Pervirtiendo a Edward (+18)

Autor: mari584
Género: + 18
Fecha Creación: 19/06/2010
Fecha Actualización: 09/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 89
Comentarios: 256
Visitas: 335795
Capítulos: 34

"Bella es la chica linda de la escuela y también es malvada, pervertida y coqueta. Siempre tiene lo que desea. Es por eso que verá en Edward, un tímido y sencillo estudiante, la materia prima ideal para su hombre de ensueño. El problema es que necesita unos "pequeños toques" por lo que Bella sumergirá a Edward en un océano de lujuria, desenfreno y libertinaje, para obtener lo que desea de ese hombre… pero en el intento, las cosas pueden no resultar como esperaba… al final, puede haber terminado creando un monstruo…"

chicas nueva historia y un nuevo comienzo...! =D

esta historia no es mia es de Natalia alias nandir77, es una excelente historia de esta maravillosa autora, espero que sea de su completo agrado para todas uds...! =D

espero que les guste y me lo hagan saber mediante sus comentarios y votos...! =D

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Capítulo 5: Agua turbia

Bella POV

Cuando llegue a casa, lance las llaves a la mesita y subí corriendo a mi dormitorio. Como siempre, papa no estaba, así que daba lo mismo la hora. Llegue a darme una ducha, y por más que trataba de pensar en otra cosa, no podía sacarme a Edward de la cabeza. Seria porque el chico era tierno, pero eso no haría que cesara en mis propósitos. Eso solo lo hacía más excitante. Lo más probable es que fuese virgen y yo nunca había estado con un virgen. Le enseñaría todo lo que debía saber hasta transformarlo en lo que desea… después, me daba igual.

Me quite la ropa y me di una ducha fría. Falta que me hacía, después de semejante experiencia. Pero no era el chico, era… la necesidad de estar con alguien. Solo eso.

Me acosté y comenzó a sonar mi celular. Era Alice. Maldita mujer, como llamaba a estas horas.

- Que rayos quieres a estas horas Alice – le gruñí

- Tienes que contarme ya lo que ha pasado, yo no esperare hasta mañana – me dijo

- Que maldita sucia eres – le dije – no te contare lo que hice, es personal

- Desde cuando Bella- me contesto – yo siempre te cuento lo que hago… vamos, dime al menos… ¿lo tiene grande?

Que sucia pervertida. Pero debo reconocer que me sonreí al recordar.

- Si Alice… debo decirte que el chico tiene lo suyo

- Lo sabia – me dijo- los silenciosos son los peores… ¿y te hizo algo… o?

- No desquiciada, no me hizo nada… solo le mostré un poco la mercancía, nada mas

- Wow… porque será que no te creo… tu siempre te los tiras enseguida Bella, no me jodas – dijo Alice molesta

- No es mentira – le dije molesta – no me puedo tirar a la primera a un virgen Alice…-

- ¡No!- chillo ella, excitada – No me vengas con esas… si ya no existen los hombres así…

- Bueno, te puedo asegurar en un 99% que Edward es virgen… dudo mucho que lo haya hecho con alguien por como actuó… el pobre temblaba… ¡estaba a punto de correrse en los pantalones! – le dije, recordando con ansiedad.

- ¿Y eso fue todo? ¿No hiciste nada más…?

- Bueno, lo bese… y es en realidad muy buen besador… aunque no tiene experiencia…

- Vaya chica, parece ser una mina de oro ese tontito… ¿y qué harás para adecentarlo…?

- Ya partí con lo más complejo, la ropa… mañana iremos al salón de Jess y veremos… yo creo que va a quedar estupendo…

- Eso tendré que verlo… ¿se juntaran mañana?

- Si, maldita entrometida – le dije- y ahora déjame dormir, que tengo trabajo que hacer mañana…

- Bella… en realidad le harás esto al chico… ¿no has recapacitado.?- me pregunto ella.

De cuando acá Alice con cargo de conciencia… que le pasaba a esta perra…

- Oye no te metas en mis asuntos ya te dije idiota

- Bah, después no me digas que no te advertí… estas cosas nunca terminan bien degenerada

- ¡Degenerada tu madre, buenas noches!- le grite y colgué

Jodida Alice. No me iba a hacer dudar. Yo lo quería, a mi gusto, pero iba a ser mío… después que hiciera lo que quisiese. A mí no me importaba.

Por fin, como media hora más tarde, conseguí dormirme.

Me desperté muy tarde al día siguiente, muy tarde. Cuando vi la hora eché una maldición. Nadie me despertó.

