diversión viéndome llorar- dije sarcásticamente.- no se como no lo había extrañado.
Se rio y yo me dirigí a hacer palomitas para la noche de películas.
Edward se sentó en el gran sillón de la sala y puso la película. Me observo llorar mientras se reía y sobaba mi cabeza. Luego puso una de mis películas favoritas ‘’una esposa de mentiras’’. El volteaba con cada carcajada que yo profería. Pronto se quedo completamente dormido.
Solo despertó para decirme.
-sóbame la cabeza bella por favor- y se acostó en mi regazo. Sin como negarme lo deje que se acomodara mientras lo acariciaba sin saber como me quede dormida.
-¿bella? ¿Edward? Despierten dormilones.-me despertó la voz de Tanya mientras sentía algo sacudirme fuertemente mi hombro.
Abrí los ojos quedándome sorprendida estaba en los brazos de Edward acunada contra sus pecho.
-estaba esperando que despertaran- se explico Tanya cuando abrí los ojos y me moví- ya es muy tarde y yo tengo que irme, despierta a Edward y llévalo a su cuarto.
-si, gracias Tanya- le dije levantándome.
-nos vemos bellita dile a Edward que lo amo.- me dio un beso en la mejilla, luego se lo dio a Edward y se fue.
Como desearía ser ella.
Apenas logre despertar a Edward para que pudiera caminar lo lleve arrastrando hacia su cuarto, le quite los zapatos y lo recosté. Arropándolo con otra manta.
-bella- me llamo cuando estaba apunto de irme.
-¿Qué paso? Le dije apunto de caer dormida.
-quédate conmigo.
-¿quédate a dormir conmigo por favor?-me suplico.
Estuve a punto de negarme, pero sin poder resistirlo me quito el pantalón y me acuesto junto a él, el me arropo con la manta me envolvió con los brazos Asia el.
-te quiero bella- me susurro.
- yo también te quiero hermanito.
- no quiero ser tu hermano.
Hola bueno este es como un Inter ya se pudieron dar cuenta de para donde va ir la historia. Espero que les guste y les avisó que si este fic funciona lo actualizare cada dos semanas.
Espero que les guste.
Andreita.
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