Bodas Por Encargo (+18)

Autor: LiiBiia
Género: + 18
Fecha Creación: 14/01/2010
Fecha Actualización: 05/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 79
Comentarios: 277
Visitas: 108529
Capítulos: 28

Todas las mujeres sueñan con el día de su boda, todas menos Isabella Swan; después de tantas bodas un sentimiento de vacío se ha plantado en su corazón, aunque nunca se abia casado, para ella dejo de ser un sueño, se convirtió solo en un trabajo, ¿Quien es ella?... La organizadora de bodas más prestigiada de la ciudad.

 

Inspirada en cake y The Wedding Expert, pero con una trama original y diferente.

 

 

Ola, Kiero Presentarle a Todos mi nuevo Fic, ustedes han sido mas que maravillosas, han apoyado mi primer fic, como solo ustedes pueden, ustedes hicieron de "Mi angel guardian" una gran historia que aun continua... Espero tmbien su apoyo con este Fic, Pongo Todo mi Corazon en mis proyectos.

VOTOS Y COMENTARIOS... siempre son mi fundamento, su apoyo.

Los aDoro De verdad... xoxo : LiiBiiThaA!

 

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Capítulo 16: A Tu Lado!

Hola niñas, despues de mil años de nuevo por aqui!!

disculpen la demora, pero he estado mas que ocupada, pero stoi de vuelta, y ya de vakaciones, aunque ahora ando de paseo, aki les dejo este capitulom que espero compense toda esta ausencia.!

cheken mi angel guardian, por ahi otra sorpresita para ustedes!

Los adoro de verdadÇ! son increibles!


miiles de besos!!

votos y comentariios!!



La marcha nupcial comenzó a sonar y el repiqueteo de las campanas anunció el inicio de la ceremonia, podría ser que por fin mi sueño más grande se hiciera realidad?

 

Mire fijamente hacia el frente y como si fuera un sueño hecho realidad se encontraba el príncipe de mis cuentos de hadas, hermoso y varonil, enfundado en ese elegante traje negro, mi corazón comenzó a palpitar como loco al verlo, una sonrisa radiante inundo sus labios y me sentí desfallecer, de pronto mirándolo más de cerca me di cuenta que esa sonrisa y esa profunda mirada verde no iba dirigida hacia mí, sin pensarlo dos veces mire al centro de su atención, caminando al compas de la marcha nupcial arribaba por el pasillo como un ángel terrenal, hermosa y perfecta, portando el vestido blanco más hermoso que había visto en mi vida, mi corazón se estremeció al mirarla, sabía que tantas bondades no podían ser ciertas, camino como una deidad atravesando el pasillo y llegando hasta “su príncipe azul”, el verde y el azul de sus ojos se encontraron fundiéndose en una mirada llena de amor, tuve ganas de correr y llorar con todas mis fuerzas, pero cuando intente hacerlo tropecé con un arreglo y caí.

 

Abrí los ojos un poco confundida, mis manos sintieron una suave textura pero no era lo que esperaba, abrí los aojos lentamente y pude visualizar una habitación un poco conocida, podía  recordaba haber estado aquí hacia casi un mes, era la habitación de Edward, pero yo recordaba haberme dormido con él en el sillón de la sala, recordaba su suave pecho y los latidos acompasados de su corazón, sus brazos rodeándome fuertemente.

 

Había sido un sueño, más bien una pesadilla.

 

Estaba confundida, estaba acosada en su cama, la almohada estaba impregnada de su aroma, su dulce y masculino aroma.

 

Mire mi ropa y solo llevaba puesta una camisa y unos bóxer, dios quien me había cambiando, habría sido Edward?, y donde estaba.

 

Me puse de pie y mire fijamente la pared, no podía creer que no hubiese quitado ese cuadro aun, que pensaría alguien si lo viera.

 

Abrí lentamente la puerta y escuche un leve sonido de música, baje por la escalera lentamente, mis pies desnudos sentían la suavidad de la alfombra, pase por el amplio pasillo y la música se hizo más fuerte y un delicioso olor invadió el espacio, me asome por la cocina y no pude evitar sonreír como tonta.

 

Edward estaba frente a la estufa, mientras movía algo en una fridera y varias ollas, bailaba y cantaba una canción muy animada, recorrí su cuerpo sin descaro, solo llevaba puesto unos jeans que dejaban sobresalir un bóxer negro, se veía hermoso y sexy, además de muy chistoso.