Me duche rápido y me dispuse a seguir con mi obra. Estaba feliz de tener algo interesante que hacer, cuando llamaron a la puerta de la casa. Al parecer no había nadie, porque el maldito timbre seguía sonando y sonando…

Corrí escaleras abajo de mala gana y abrí la puerta. Maldición, lo único que me faltaba

- ¡Querida hermanita! – grito Emmett, a la puerta con un gran bolso

- ¿Qué demonios haces acá Emmett? – le gruñí, mientras pasaba sin siquiera ser invitado

- Bueno pues… he venido a pasar una temporada contigo… por recomendación de mama

- Claro, no tiene a nadie más a quien molestar esa idiota – bufe

- Deja de tratar así a mama o te pondré jabón en la boca- me dijo ceñudo -Tu no cambias nada verdad… ¿qué? ¿ya te has tirado a medio pueblo?

- Metete en tus asuntos Emmett – le dije, volviéndome a mi cuarto

Pero antes de subir el me detuvo.

- Bella escucha – me dijo serio- mama en realidad está preocupada… quiere saber de ti. No le hagas esto mas difícil, ella en realidad te quiere… tu no la llamas…

- No me digas… ¿alguien que te quiere te envía a este pueblo de mierda?-le grite – pues no, ella solo quería estar sola para estar con su maldito novio rico… nada mas… no le importo yo… ni tu… deberías saberlo

- Sabes que no es verdad- me dijo- Yo me quedare acá un par de meses. Espero poder llevarle buenas noticias

- Bueno, pues espera sentado- le gruñí y me zafé de su agarre.

Maldición, con mi hermano acá todo se haría más difícil. Era y fue siempre una maldita buena persona, y eso causaba que me odiara más. Me hubiese gustado ser como él, pero ya era tarde. La bala perdida siempre fui yo y no tenía fuerzas para enderezarme.

Busque lo primero que encontré para ponerme y busque las llaves del auto. Baje de nuevo y busque mi celular.

- Emmett, quedas en tu casa- le dije, irónicamente – así que cuídala, yo vuelvo por la noche… tal vez… o quizás ni vuelva… a papa no le importa mucho

- Deberías quedarte para que hablemos – me dijo- quizás pueda meter un par de cosas buenas en esa dura cabeza tuya…

- No gracias, estoy bien así… nos vemos- le dije y salí antes de que me lo impidiera.

Apenas estuve en el auto le marque a Edward.

Me contesto al momento

- Cariño – le dije al oír su voz- Voy camino a tu casa… está bien… te veo en 20 minutos… ok, nos vemos entonces – y corte

No me gustaba llamarlo a la casa, quizás me terminaría respondiendo algún día la madre o el padre… tome nota mental de adquirir un nuevo celular. Así podría llamarlo cuando quisiera.

Cuando llegue a su casa, el ya me esperaba fuera. Lo vi y una sonrisa se me puso en el rostro en seguida. Se había puesto unos de los jeans que le compre y una camisa. Se veía muy bien, aunque todavía desentonaba con esos lentes y ese pelo tan peinado. Ya mejoraría eso también.

- Sube cariño – le dije abriendo la puerta del copiloto

- Hola – me dijo con timidez

- Iremos a donde una amiga que te ayudara con ese pelo- le dije – te encantara, así que tranquilo

- Está bien – me dijo, mirándome

Pude notar que dudaba si besarme o no, pero decidí no darle nada por ahora. No fuera a ser que se acostumbrara.

Maneje por la ciudad y en unos pocos minutos ya estábamos en el salón de Jess. En realidad no era de ella, era de su madre, pero para el caso, era igual. Entramos y ella estaba allí.

- Bella - me dijo con una gran sonrisa – ¿A que se debe tu visita querida?

– Que cínica era esta perra. Yo bien sabia que me odiaba, pero me seguía igual que una mosca, porque así se hacía fama. Pero si por ella fuera, me sacaba los ojos. Me daba lo mismo. No era más que una mosca muerta. Y todo porque salí con Mike Newton, que a ella le gustaba. En vez de andar odiando debería estar agradecida de que se lo quite de encima, se hubiera decepcionado en la cama de todos modos, el tipo era un asco.

- Vengo con un amigo- le dije- es a él a quien quiero que atiendan

- Oh – me dijo – llamare a mama

Pude ver el aire de tristeza que cruzo por el rostro de Edward cuando dije que éramos amigos. Pues que se bajara de su nube. Yo no tenía novios, ni nada. Solo parejas ocasionales. Y tendría que entenderlo. Era eso o nada.

