2 meses después

Edward había decidido esperar los 6 meses de luto que se esperaban por la muerte de un ser querido, pero yo quería esperar más tiempo, solo que tenía muchas cosas encima y la gente al saber que no nos habíamos casado aun seguirían molestándonos y me seguirían atosigando hasta que me casara con alguien para llevar las riendas de la empresa, por esta razón ya habíamos preparado todo para casarnos en un mes, Edward estaba feliz y yo tambien. Nos quedaríamos a vivir en la casa que había sido de mis padres, el vendería el departamento, ya tenía mi vestido y era hermoso, la parte de la falda era blanca lisa con un fajón blanco, y la parte de arriba era blanca con la forma de los senos, pero tenía encaje en los brazos y el pecho, era lo más hermoso que hubiera visto, cuando lo vi pensé en mi madre y mis ojos se llenaron de lagrimas

-         Que pasa mi vida- dijo Edward mirándome

-         Nada solo que pensé en mi mama y en mi papa y lo mucho que me hubiera gustado que estuviera ese día conmigo- dije dolida

-         Ellos están contigo en todo momento mi cielo no lo dudes

Sonreí abrazándolo y besándolo él ya vivía en casa y todos estaban muy felices, hace unos días habíamos recibido una amenaza anónima, pero Edward seguía diciendo que él ya sabía quién era, así que habíamos contratado un guardaespaldas para mí, aunque yo me negaba Edward seguía diciendo que lo necesitaba, el no contrato ninguno alegando que tenía un permiso para armas y sobre todo era hombre así que no contrato nadie para él, Edward seguía diciendo que  nos podíamos ir de luna de mil mínimo un mes diciendo que ya teníamos más de la mitad del trabajo listo, solo quedaba por verificar algunas hombres y que él no tenía casos encima así que no teníamos mucho trabajo, yo le dije que no me sentiría cómoda dejando la empresa tanto tiempo sola

-         Amor es que no la dejarías sola tanto tiempo solo sería por un mes y Andrea se encargaría de recibir las citas y explicarles a los clientes que estamos de luna de mil a demás lo necesitas

-         Ok, pero solo un mes no vaya a ser que después te quieras quedar más tiempo- dije riéndome mirándolo

-         Deberíamos quedarnos unos días más- dijo besándome el cuello

-         Edward- dije riéndome –

-         Ok amor solo será un mes lo prometo – dijo riéndose

Quien diría que después de tanto tiempo odiando a Edward ahora resultaría tan enamorada de nuevo, y es que siempre pensé que me había engañado, pero en realidad él siempre me había sido fiel y me había amado incondicionalmente por eso es que lo amaba tanto

-         Ya tienes tu vestido de novia – dijo sonriéndome

-         Si ese lo tengo hace mucho- dije sonriéndole

-         Me lo dejaras ver- dijo mirandome

-         No eso es una sorpresa –dije sonriéndole

-         Ok entonces yo no te diré a donde vamos a ir de luna de miel- dijo mirándome-

-         Que eso no se vale lo del vestido si es una sorpresa

-         Lo de la luna de miel también – dijo riéndose

-         Eso no se vale – dije haciendo un puchero

-         So se vale – dijo sonriéndome y besándome – ahora vamos a dormir porque mañana tenemos muchas cosas que hacer

bufé, pero sonreí dándole y beso y durmiendo entre sus brazos donde me sentía cómoda y segura

EDWARD

-         Emmet no se te olvide no dejarla por nada del mundo donde ella este tú tienes que estar no me quiero arriesgar a perderla- dije mirándolo – no sé qué haría si la perdiera- dije

-         Claro que no Edward no tienes nada de qué preocuparte ella está en buenas manos conmigo – dijo mirándome –nada le pasara

Solo espero que sea verdad, emmet es un gran hombre, pero mi mujer es un tanto testaruda y obstinada y puede hacer que algo vaya mal si se lo propone, después de que termine de hablar con emmet me fui al bufete tenia cosas que hacer y estaba seguro que si esperaba a que bella saliera para llevarla a la empresa nos demoraríamos todo el día y tenía que cosas que hacer, así que la llamaría una vez que llegara al bufete, cuando llegue Ángela me sonrió felicitándome por mi pronta boda y es que ya había salido en el periódico  de que nos casaríamos en pocos días y yo estaba muy feliz, aunque bella quería esperar más tiempo los dos sabíamos que si lo hacíamos muchas personas se iban aprovechar de eso quitándole lo que le pertenece a mi mujer y ninguno de los dos lo íbamos aceptar, cuando termine los casos que tenía que por cierto uno era un divorcio llame a mi mujer a ver cómo le había ido en el día

-         Bueno – dijo ella estresada

-         Que pasa linda- dije

-         Amor – dijo ella un poco más calmada

-         Que pasa mi vida- dije

-         Nada amor solo que me llamaron de nuevo para amenazarme ya sabes cómo es eso – dijo ella aburrida

-         No pasa nada bebe cuando nos casemos nos iremos un mes de luna de miel y nadie va a saber en dónde estamos

-         A donde iremos - dijo ella sonriendo

-         No te lo diré- dije sonriendo

-         Pero porque – dijo ella me imagino que haciendo un puchero

-         Ok te lo diré, pero tienes que decirme como es el vestido

-         No es justo. - dijo ella bufando

-         Ahí tienes mi respuesta no es justo que yo te diga a donde vamos y tú no me digas nada del vestido

-         Ok te diré como es – dijo ella y supe que había ganado- ok es blanco – dijo sonriéndome

-         Si – dije intrigado

-         Es largo y te encantara

-         Si -. Dije

-         No te diré mas- dijo riéndose

-         Eres una pequeña tramposa- dije sonriendo – ok la única pista que te daré es que iremos a la playa

-         Edward hay miles de playas en el mundo – dijo molesta

-         Ok hay muchos vestidos blancos de novia- dije sonriendo

-         Ok nos tocara esperar a que llegué el día – dije sonriendo

-         No sabes lo ansioso que estoy que llegué ese día- dije- de que seas mi mujer para toda la vida- dije

-         Y yo quiero que todo el mundo sepa que eres mío y que yo soy solo tuya- dijo

-         Amor tengo que dejarte – dije – llego mi cliente

-         Ok te amo mi cielo –

-         Y yo a ti mi vida

Suspire solo esperaba que cuando nos casáramos las cosas cambiaran un poco y que dejaran de molestarnos.