 

No pude evitar soltar una leve carcajada, Edward volteo a verme y se detuvo, me regalo una hermosa y se acerco a mi lentamente, me quede muy quieta y seria cuando sentí sus brazos tomarme de la cintura y pegarme contra su pecho desnudo.

 

Buenos días mi amor, no es de buena educación reírse de las personas a sus espaldas – me miro divertido.

 

Lo siento, es que estabas muy chistoso – volví a reírme de él.

 

Y continuas riéndote – enarco una ceja – ahora me tienes que compensar con algo o te voy a castigar – dijo serio.

 

Me estas asustando – fingí miedo – que quieres a cambio? – pregunte.

 

Mmm – pareció pensarlo – un beso – dijo al fin.

 

Y… si no te lo doy – dije.

 

Pues te robo dos – respondió y sonreí.

 

Prefiero no dártelo – dije mientras rodeaba su cuello con mis brazos.

 

Me alegra mucho escucharlo – susurro.

 

Acerco sus labios a los míos y me beso levemente – ese es el primero y este… el segundo – me apretó contra su cuerpo y me beso intensamente, su lengua entro en mi boca rosando la mía,

 

Lo atraje mas cerca intensificando el beso y baje mis manos por sus hombros y sus fuertes brazos, sintiéndolos con mis dedos, Edward era tan sexy y maravilloso, me hacia desearlo con locura.

 

Mmm, que hermoso desayunar de esta manera todos los días – susurro contra mis labios.

 

Ya tienes hambre – pregunte.

 

Solamente de ti – dijo y volvió a besarme.

 

No sé cuánto tiempo paso, pero nos separamos por falta de oxigeno, aunque estaba segura de que nuestros labios, aun se deseaban.

 

Edward… tu me desvestiste – le pregunte apendada.

 

Eh, si, no quise hacerlo, bueno en realidad sí, pero no de esa forma… veras, no quería que durmieras incomoda y por eso… - lo bese rápidamente.

 

No te preocupes, gracias, aunque me queda un poco grande  - me reí.

 

Suspiro – creo que te ves demasiado sexy – murmuro y me sonroje.

 

Eh, que hiciste de desayunar – cambie el tema.

 

Ven siéntate – me llevo hasta la mesa y me sentó, sirvió varios recipientes y los llevo hasta allí, además de jugo y pan.

 

Eh preparado pan cake y huevos, también hay fruta y yogurt, que se te antoja – me ofreció.

 

Un poco de todo, luce delicioso – comente.

 

Espero que te guste, pensaba llevártelo a la cama, pero te adelantaste – me sirvió en un plato, lo probé y estaba delicioso.

 

Que tal… - me miro fijamente.

 

Mmm, veamos, no soy ninguna crítica de cocina, pero esto esta delicioso – sonrió ampliamente.

 

Qué bueno que te gusta amor – me abraso por la espalda – mi bella, me encanta tenerte aquí, tu presencia ilumina este lugar – beso mi cuello levemente.

 

Me encanta estar aquí contigo – suspire – pero tenemos que regresar…

 

No, no hablemos de eso ahora cielo, no arruinemos este momento – dijo suplicante.

 

Sabes que esto es solo un sueño – dije triste – tendremos que regresar a la realidad – su rostro se volvió sombrío.

 

Quiero que esta sea mi realidad – acaricio mi mejilla – quiero estar aquí contigo, libremente – dijo seguro.

 

Los dos tenemos un compromiso – le recordé.

 

No me importa, hemos intentado hacer felices a todos, ya es momento de pensar en nosotros – acaricio mis labios y sentí una ola de deseo recorrerme.

 

Edward… - mire su pecho desnudo sin ninguna pena – te deseo – susurre.

 

Sus ojos verdes me miraron llenos de deseo y felicidad.

 

Amor… yo también te deseo – pego su frente a la mía y me miro fijamente – el desayuno? – susurro.

 

Tengo mucha hambre de ti – respondí.

 

Entrelazo nuestras manos – estás segura? – pregunto.