La madre de Jess llego pronto y atendió a Edward rápidamente. Lo sentó y le puso la capa para cortar el pelo, y vi que se reflejaba el miedo en los ojos del chico. Probablemente jamás había estado en un salón el pobre.

- Bien cariño, ¿cómo quieres que te corte el cabello? – pregunto la Sra.

- No le preguntes a él no tiene idea – le dije yo – haz esto

Y le describí cabalmente como quería el corte. Ella me miro con extrañeza, pero al ver que Edward no se oponía, se alzo de hombros e hizo lo que yo le dije. Edward tenía los ojos cerrados mientras le cortaban el cabello. Luego de unos 20 minutos, ella terminó. Estaba bien, pero como que… faltaba algo.

- ¿Hey tienes mousse o algo de fijador? – le pregunte

- Claro – me dijo – y me tendió una botellita

Yo me esparcí el líquido en las manos y desordene su cabello un poco, dejándolo con un estilo más bien casual. Eso era, estaba en el punto. Se veía genial y casi irreconocible. Perfecto.

- Cariño, deberías abrir los ojos y verte – le dije en su oído. Ganándome un estremecimiento de parte de él.

Vi como abrió sus verdes ojos y se quedo pasmado. El chico estaba en shock.

- ¿Qué, no te gusta? – le dije, haciendo un puchero.

- No- me dijo él, enseguida- no es eso es que… ese que está ahí no soy yo…- me dijo

Me lance a reír

- Claro que eres tu cariño, solo que con otro aire… ves… te ves muy bien… sexy…

Vi como Edward se ruborizaba nuevamente y se pasaba las manos por el pelo. Demonios, eso fue sexy. Pero no se lo iba a decir, por supuesto.

- Si a ti te gusta esta bien- dijo sonriendo

- Muy bien- le dije

Me di el gusto de ver como Jessica me miraba enrabiada por mi nueva adquisición. No podía creer que fuese el mismo Edward y se viera tan bien. Estúpida, ahí tienes. Sufre.

Le pague a la Señora y me despedí de Jess. Ella me tomo el brazo cuando me acerqué a ella.

- Por Dios… no me digas que es Cullen – me dijo bajito

- Claro que lo es – le dije- está en mis manos, así que olvídate de ponerle los ojos encima zorra- le advertí de inmediato. Ya la conocía.

- Todas sabemos que no te duran nada las conquistas Bella- me dijo- así que en cuanto te canses, soy la primera en la lista- dijo dándole una mirada libidinosa.

- Bueno eso ya es tu problema… pero mientras este conmigo olvídalo- le advertí

Ella solo sonrió y se fue hacia dentro del local.

- Vamos cariño, acá el aire se puso un poco denso

La última parada, un contactólogo que conocía. El me ayudo con mis ojos, de hecho yo también usaba lentes de contacto.

Me recibió contento de verme y le explique la situación. Le dije a Edward lo que harían y el por supuesto, asintió. Se lo llevaron a una sala y lo espere. Se demoraron una eternidad. Sabía que tenían que hacerle unos estudios y luego hacer los lentes a medida, pero no recordaba que se demoraran tanto. Luego de unos 90 minutos, se abrió la puerta y entonces, la visión celestial.

Estaba equivocada cuando dije que Edward era un diamante en bruto… no era eso, era como toda una mina de diamantes. Por Dios, se veía genial y solo de verlo se me mojo la ropa interior. Maldita sea… que bien se veía.

Lo vi caminar sonriéndome, y casi se me sale el corazón del pecho. "Pura excitación, Bella, tranquila, ya será tuyo. Relájate" me tuve que decir, para calmar mis hormonas. En realidad que todas habían sido unas ciegas. Partiendo por mí, que no vi a este bombón antes…

- Edward, te ves espectacular… que buen trabajo

- Me molestan un poco los ojos- me dijo, cerrándolos levemente

- Te acostumbraras – le dije – yo también los uso, ¿sabías?

- No - me dijo con cara de asombro

- No te preocupes, el color es mío… solo son lentes normales de contacto… como los tuyos

Nos fuimos de allí y suspire. Este trofeo tenía que mostrarlo.

- ¿Te gustaría venir a una fiesta conmigo? – le pregunte

- Claro – me dijo, con buen humor – ¿donde es?

- Es en un bar… los padres de Alice son dueños… creo que te gustara.

