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Me llamo Isabella Swan y esta es mi historia.
Una huerfana... eso era... una chica que habia perdido a sus padres tragicamente... a mis 17 años era una chica normal, nada en especial, era palida, cabello color marron con reflejos rojos visibles a la luz del sol, ojos chocolates, no muy alta y tenia pequeñas curvas, para mi punto de vista nada sexy.
Para cuando mis padres murieron yo solo tenia 10 años, y puesto que yo solo los tenia a ellos, la vecina, Heidi creo que se llamaba, me mando a un Orfanato. Una vez alli tuve que soportar maltratos, malas palabras, reproches y muchas cosas mas durante 7 años. Hasta que por fin un dia decidi escaparme... no soportaria mas un solo dia en ese horrible lugar. Y lo logre.
Y al fin me encuentro libre caminando por las calles de Chicago sin un destino definido, solo queria disfrutar mi libertad, encontrar un camino el cual seguir, encontrar una personas que me quisiera y cuidara de mi. Todos estos pensamientos se fueron a la basura cuando mi torpeza hizo acto de presencia y choque con alguien.
- Lo siento, no te vi - fue lo que logre decir, puesto la verguenza que senti en ese momento.
- No te preocupes, yo era el que iba distraido, cuanto lo siento - dijo con voz aterciopelada el hombre que tenia enfrente.
- No tranquilo, estoy bien - alce mi vista que hasta el momento la tenia clavada en el piso, y me encontre con unos hermosos ojos verdes y una sonrisa que le quitaba el aliento a cualquiera.
- Segura? - pregunto preocupado.
- Eh... si, chao - quice alejarme, pero me detuvo poniendo su mano en mi hombro.
- Espera - dijo rapido.
- Que? - dije retrocediendo... ¿sera un loco?, pense para mis adentros.
- Se que tal vez tus padres te enseñaron a no hablar con extraños, pero dejame recompenzarte por mi torpeza hace un momento... - dijo con tono duelce.
- No se preocupe, estoy bien, no es necesario - trate de razonar con el.
- Sabes suelo ser muy insistente, anda... por favor - pidio casi suplicante... pensandolo bien, ¿que tenia de malo?
- Esta bien - dije en un suspiro.
- Excelente... por cierto, soy Edward Cullen - dijo extendiendo su mano hacia mi.
- Bella Swan - dije estrechando su mano con la mia. Una sensacion extraña, como un cosquilleo recorrio mi cuerpo. Al parecer el tambien lo noto, por que solto mi agarre.
- Lindo nombre Bella - me halago, me senti terrible, mi padre era el unico que me decia Bella, al parecer mi sifrimiento se reflejaba en mi rostro puesto que pregunto.
-Estas bien? - se acerco mas a mi con ademan protector.
- Si si, no te preocupes - respire profendo y le di una calida sonrisa.
- Bueno, te apetece un helado? - me pregunto señalando la heladeria al otro lado de la calle.
- Claro - caminamos hacia el otro lado de la calle, me dijo que lo esperara afuera, el entro y 10 mitutos despues salio con dos helados en mano.
- Vainilla con trozos de chocolate? - cuestione tomando el que el me ofrecia.
- Si, no te gusta?... puedo cambiarlo si qui... - lo interrumpi.
- No no, es solo que es mi sabor favorito - confese llevandomelo a la boca.
- En serio?, el mio tambien - dijo feliz.
Caminamos hacia un pequeño parque, nos sentamos en una banca a terminarnos de comer el helado, el termino antes que yo y solo se dedico a observarme. Cuando termine, el hablo.
- Tengo una duda Bella? - de nuevo otra punzada de dolor.
- Cual? - dije mirando mis manos.
- Por que?... por que una niña tan linda y dulce como tu tiene la mirada tan cargada de dolor y sufrimiento? - pregunto frunciendo el ceño pero con tono amable tomando una de mis manos entre las suyas.
- La vida no es un cuento de hadas -dije sencillamente, quitando mi mano del agarre de las suyas.
- Que te hicieron Bella, que te hicieron para que estes asi? - pregunto tomando mi mano de nuevo, y no aguante mas, llore... llore como hacia mucho no lo hacia.
El solo me abrazo fuertemente y me susurraba cosas para que me calmara. Luego de no se cuanto tiempo llorando mis lagrimas fueron cesando y mis sollozos fueron bajando de tono.
- Peroname, no debiste presenciar esto - dije con verdadera pena.
- Tranquila, todo esta bien... pero no contestaste mi pregunta - observador que salio el chico ¿no?
- No se si pueda Edward - dije ya mas calmada.
- Intentalo, hablar siempre ayuda, confia en mi, por favor - en ese momento el tenia una mirada llena de ternura, proteccion y ¿amor?... que no me supe negar.
- Esta bien, pero escucha, y sin interrupciones - le pedi, tomando una gran bocanada de aire.
El solo asintio, y empece a contarle mi triste y patetica vida, desde la muerte de mis padres hasta que tropece con el. El solo fruncia el ceño o asentia con la cabeza. Para cuando termine me encontraba llorando ( de nuevo) en sus brazos.
- Bella, no quieres vivir conmigo? - solto de golpe.
Lo mire sorprendida, ¿ como se le ocurria preguntarme eso? a penas nos conociamos.
- No lo tomes tan radical, escucha, mi padre esta de viaje, y creo que seria una genial idea que cuando el vuelva te adopte... se que no es facil de asimilar, pero te aseguro que mi familia te va a adorar - explico pausadamente.
- No lo se, a penas nos conocemos - razone.
- Por favor, confia un poco en mi, prometo no hacerte nada malo - dijo sonriendome.
Me puse a analizar su propuesta, y al final no era tan mala, yo queria una familia, y si la familia de edward eran tan dulces y respetuosos como el, deberian ser la familia perfecta, a demas, con el me sentia tan segura, a su lado me sentia capaz de enfrentar todo... asi que sin pensarlo mucho.
- De acuerdo - acepte nerviosa.
- Maravilloso, ahora por que no nos vamos, es tarde, mañana le dire a mi hermana que te lleve de compras si? - nos pusimos de pie y caminamos de regreso.
- Ok - paramos frente un lindo Volvo plateado.
- Lindo auto - le dije sinceramente.
- Gracias - me ayudo a subirme y luego subio el, encendio el auto y arrando.
20 minutos mas tarde estabamos frente a una hermosa casa de dos plantas, era grande y se veia lujosa, las luces estaban apagadas pero aun asi, se veia que era muy acojedora y horareña.
- Ven - me tomo de la mano y me guio hasta el interior de la casa, encendio las luces y me sorprendi. Era hermosa.
- Debes estar cansada - dijo mirandome.
Yo solo asenti, me guio hacia el piso de arriba y me dijo que hoy no habia nadie en casa, me dejo frente a la puerta de la habitacion huespedes y se despidio. Entre y no me fije mucho en los detalles, camine hacia el baño y ahi habia todo lo necesario, me asie y tome una de las batas que habia ahi y me fui a la cama.
Analizando todo lo que habia pasado en el dia, cai en los brazos de morfeo.
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Capitulo 1: Conociendote
