- ¿Qué haces aquí?, deberías haber muerto – dijo una Alice muy preocupada.

- ¡¿Qué?! – Jacob se tensó ante mi grito de sorpresa, pero no por mucho porque salió corriendo escaleras abajo – Jake, ¡espera! ¿Dónde vas?

- Me están llamando, Bella – ha sí, el aullido de lobo que solo ellos pueden escuchar – vuelvo pronto te lo prometo- subió un momento para darme un beso y se fue, lo miré mientras desaparecía en la negra y obscura noche.

Lentamente me giré donde estaba Alice, tenía que aclararme todas mis dudas, y porque no, yo también las de ella. No creo que entienda mi casi-relación con Jake.

- ¿Cómo es eso de que debería estar muerta, Alice? – trató de acercarse a mí, pero no la deje, retrocedí un paso, vi dolor en sus ojos, pensé que estaba actuando de mala forma, pero luego recordé lo que me hicieron hace cuatro meses, dejándome sola y desprotegida, a la merced de Victoria.

- Te vi saltar de un acantilado. ¿Acaso ya no quieres vivir, Bella? ¿Qué pasaría con Charlie?

- No es eso, lo estaba haciendo por diversión, además estaba con Jake, él me protege.

- Bella, los hombres lobo no son buena compañía, además que hueles asqueroso. – dejé pasar esos comentarios horribles hacia mí y hacia Jake, no quería tener más problemas con ella, y Alice no era la persona más adecuada para decir quién es y quien no una buena compañía.

- ¿Para qué viniste, Alice? Tu hermano dijo que hubiese sido como si nunca hubiesen existido – vi, otra vez, dolor en su mirada.

- Pensé que habías muerto, tuve una visión de ti, saltando de un acantilado, lo que no vi, es por quien estabas acompañada, vine para que, si mi visión era correcta, poder consolar a Charlie en su perdida.

-Bueno, pues ya me viste viva, te puedes marchar – en ese instante sonó el teléfono, estaba por bajar las escaleras cuando Jake apareció de la nada, dirigiéndose a la cocina, para él poder contestar, igualmente bajé. No me di cuenta si Alice se había ido o no.

Jake mientras tanto tardó unos minutos antes de que colgase.

- ¿Quién era? – pregunté, cosa que le sorprendió.

- Maldito chupasangres – murmuró entre dientes, se giró hacia mí con dolor e ira marcado en su rostro. Me acerqué a él, ero el huyó de mi contacto – No te acerques, Bella. –hice lo que me pidió, lo deje tranquilizarse, hasta que él mismo vino a abrazarme – Lo siento, a Harry Clearwater le ha dado un ataque al corazón.

- ¿Cómo está? – pregunté mirándolo a los ojos.

- Ha muerto – se hizo un silencio, incomodo – Charlie y Billy están arreglado todo para el funeral.

- Oh Dios, pobrecillos. – Jake lo que hizo fue acariciarme el cabello hasta que me calmé un poco y recordé de la llamada – a propósito, Jake, ¿quién era hace un momento en el teléfono? – otra vez ese incomodo silencio, Jacob se puso tenso.

De la nada salió una Alice muy preocupada, había tenido una visión.

- Era Edward, Bella, piensa que estas muerta, Rosalie le dijo porque vine. – un sentimiento de culpa lleno mi cuerpo, pero se convirtió en rabia al saber que Jacob me lo había escondido.

- ¡¿Por qué no me lo dijiste, Jake?!

- Preguntó por tu padre, le dije que estaba realizando un funeral, no es mi culpa que creyera que es el tuyo.

- Bella, va donde los Volturi, quiere morir también – dijo Alice, inmediatamente fui al piso de arriba para sacar un poco de ropa, cepillo de dientes, pasta, y mi pasaporte.

Alice ya estaba en el auto, el mercedes de Carlisle, y Jake me pisaba los talones.

- Bella no vayas, él te dejo, ya no te quería ¿recuerdas?, además ¿qué le vas a decir a Charlie?

- Soy mayor de edad, legalmente me puedo ir, y no voy a dejar que Edward se mate porque pensó que yo lo hice – me subí al auto de Alice, Jake metió mitad de su cuerpo por el lado del piloto, impidiendo que ella se marchase, esta puso cara de asco inmediatamente cuando Jacob lo hizo.

- No lo hagas, por favor

- Jake, déjame ir

- Te lo ruego Bella, quédate conmigo – Jake tenía razón no podía arriesgar más mi vida con otros vampiros.

- Lo siento, Alice – bajé del auto sin pensármelo dos veces – creo que cuando Edward me dejó, dijo que ya no me quería – me fui acercando a Jacob, que tenía el rostro con un poco de alivio – estoy con Jacob ahora, y no voy a arruinar mi relación por salvar a un vampiro estúpido que piensa que me suicide por él, lo siento.

Sin dar vuelta atrás, me fui directo a mi casa, junto a Jake, abrazándome por la cintura.