Lo vi sonreír de buena gana, y yo acelere con emoción. Estaba que me partía en ganas de lanzarme y cogérmelo, pero sabía que este postre había que comerlo con calma. Nada de apuros. Lento se disfruta mas, además, necesitaba muchas cosas que saber aun…

Llame a Alice, para coordinar la llegada.

- Hey- me dijo cuando me contesto- Te estoy esperando hace un rato perra

- No te preocupes perrita - le conteste- ya vamos para allá

- ¿Vamos?- me pregunto

- Si- le dije – yo y Edward

- ¡Maldita zorra! – me dijo, riendo

- Lo mismo para ti, te veo en unos minutos- y corte

Llegamos sin cruzar palabra y estacione justo detrás del bar. Como siempre, hervía de gente, el Bar era muy famoso y concurrido

- ¿El Fantasy? – me pregunto Edward, boquiabierto

- Si cariño… ¿has venido antes?

- No – me dijo- pero es muy conocido… nadie que conozca ha podido entrar

- Pues lo conocerás ahora - le dije, tomándolo de la mano

Llegamos a la entrada, donde Sam nos dejo pasar en seguida. El ya me conocía, así que no hizo preguntas. Dentro estaba muy lleno, subimos al segundo piso para buscar a Alice.

Edward estaba alucinado a mi lado, y me sentí orgullosa de que las chicas se quedaran mirándolo con cara de hambre. Sufran todas, malditas.

Cuando por fin llegue al vip, Alice se estaba comiendo a besos con un tipo musculoso y grande. Típico de Alice.

- ¿Interrumpo?- pregunte

- Claro que si- me dijo Alice

- Como quieras, puedo irme si gustas

En seguida Alice se puso de pie, dejando olvidado al chico y me dio un abrazo.

- ¡Por fin llegaste maldita! – me chillo por sobre la música

- Claro, no pensaba faltar- le dije- Oye, quiero que conozcas a Edward…

Alice se lo quedo mirando boquiabierta, sin ningún disimulo. No lo podía creer.

- ¡Pero por Dios, quien es este chico tan guapo! – chillo Alice, abrazándolo

Vi a Edward un poco contrariado, pero luego también la abrazo, regalándole una sonrisa

- Edward Cullen señorita – dijo el, tan correcto y le tendió una mano

- Wow – dijo Alice, mirándome- Yo soy Alice Brandon- Este es el bar de mi familia… puedes venir cuando quieras.

- Gracias- dijo Edward

- Cariño – le dije yo- estás en tu casa, baila o mira un rato, yo hablare con Alice… luego te busco

Lo vi asentir, como siempre y alejarse entre la gente

- Lo vas a dejar suelto por ahí- me dijo Alice, incrédula – Te digo en seguida que te lo robaran

- No - le dije yo- no lo harán- y si él intenta hacer algo, me conocerá- le dije, segura

- Como quieras-me dijo- oye, ¿viste a los chicos que estaban al lado del bar?

- No – le dije emocionada… ¿en dónde?

- Son amigos de Paul, el tipo con el que estaba- me dijo Alice-¿Quieres conocerlos?

- Por supuesto que sí, le dije, arreglando mi escote

Alice me llevo al bar, en donde había tres chicos, uno que identifique como el que estaba con ella antes y otros dos, que no conocía. Ella me los presentó.

- Bella, este es Paul, ya lo conociste, el es Jacob y el es Jared… están en el pueblo por negocios- Me dijo Alice

- Mucho gusto- les dije yo, sonriéndoles

- El gusto es todo nuestro, me contesto Jacob, sonriendo con unos perfectos dientes blancos 

- ¿Un trago? – me pegunto Jared

-Claro- dije yo- ¿Quien soy para rehusarme?

Estuve muy entretenida, eran los hombres más guapos que había visto y ese Jacob estaba perfecto para que dejara mi sequia obligada. Alice se volvió a perder con Paul, supongo que a alguno de los vips, mientras que Jared se entretenía con una chica rubia que estaba a nuestro lado. Así que me dejo el camino libre para Jacob. Perfecto.

Me compro varios tragos y comencé a sentirme un poco mareada. Pero estaba feliz y eufórica. Salimos a bailar, y comencé a moverme con sensualidad, dispuesta a seducir a este chico y llevármelo a un vip.

