Cuatro  meses han pasado desde que tú te fuiste y aun tengo las palabras de aquella tarde marcadas en mi mente y en mi corazón.

-Bella, no quiero que me acompañes-  pronunció las palabras de forma concisa y precisa sin apartar los ojos fríos de mi rostro, observándome mientras yo comprendía lo que me decía en realidad. Hubo una pausa durante la cual repetí esas palabras en mi fuero interno varias veces, tamizándolas para encontrar la verdad oculta detrás de ellas.

-¿Tú... no... me quieres?- intenté expulsar las palabras, confundida por el modo como sonaban, colocadas en ese orden.

-No.-

Pero ahora el dolor casi desaparecía Jake me ayudaba a sobrellevar el dolor, me distraía para no pensar en él, aquel que de solo pronunciar su nombre dolía en el fondo de mi alma , sentir la adrenalina hacia que vuelva a oír su aterciopelada voz, mi imaginación me daba un recuerdo casi perfecto de lo que era el ser mas bello que podría existir, pero ni Jacob me podía alejar de la realidad, Edward  se había ido, el nunca me amo solo fui su pasatiempo-si eso fui la humana que lo sacó de su monótona vida-nunca hubo el león enamorado, solo una estúpida oveja que se creyó todo lo que un ángel le decía, el dolor que ahora sentía era mayor a lo que sentí cuando James me rompió la pierna, cuando me mordió y sentí su ponzoña arder en todo mi cuerpo, ese dolor era mucho mejor que el de ahora, el dolor físico se cura, pero ¿cómo sanar un corazón hecho trizas?

-En cierto modo, te he querido, por supuesto, pero lo que pasó la otra noche me hizo darme cuenta de que necesito un cambio. Porque me he cansado de intentar de ser algo que no soy. No soy humano-me miró de nuevo; ahora sin duda, las facciones heladas de su rostro no eran humanas-he permitido que esto llegue demasiado lejos y lo lamento mucho-

-No-contesté con un hilo de voz; empezaba a tomar conciencia de lo que ocurría y la comprensión fluía como ácido por mis venas-No lo hagas

Recordar que él hizo caso omiso a mis súplicas dolió aun más hubiera preferido que el me siguiera engañando diciéndome que me amaba que hacer pedazos mi alusión al decirme de que solo me quiso y que ahora se cansó de mi.

Maldigo el momento en que sus labios tocaron los míos por primera vez, el día en que el se convirtió en mi primer y único amor, en momento que lo ame mas que a nada en el mundo.

De cierto modo agradezco al destino que me haya traído hasta Forks, así aquí haya conocido al hombre que me lastimó, pero también el me hizo descubrir el amor.  

Pero ahora que Jake se había convertido en lobo de nuevo estaba sola y sus recuerdan invadían mi mente “deja de pensar en él” me repetía mi coincidencia “te vas a arrepentir”, decidí ignorarla si iba a sufrir lo haría pero con la satisfacción de haber recordado a mi amado.

Recordé cada instante junto a el, cada roce con su piel, cada vez que al susurrarme al oído me hacia sentir en el cielo, sus perfectos ojos color caramelo, cada línea de sus labios, la forma en que una vez me dijo te amo, entonces llegó lo inevitable esperé poder desmayarme pero por desgracia, no perdí la coincidencia, sentía un calor abrazador por todo mi cuerpo, mi cuerpo temblaba completamente, Charly no se encontraba en casa así que deje que mis gritos de dolor llenaran la casa, el dolor se volvió mas fuerte tanto que ya no lo pude soportar, me arrastre hacia la cocina y marque a la única persona que me podría ayudar

-diga-contesto Billy, rayos no era Jake pero podía confiar en el

-Billy soy Bella por favor ayúdenme-apenas pude hablar el dolor me lo impedía

-¿qué te sucede Bella? , ¿Le avisaste a Charly?-

-no, no le digas nada no quiero preocuparlo-

-¿qué tienes?-

-no se me duele todo el cuerpo y no puedo dejar de temblar-

-oh no-pronunció asustado- tranquila los chicos irán por ti-colgué el teléfono y me oville en el suelo para tratar de contener el dolor pero no podía cada vez se hacía mas fuerte, tal vez pasaron minutos, horas hasta que oí la voz de Jake

-Bella ¿dónde estas?-entró de inmediato

-aquí-mi voz apenas era audible

-cariño que te paso-me tomo en sus brazos

-Jake has que pare-lágrimas salían de mis ojos-ayúdame

-no te preocupes ya no sentirás dolor-

-Jacob llévala donde Emily-me cargo y me llevo corriendo hacia la playa, podía oír el sonido de su respiración hasta que perdí el conocimiento.