 

Hace mucho tiempo no estoy segura de nada, pero tal vez este momento no se vuelva a repetir y no quiero desperdiciarlo, eres el único hombre al que amare en mi vida y quiero ser tuya de todas las formas posibles y si por alguna razón no estamos juntos, quiero llevarme estos recuerdos conmigo – no me importaba nada en ese momento, todas la personas a las que estábamos lastimando no me importaban, solo existíamos Edward y yo.

 

Jamás nos separaremos, porque este amor es más fuerte que todo, nadie podrá alejarte de mí, eres mi vida entera y te amo – sus ojos eran sinceros.

 

Levanto nuestras manos entrelazadas y beso la mía, sabía que no existiría un momento más perfecto que este y no disfrutaría al máximo.

 

Con mi mano recorrí lentamente la suave textura de su pecho, sus músculos torneados y marcados, era tan sensual que me robaba el aliento, acaricie su abdomen y sus fuertes brazos, Edward me miraba fijamente y sus ojos estaban casi negros por el deseo.

 

Se acacho levemente tomándome por las piernas y enredándolas en su cintura, nuestros pechos se rosaron y el comenzó a acariciar mis pantorrillas mientras caminaba escaleras arriba.

 

Con mis dedos perfile cada una de sus facciones, recorriendo su cuello y su cabello.

 

Es una lástima lo del desayuno – murmure – estaba realmente delicioso.

 

Prefiero probar tu piel, tus labios, recorrer tu cuerpo – me estremecí notablemente – no te voy a hacer daño – dijo intentando convencerme.

 

No es miedo lo que siento en este momento – sonreí.

 

Escuche como se abría una puerta a mis espaldas pero solo podía concentrarme en Edward, es este momento que me estaba regalando.

 

Te amo – susurro y me beso intensamente.

 

Rodee su cuello con mis manos atrayéndolo más cerca, su lengua busco la mía y se unieron en un roce delicioso y frenético mientras sus manos recorrían mi espalda y mi cadera, enterré mis dedos en su espalda acariciando sus músculos, era tan suave y masculino.

 

Sus labios bajaron por mi cuello mordiendo mi piel sensible, una ola de calor me invadió cuando sentí su entrepierna rosarse contra mí, estaba excitado tanto o más que yo.

 

Camino lentamente y me deposito sobre la cama, sus ojos eran un mar de deseo en el que deseaba perderme con desesperación.

 

Sin poder evitarlo, comencé a desabotonar lentamente mi camisa, sus ojos estaban fijos en los míos, pero cuando la deje caer sobre mis brazos, me recorrió lentamente, podía escuchar su respiración pesada; mi corazón comenzó a palpitar como loco cuando se arrodillo frente a mí y comenzó a besar mis talones, subiendo lentamente por mis piernas, besando y acariciando, sus labios dejaban descargas eléctricas por mi piel y sus caricias incendiaban mi alma.

 

Subió lentamente por mi cadera y beso fervientemente mi abdomen, mis jadeos se hacían cada vez más audibles y mi respiración entrecortada.

 

Sus ojos se detuvieron en mis pechos y podía sentir el rojo intenso de mis mejillas, sus labios los besaron por encima de la tela y arquee la espalda desesperada, sus agiles manos aprovecharon esto y soltaron el broche del sostén, lentamente sin dejar de mirarme lo quito de mi cuerpo, me sentí demasiado avergonzada, hacia demasiado tiempo que no estaba así frente a un hombre.

 

Eres tan hermosa y suave, no tienes por qué avergonzarte – acaricio mis mejillas.

 

Es que… solamente una vez…

 

Tranquila, ahora estás conmigo mi cielo, solo déjate llevar – beso mis labios con ternura y lentitud, mientras sus manos, acariciaban mis pechos, no pude evitar gemir desesperada, sus dedos hacían maravillas sobre estos y me estaba volviendo loca de placer.

 

Sus manos abandonaron mis pechos, solamente para ser remplazadas por sus labios, sentía un infierno en mi vientre, una enorme necesidad de saciarlo, bajo lentamente mi bóxer, dejándome solamente en unas pequeñas bragas negras, sus ojos me recorrieron con deseo y continúo con su camino de besos hasta mi cuello.

 

Edward – jadee.

 

Nos giro lentamente dejándome encima de su cuerpo, su marcada erección roso contra mi vientre y Edward gimió audiblemente, deseaba complacerlo, hacerle sentir un poco de lo que él me había dado con sus besos y carias.