Me acerque cuando la canción se puso más sensual, y me di la vuelta, apretándome contra él con mi trasero. Pude sentir que Jacob estaba más que dispuesto y mi excitación creció. El me abrazo por la cintura y comenzó a besarme en el cuello. Estaba en el cielo. Me di la vuelta de nuevo y lo bese con ganas. El bajo sus manos a mi trasero y me apretó contra el…

Y fue cuando comenzó el desastre.

Yo me había olvidado completamente de Edward y de toda esa mierda. Pero parece que Edward estaba sintonizando en otro dia, porque sentí cuando tomo violentamente a Jacob del cuello y lo separo de mí, para luego darle un feroz golpe de puño en la nariz.

La gente comenzó a gritar en forma automática, y yo estaba pasmada, mientras Edward levantaba a Jacob de nuevo y lo volvía a golpear. El trato de defenderse, pero al parecer estaba un poco bebido, por lo que no lo consiguió. Lo hubiese seguido golpeando, si no fuera porque aparecieron los dos amigos de Jacob, Paul y Jared, y los separaron, mientras Edward estaba como loco. Paul le dio un golpe en el rostro y Edward cayo sentado al suelo.

Vi como se llevaban a Jacob, y trate de evitar que se fuera. Pero me rechazo.

- No me involucro con chicas emparejadas- me dijo- debiste decírmelo

Y se alejó de mi, sangrando y llevado por sus dos amigos.

Alice por supuesto, estaba hecha una furia. Primero porque le habían destrozado algunas sillas, y segundo porque la habían dejado sin pareja y por ende, sin polvo para esa noche.

Me volví hacia Edward y quería solo masacrarlo. Me iba a escuchar de una vez.

- Edward – le dije cuando se puso de pie – sígueme, ¡ahora! 

Camine hasta el vip más alejado, entre, lo deje pasar y cerré la puerta con seguro.

En cuanto lo tuve en frente, le deje caer una bofetada gigante, tan grande que Edward llego a volver la cara. Imbécil, se lo merecía.

- ¡En qué demonios estabas pensando! – le chille – ¡quién demonios te crees para hacer eso, imbécil!

- ¡Te estaba tocando… eso es faltarte al respeto! – me grito de vuelta, y se gano otra bofetada

- ¡No me grites maldito idiota! – le chille, furiosa.

Edward tenía el rostro enrojecido y el labio levemente hinchado por el golpe de Paul. Me miro con tristeza extrema, alejándose un poco de mí. Pero yo no había terminado con él ni por asomo. Esta noche iba a aprender un par de cosas.

Me senté en uno de los sillones. Estaba frustrada, y no sabía qué hacer. Que tipo más idiota, me estaba arrepintiendo de haberme involucrado con él. Más encima me había perdido la oportunidad de ganarme una noche de placer. El la pagaría.

- Edward – le dije con la voz fría – acércate

Edward camino hacia mí, algo tembloroso. Se notaba en sus ojos el miedo, pero él se lo busco.

- Arrodíllate – le dije- Si no quieres, puedes irte, pero no me veras mas en tu maldita vida 

Edward se acerco y se arrodillo. Lo tenía frente a mí.

- Quítame el zapato – le dije

El me miro extrañado, pero lo hizo, de todos modos.

- Ahora, me besaras la pierna. Empezarás por el pie y seguirás por la pierna hasta que yo te diga… ¿entendiste?

- Edward no dijo nada, pero se acerco a mi pie y lo beso. De inmediato una corriente subió por mi piel, pero estaba tan enfurecida que no le hice caso.

- Sigue así- le dije, mientras me metía las manos bajo la falda -Quiero que sigas besando y subiendo

El no dijo nada, pero empezó a hacer lo que le pedí, despacio. La sensación era genial, y mis manos se perdieron en mi ropa interior, tocándome a mí misma.

- Sigue así – le dije – sigue

El comenzó a besar y cuando iba por la rodilla, hizo algo distinto y lamio mi piel. Me estremecí, y me gusto. El siguió así, lamiendo, hasta llegar al interior de mis muslos. Lo detuve. 

Para – le dije-sigue con la otra pierna

Y nuevamente, sin decir palabra, se paso a la otra pierna y siguió lamiendo y besando, hasta llegar a mi pie.

Cuando hubo llegado a mis dedos le dije

- Ahora te enseñare a darle placer a una mujer, y más te vale que lo hagas bien o te irás al demonio. Es tu oportunidad de que te perdone.

Y dicho esto lo tome del cabello y lo atraje hacia mí. Me quite la ropa interior, con rapidez y lo volví a jalar del cabello, enterrándolo en mi sexo.

