BELLA
Sonreí todo el camino de regreso a casa, cuando llegue Emily me dijo que Edward había salido y se había llevado el coche que había sido de papa, me dijo que me lo traería en la noche así que espere a que llegara, habían pasado 4 horas y nada que sabía de Edward, no quería perderlo tambien a el así que lo llame
- Bueno – dijo
- Edward- dije sonriendo
- Hola amor- dijo feliz- donde estas- dijo
- En la casa llegué con el mercado para ir a la hacienda, pero te fuiste- dije
- Si amor tuve que hacer algunas cosas, pero porque no vamos mejor a la cabaña del bosque – dijo – me parece que es mejor amor más alejada y no hay tanta gente
Sonreí él quería que estuviéramos a solas sonreí emocionada
- Me encantaría – dije sonriendo
- Ok nena entonces alista ropa y ponte más hermosa de lo que eres y nos vemos en unos minutos- dijo
Sonreí y me aliste, aliste ropa, la comida ya estaba lista cuando llego Edward
- Hola nena – dijo sonriéndome, quería correr a sus brazos y besarlo, pero no estaba lista el sonrió, beso mi frente y tomo mi mano
- Vamos – dijo sonriéndome
Asentí y me fui con él nos fuimos en mi carro y cuando llegamos el me sonrió suspirando,
- Que pasa – dije
- Te amo – dijo mirandome
No supe que decir solo sonreí y no dije nada más, me tomo de la mano y entramos a la cabaña, cuando entramos me tense, sobre el suelo había almohadones, y sabanas rojas con miles de pétalos de flores, la cabaña estaba llena de velas y de un delicioso aroma a chocolate, mis ojos se llenaron de lágrimas, quería morirme de felicidad y amor
- Oh no llores- dijo limpiándome las lágrimas- lo siento
- No Edward no es nada malo todo es hermoso – dije llorando
- Entonces porque lloras princesa- dijo mirandome
- Es que esto es hermoso – dije sonriéndole
- Ok entonces entremos- dijo ayudándome a entrar, nos sentamos en las mantas y me dio una rosa sonreí y me coloco un mechón de mi cabello detrás de mi oreja todo me recordaba a mi primera ves con el
- Se en lo que estás pensando- dijo sonriéndome- y fue la mejor noche de toda mi vida
- Te amo – dije
Él se quedó mirandome como si no creyera lo que le había dicho y me beso apasionadamente, el beso que estaba esperando desde hace tanto tiempo por fin llego y de la manera más hermosa del mundo.
Cuando dejamos de besarnos Edward sonrió mirandome
- No sabes cuánto ansiaba esa palabra de nuevo de tus labios mi vida
- Perdóname por no confiar en ti
- A que te refieres- dijo mirandome
- Hoy vi a leah – dije mirándolo- ella me conto todo lo que tanya te hizo – dije dolida
- Lo que más me duele mi vida es que hayas creído que podía engañarte alguna ves –dijo mirandome
- Lo siento mucho te prometo que nunca más desconfiare de ti – dije besándolo de nuevo
- Eso espero mi vida- dijo sonriéndome – y ahora que estamos bien quiero pedirte algo – dijo más que emocionado
- Que sería – dije enamorada, aunque ya sabía que era y tambien sabía cuál era mi respuesta
- Siempre te he amado y eso no cambiara nunca- dijo mirandome con tanto amor – eres la razón de mi vida – dijo soñador- eres lo que siempre soñé una vez – dijo y yo empecé a llorar- no mi vida no llores
- Es que son unas palabras tan hermosas- dije emocionada- dije
- Bueno –dijo sonriéndome – quiero que seas mi mujer y la madre de mis hijos, quien este conmigo en las buenas y malas toda la vida
- Edward- dije llorando
- Si amor- dijo mirandome- quieres casarte conmigo mi vida- dijo
- Si – grité – mil veces si – dije llorando – acepto
- Te amo – dijo mirandome
- Y yo a ti mi vida no sabes lo feliz que me haces diciéndome esas dos palabras
Me beso feliz y sonríe encantada, me dio fresas con champan, el solo sonrió encantado,
- En qué piensas-dije mirándolo y acariciándole la cara
- En lo mucho que te amo – dijo sonriéndome suspire sonriendo
- Y yo te amo a ti – dije sonriéndole
- No quiero sonar depravado, ni mucho menos maniaco sexual nena, pero son muchos años en los que no estado con nadie te necesito – dijo mirandome me sonroje y el sonrió
- Y yo a ti – dije
Gracias a dios no pregunto si había estado con alguien más, pero eso no importaba, siempre seria de él y eso nunca cambiaria
Edward me beso y me acostó entre las sabanas, acariciándome la cara y besándome el cuello, gemí cuando bajo mi vestido y beso mis pechos y el sonrió
- No sabes el efecto que tienes en mi – dije
- Y tú en mí, mi cielo- dijo besándome
Se restregó contra mí y sonreí gimiendo sintiéndolo, el solo me quito el vestido besándome el vientre y bajando por mi cuerpo
- Edward –dije besándolo
Gemí y siguió bajando y metiendo su cabeza en medio de mis piernas y besando mi centro,
- Te amo tanto mi vida – dijo levantándose de nuevo
Lo empecé a desnudar y cuando lo deje desnudo lo bese en el pecho, lamiendo cada cuadrito y cada pedacito de su cuerpo, el sonrió acariciándome el cabello, seguí bajando, y subí de nuevo y lo bese más fuerte, nos giró y me penetro fuertemente
- Edward- gemí
- Si nena – dijo besándome mientras me penetraba
Nos gire y me quede sobre él, empecé a moverme más y más duro y Edward empezó a tomarme de la cadera moviéndome contra él, me amasaba los pechos y yo ponía las manos en su pecho Edward solo cerraba los ojos y me besaba
- Nena espera me vengo – dijo mirandome
sonreí encantada, el solo cerro los ojos fuertemente y me beso, dos estocadas mas y nos vinimos al tiempo gritando el nombre de cada uno
- Te amo mi vida – dije sonriendo agitada
- Y yo a ti mi cielo eres lo más hermoso que tengo – dijo sonriéndome y besándome
Por fin estábamos juntos, y nadie nos iba a separar.
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