EDWARD

Aunque sabía que ella me amaba sobre todas las cosas en un momento si tuve miedo de que no se quisiera casar conmigo, pero cuando la vi sentí que podía respirar tranquilo, ella me amaba como yo a ella, y entendía que tuviera un momento de debilidad por la muerte reciente de sus padres, y aunque me hubiera gustado darle más tiempo para que las cosas se calmaran no podía, la empresa y las cosas de sus padres podían quedar en manos de personas sin corazón ni escrúpulos que querían ver derrotados a los swan nadie lo lograría, porque estaba en mis manos y en las de bella no dejar que la empresa y el patrimonio de los swan se fuera por la borda, luego de la ceremonia nos fuimos todos a la pista, bailamos y nos divertimos, mi mujer se veía tan hermosa, era algo único poder decir que por fin era mía, poder tocarla y decir que esta mujer me pertenecía, bailamos y luego comimos, brindamos y quite la liga que cayó en jasper sonreí mirándolo y el negó, las cosas estaban tan bien y yo estaba tan enamorado de mi mujer

-         Ahora si me dirás a donde vamos- dijo mirándome- ya sabes tengo que hacer las maletas porque no puedo llevar nada para frio o calor sin saber- dijo ella tratando de que le dijera a dónde íbamos

-         Ya te dije que vamos a ir a la playa- dije riéndome – pero si deberías llevar algo bastante abrigado porque como será un mes nos vamos a otros lugares- dije sonriéndole

-         Edward por favor dime – dijo mirándome

-         No puedo – dije sonriéndole- es mas no tienes que hacer nada de maletas porque ya le pedí el favor a Ángela

-         Espera le dijiste a Ángela y no a mí que soy tu esposa. - dijo ella molesta, bueno fungiendo molestia porque tenía una sonrisa en la cara

-         Si porque ella hizo las reservaciones y lo que necesitamos así que ni se te ocurra decirle nada porque ella no soltara nada de lo que sabe

-         A donde la llevaras- dijo jasper mirándome una vez que ella se fue con Ángela a prepararse

-         La llevare a las islas canarias y de ahí nos iremos a esquiar, pero esto es la mayor sorpresa porque ella ama esquiar

No se me olvidaba nada de lo que le gustaba hacer a mi mujer y es que desde que éramos novios ella siempre me había dicho lo que le gustaba hacer, y esquiar y bucear era lo que siempre había querido hacer, cuando llego con Ángela suspire encantado, se veía tan hermosa y ella solo me sonrió, nos fuimos entre los gritos de los presentes en el carro hasta el aeropuerto, después jasper lo recogería para llevarlo a la casa en la que íbamos a vivir, pasaríamos la noche de bodas en una hermosa habitación del avión privado que había contratado para nosotros dos solos,  ya que ella se merecía esto y mucho mas,

-         De verdad contrataste un avión privado solo para nosotros dos- dijo ella encantada

-         Así es – dije sonriéndole- quería que pasáramos la noche de bodas cómodos celebrando y no en sillas incomodas de avión – dije mirándola

-         No sabes lo mucho que te amo y lo feliz que me haces- dijo enamorada

-         Esa es la idea mi vida que desde ahora en adelante te cumpliere todos tus sueños por muy raros que sean

Bella me beso más que enamorada, cuando llegamos al avión el piloto n os felicito y nos dio dos copas de champaña, cuando entramos a la habitación había pétalos de flores y fresas con chocolate por todo lado, pero aún no podíamos sentarnos ni acotarnos en las camas y que hasta ahora iba a despegar el avión, cuando ya estuviera en el aire podíamos disfrutar de las comodidades

Cuando el piloto nos dijo que ya podíamos ir a la habitación corrimos y cerramos, gracias a dios no se escuchaba nada y ellos llevaban sus audífonos, si necesitábamos algo o teníamos que correr abrocharnos los cinturones ellos lo dirían por el micrófono, cuando entramos bella solo sonrió y nos fuimos a la cama

-         Primero que nada, quiero que brindemos por nosotros- dije tomando la copa mirándola- quiero que bridemos por nuestro amor y por las cosas que viviremos desde ahora

-         Quiero que sepas que te amo infinitamente- dijo mirándome- cuando pensé que me habías engañado

-         No amor no digas eso – dije mirándola no quería recordar esos tiempos

-         No déjame terminar- dijo ella mirándome – cuando pensé que me habías engañado, me dolió tanto, pero jamás dejé de amarte por eso tuve que irme y no regresar, pero cuando me hablabas y me escribías mi cuerpo temblaba como el primer día que nos conocimos

-         Recuerdas ese día- dije sonriéndole

-         Como olvidarlo- dijo ella sonrojada-

-         Me regaste todo el helado encima- dije riéndome

-         Y menos mal que lo hice porque estabas caliente- dijo riéndose

-         Como no estarlo con una mujer tan hermosa

-         Pensé que me ibas a violar en cualquier momento

-         Créeme que lo habían pensado, pero como buen abogado sabía que podía ir a la cárcel en cualquier momento

-         Créeme que me hubiera dejado violar sin oponerme – dijo sonriéndome

-         Como – dije sonriéndole

-         Te había visto más de una vez antes- dijo sonriéndome – en esa cafetería

-         Cuando –dije sonriéndole

-         Cuando tenía que ir donde mi mama a preguntar algunas cosas primero iba a la cafetera que quedaba cerca de los bufetes y pedía un café, siempre te veía en una esquina leyendo un libro con tus lentes te veías tan sexy créeme que desde ese día tuve unos sueños que ni te cuento

-         Cuéntame – dije mirándola

-         Porque mejor no te muestro de que iban esos sueños- dijo sonriéndome

Sonreí encantado ella jamás había sido así de           deshibida conmigo ella siempre era pudorosa, pero desde que nos hicimos novios y desde que regresamos ha estado más sexy

La acosté en la cama y me coloqué sobre ella

-         Ok cuéntame como iban a ver que tengo que hacer- dije riéndome

Ella me beso tomándome del cuello y acariciándome el pecho

-         Siempre soñé con que estabas así sobre mi acariciándome toda- dijo mirándome con sus ojos cafés negros de pasión

-         A si – dije sonriéndole – como así- dije tocándola por encima de la ropa, los senos, el vientre donde esperaba que pronto hubiera un bebe para verlo crecer, sus piernas y sus pechos de nuevo

-         Si – dijo ella gimiendo

Sonreí besando su cuello y sacando su camisa, ella solo sonrió y empezó a besarme mi cuello e intentar quitarme mi camisa, cuando me la quito se mordió el labio pasando sus manos por mi pecho y acariciándome desde abajo hasta el pecho de nuevo, me acariciaba el vello que va a mi pene y regresaba eso hacía que me calentara más de lo que ya estaba, gemí cuando bajo un poco más la mano y ella picara sonrió, me quito la correa y bajo mi pantalón besándome y acariciándome, cuando bajo por mi cuerpo serpenteando sentí que me moría, dios no sabía qué hacer cuando ella me tocaba de esta manera, se colocó sobre mi besando cada parte de mi cuerpo y mi s terminaciones nerviosas explotaron, me quito todo el pantalón dejándome solo en boxers,  se sentó sobre mi acariciándome el pecho y moviéndose, de verdad que sería una excelente noche.