 

Busque sus labios a tientas, en un beso frenético y sensual, sus manos recorrieron mi espalda y mi cadera, baje dejando besos y mordiendo la suave piel de su cuello, y recorriendo su pecho desnudo con mis dedos, mis labios buscaron sus pezones y los lamí lentamente, sentí como su cuerpo temblaba de placer y baje lentamente por su abdomen acariciandolo lentamente.

 

Desabotone su pantalón y baje el cierre rosando su erección, otro jadeo escapo de sus labios y apresurado me ayudo a bajar su pantalón.

 

Nos miramos fijamente, como si una fuerza magnética nos atrajera el uno al otro, beso mi cuello y mi hombro mientras de deshacía de la ultima prenda que cubría mi cuerpo, tome la orilla de sus bóxer y los baje lentamente.

 

Frente a frente, desnudos y extasiados, necesitados de calmar este maravilloso infierno que nos consumía, rodee su cuello con mis brazos y nos besamos como nunca lo habíamos hecho, desenfrenados, casi vueltos locos de deseo, sus dedos recorrieron mis muslos y me estremecí violentamente.

 

Edward… te necesito mi amor- jadee contra su cuello.

 

Bella, mi bella, te deseo tanto – dijo con voz ronca.

 

Hazme tuya – le pedí.

 

Nos giro lentamente y comenzó a frotarse contra mí, mis gemidos invadieron la habitación y sentí la adrenalina recorrer mi piel, sus labios no soltaron los míos, hasta que enterré mis dedos en su cabello y lo mire fijamente.

 

Mire la rendición de sus ojos y la sonrisa que inundo sus labios, le sonreí de la misma manera, porque era el hombre que amaba y estaba a punto de ser suya.

 

Se coloco entre mis piernas de una manera erótica y sensual, cada poro de su piel destilaba deseo y pasión.

 

Te amo tanto, más que a nada – susurro en mi oído.

 

Yo también te amo – dije con el alma.

 

Sentí como entraba en mi lenta y firmemente, un espasmo de placer me recorrió y arquee la espalda desesperada, una gemido audible escapo de mis labios y un sonido ronco inundo su pecho, tuve que abrasarme de sus hombros para no desfallecer ante la sensación más placentera que había experimentado en mi vida.

 

Bella… eres tan cálida – jadeo en mi oído.

 

Me sentí feliz y extasiada, era como si nos perteneciéramos mutuamente, como si el lugar de Edward fuera este, comenzó a moverse rápidamente y sentí mi vientre en llamas, mis jadeos acompañando sus gemidos sensuales, eran la melodía más hermosa que había escuchado jamás.

 

Atraje sus labios a los míos y probé el elixir de su boca, mientras sentía como hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobraba vida propia, mis manos recorrieron su pecho y el los míos, a cada caricia provocaba una explosión interna dentro de mí.

 

Edward se sostenía de sus brazos mientras arremetía fuertemente contra mí, volviéndome loca de placer, sentía mi cuerpo temblar con cada rose de su piel y su olor masculino invadirme lentamente.

 

Edward… mas – suplique mientras sentía un espasmo de placer recorrerme completamente.

 

Tomo uno de mis pechos entre sus labios y arquee la espalda mientras aceleraba sus embestidas, mi cuerpo comenzó a desfragmentarse en mil pedazos y tuve que cerrar los ojos para contener cuan gloriosa sensación.

 

Mírame mi amor, mírame mientras te hago mía  - pidió su voz jadeante.

 

Me arrepentí de haber abierto los ojos, una mirada a su rostro lleno de placer basto para que me perdiera en una poderosa sensación, y liberar el calor de mi alma, enterré mis uñas en su espalda, mientas llegaba al centro del placer y tocaba el cielo con la punta de mis dedos.

 

Oh, bella – gruño, mientras lo sentí temblar dentro de mi cuerpo y caer rendido entre mis brazos.

 

Nuestras respiraciones eran frenéticas y nuestros cuerpos húmedos estaban completamente abrasados, Edward se movió lentamente y comenzó a besar mi hombro subiendo por mi cuello lentamente, hasta alcanzar mis labios.

 

Nos giro lentamente sin dejar de besarme suavemente, un beso lleno de amor y de promesas al que respondí con toda el alma, lo amaba con locura y era demasiado feliz por estar entre sus brazos.