- Ahora – le dije – quiero que me beses allí

Edward nuevamente acepto lo que le pedía, sin decir una palabra. Comenzó a besarme con delicadeza, lanzando por mi cuerpo oleadas de placer increíbles.

- Sigue así, hazlo así… bien… - le dije, sin soltarlo del cabello.

Edward comenzó suave, pero luego comenzó a besar con furia, pasando la lengua por toda la extensión de mi sexo, subiendo y bajando, lamiendo, succionando, enterrando su lengua… Lo hacía excelente para estar aprendiendo…

Sentí calor en todo mi cuerpo y me aferre con mayor fuerza a su cabello, suave y hermoso… me sentí desfallecer cuando enterró uno de sus dedos en mi, tratando de profundizar su ataque. De pronto mi cuerpo se rindió al placer, y colapse con sus caricias. Lance un gemido ahogado, mientras Edward también gemía, enterrado en mi sexo mojado.

Me caí hacia atrás, exhausta. Respire agitadamente y trate de poner en orden mi mente, ya bastante embotada por el alcohol.

Mire a Edward y aun seguía a mis pies, tembloroso y cabizbajo.

- Edward – lo llame

El levanto la vista y me miro con una mirada indescifrable. Me acerque a el, y lo bese en los labios, probando mi sabor en su boca. Me puse de pie, buscando mi ropa interior, y me la volví a poner. Hice lo mismo con mi zapato, y Edward también se puso de pie. Pude ver en su pantalón una mancha más oscura a la altura de la entrepierna, provocada, por la humedad que salió de su sexo a causa de la excitación. Me sonreí.

Me volví a sentar y lo mire.

- Ahora me vas a escuchar y lo harás bien, porque será la última vez que lo diga. Tú y yo no somos nada, me entendiste, yo no soy nada tuyo, tú no eres nada mío. Eso significa que yo puedo hacer lo que se me antoje, esa es mi regla. Tú no puedes involucrarte con nadie, porque fue mi regla desde el principio, pero no tengo ningún problema en dejarte ir y que no nos veamos mas. Si no te gustan las cosas así, eres libre de marcharte. Te puedes quedar con todo lo que te di, no me importa. Pero si quieres quedarte conmigo, deberás seguir mis reglas y eso implica no escenitas de celos, no explicaciones, no preguntas. Esta es mi vida, yo hago lo que quiero y lo tomas o lo dejas. Simple y directo. Tú eliges.

Lo vi dudar un momento y mirarme con desesperación. Se dirigió a la puerta, como si se fuese a ir, pero no llego a tocarla. Lo vi temblar y suspirar mientras se tomaba el pelo en forma frenética. No sabía qué hacer.

Finalmente volvió a mí y se arrodillo a mis pies.

- Soy tuyo – dijo simplemente – No puedo alejarme de ti

Yo sonreí y lo mire con desdén.

- Entonces está todo dicho, harás lo que te dije. Una escenita más como esta y te olvidas de mí para siempre, ¿está claro?

Edward asintió y vi como una lágrima bajaba suavemente por su mejilla.

- Ahora me voy a la fiesta, y tú puedes irte cuando quieras. Y ve como te vas a casa, porque no pienso llevarte.

Dicho esto, lo empuje con el pie y cayó hacia atrás, sentado en el suelo. Otra lágrima rodo por sus ojos, pero no me conmovió.

- Y no nos veremos al menos en una semana – le dije – no me gustan los hombres débiles

Y dicho esto, salí del vip cerrando la puerta con verdadera furia.

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que les pareció el cap chikas????

la tranformación de edward ha sido exitosa, se convirtio en todo un dios adonis, que bello..! tanto fue asi q hasta bella se debilito x su belleza x unos instantes, cosa que ella no quiere admitir delante de el..!

que mal la esta pasando edward, vale todo x culpa de bella que solo queria tener una noche de placer con jacob..!

es que esta chika no tienes verguenza, el solo hizo lo que hizo para defenderla y mira como le paga al pobre de ed..!

a edward le dolio mucho la actitud de ella para con el..!

pero descuiden chikas q ella mas adelante tendra su merecido..!  jejeje

ya llego emmett que pasara ahora..?

y en el proximo cap llegaran los hermanos de edward..! adivinen quienes son..! jejejeje pronto edward tendra a su caballeria con el..!

espero que les haya gustado el cap..!

haganmelo saber mediante sus comentarios y votos..!

saludos a todas..!

Capítulo 4: Agridulce Capítulo 6: Ciego

 
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