 

Me abraso contra su pecho mientras lo miraba fijamente, sus hermoso rostro resplandecía lleno de felicidad y de ternura, su alegría me congio rápidamente.

 

Te amo tanto bella mía, soy tan feliz, de tenerte entre mis brazos – dijo sonriente.

 

Yo también te amo y soy tan feliz que creo estar soñando – confesé.

 

Es real, maravilloso y real – acaricio mi cabello – gracias por este momento, prometo cuidarte y amarte siempre mi cielo – dijo con sinceridad.

 

Gracias a ti por ser tan tierno y dulce – murmure.

 

No podría ser de otra manera mi niña, eres tan delicada y frágil – acaricio mi mejilla.

 

Tengo miedo de que nos separemos – dije asustada.

 

Después de esto nada podrá separarnos, nos pertenecemos – me atrajo a su pecho y volvió a besarme con ternura.

 

Eres mi todo, el centro de mi universo – susurro contra mis labios – y eres mía, solo mía.

 

Solo tuya Edward, mi corazón te pertenece – dije firmemente.

 

Nunca había sentido esto en mi vida, me enamore de ti desde el primer momento en que te tuve entre mis brazos – me miro divertido.

 

Me salvaste la vida, y después me salvaste del desamor, me enseñaste como amar sin límites – acaricie su rostro.

 

Te amo  - susurro.

 

Te amo – respondí.

 

Me sentía mujer, plena y amada, entre los brazos de mi príncipe, creía en cada una de sus palabras y tenía la seguridad que después de eso nada podría separarnos.

 

Estuvimos recostados un largo rato, abrasados, platicando de trivialidades, besándonos y acariciándonos, no podía dejar de sonreír, era demasiado feliz, tanto que me asustaba.

 

Debes estar muy hambrienta mi cielo – susurro.

 

Si, la verdad lo estoy – concorde.

 

Ven, comamos en la playa – me tomo de la mano y salimos de la cama.

 

Ya que no tenía traje de baño, me puse mi ropa interior y una toalla amarrada al cuerpo, Edward se enfundo en una bermuda de cuadros azules y dejo su pecho desnudo, era casi irreal creer que después de verlo desnudo, me siguiera dejando sin aliento, pero así era.

 

Calentamos todo lo que había preparado y lo mentimos en una cesta, el patio trasero de la casa de Edward, daba a una hermosa playa con un agua azul resplandeciente.

 

Tendimos una manta cerca de la orilla y comimos sin prisas, Edward me daba de comer en la boca y yo a él, jugábamos y sonreíamos, sentía que este era mi sitio, que podía quedarme aquí para siempre entre sus brazos, al cuidado de su corazón.

 

Des pues de comer, me pidió que nos diéramos un baño, y me negué.

 

Que pasa mi cielo – pregunto.

 

No sé nadar – admití.

 

Oh, eso no es ningún problema – dijo con malicia,

 

Que vas a hacer – dije asustada.

 

Sin previo aviso me tomo en sus brazos, dejando caer la toalla de mi cuerpo y comenzó a caminar hacia el agua.

 

No! Edward suéltame – intente librarme de su agarre.

 

Tranquila – comenzó a reírse.

 

Nos sumergió en el agua sin soltarme, mi piel temblaba lentamente por que estaba un poco fría.

 

No me sueltes – dije aferrándome a su pecho.

 

Tranquila – acaricio mis mejilla – confía en mí, cielo, crees que te dejaría caer? – me perdí en sus ojos y negué levemente.

 

No, confió en ti – sonrió.

 

Yo te voy a cuidar mi amor, eres mi todo, no podría vivir sin ti – murmuro.

 

Me acerque a él y rose mis labios con los suyos, nos fundimos en un beso tierno y apasionado a la vez, acariciándonos lentamente y disfrutando del momento tan intimo.

 

Edward!!! – grito una voz a nuestras espaldas y nos separamos rápidamente.

 

Sentí como el alma se me caía a los pies, mire a Edward y pude ver la confusión en sus ojos, todo había terminado, nuestros intentos por mantener nuestro amor oculto de nada habían servido, gire levemente y me encontré con una mirada escrutadora.



 

 

Capítulo 15: Escuchame! Capítulo 17: cayendo de la nube!

 
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