Cápitulo5

Mi tarde no pudo ser peor, gracias a Mike- notase el sarcasmo-  llevaba meses esperando aquel re-encuentro con Edward, y mi día lo arruina el idiota de Mike, aun sabiendo esto, estaba agradecida con él, porque habían comunicado a mi madre sobre mi  desaparición.

Mire a Edward apenada tendría que irme lo más antes posible antes que Renne, hiciera el peor escándalo de la historia, ni Hitler sería capaz de derrotarla a ella, con solo pensarlo me recorrío un sudor frio por toda la columna vertebral, con paso cansino y alargando el momento  me acerque hacia Edward, le sonreí con esa sonrisa, patentada por los Swan, me puse de puntilla y bese su mejilla.

— ¿Nos volveremos a ver?—   preguntó dubitativo.

Suspire profundamente — No lo sé— respondí con voz cansina.

—Pues… Sabes que te encontraré verdad, Bella— no era una pregunta, me lo afirmaba.

Levante una ceja en señal desafiándolo.

—Así, y quien te confirma que yo no me escapare— pregunte con sorna.

El sacudió la cabeza, riéndose un poco, se acercó a mí, respirando el mismo aire que yo, mi respiración se entrecorto, Edward me agarró el mentón y acerco su boca a la mía, nuestros labios se rozaban.

—Amo el destino—susurro Edward—Estaré siempre en deuda con él, por traerte a mi lado.

— ¡El destino no existe!—exclamó Mike, mi “bruja” en este cuento—Te hemos estado buscando como locos y tú, con tu noviecito.

Edward ni se inmuto por la interacción del susodicho.

—Te encontraría a si no quisieras verme,  tan solo para besarte, tenerte cerca me hace sentir querido, despiertas emociones que nunca creí que estuvieran ocultas, llenas el vacío que habitaba en mí …— no lo deje terminar, subí mis brazos a su cuello y lo bese como si mi vida se fuera en ello.

Es difícil que un hombre se habrá sus sentimientos así, supongo que al fin y al cabo mis palabras lo alteraron, pero no me importa, si con eso vuelvo a tener este resultado, yo llenaba un vacío en él, y el sentimiento es mutuo.

Se separó despacio, repartiendo pequeños besos en mis labios…

—¡Bella, tenemos que irnos!— me grito Mike.

—¡Vete a la mierda!— le respondí a Mike, Edward al escucharme empezó a reírse como loco, hasta las lágrimas le saltaban.

—Cariño, creo que ya debes irte, se van a preocupar por los dos— aconsejo Edward.

—Bueno— suspire —¿Esto es un adiós?— le pregunte.

—Lo dudo, te encontraré, ya verás— me advirtió.

Le hice un gesto con la cabeza a Mike, para que entienda que nos íbamos, apenas di diez pasos y voltee a ver a Edward, estaba condenadamente guapo, mirándome con aquellos ojos verdes que me hacían suspirar.

                                               ♪♫♪♫

Odiaba a Mike, aparte de las razones obvias; el muy idiota había perdido el mapa de ubicación, y estaba como en el comienzo, perdida, andábamos caminando en círculos, ¡Es la quinta vez que recorro el mismo árbol de aspecto tan tétrico!, Mike ni me dirigía la mirada, sabía de antemano que en cualquier momento le saltaba a la yugular como un pitbul (*)

Me senté en una roca que había al alcance  frustrada por no poder hacer nada, la tarde empezaba a asomarse para dar paso luego a la noche, siempre supe que los viajes de estudio no era lo mío.

—Bella, y si volvemos a caminar, nada perdemos, quizás y encontremos el camino—termino con una sonrisa hipócrita.

—Anda tú, y si te como un animal mejor— respondí sin ánimos, estaba fatigada y cansada por todo el dia transcurrido.

A regañadientes tuve que hacerle caso a Mike, empezamos de nuevo con el recorrido, los árboles, las flores silvestres, las aves; daban una tranquilidad envidiable, “amansan a la fiera”, como diría mi madre.

Teníamos cerca de media hora caminando cuando escuche que me llamaron desde lejos, supe que era él… Grite un “Aquí estoy” rogando porque me escuchara. Desde lejos deslumbré a un joven, alto y fornido, me sonrió desde lejos, estirando los brazos y colocándose en canclillas para tomar un poco de aire, tomé la invitación no hecha y empecé a correr para llegar a su lado.

—Se olvidaron esto…— Edward me entrego el mapa que Mike perdió.

Lo tomé sintiéndome aliviada, por fin podíamos salir de este lugar espeluznante.

—Gracias— le dije sintiéndome muy agradecida que él hubiera recorrido tanto.

—Vez, no es difícil encontrarte pequeña— me toco con la punta de su dedo índice mi nariz.

Le saque la lengua de modo infantil, le tome de la mano y lo jale para irnos, Mike corriendo se situó a nuestro lado.

—No pensaran dejarme, ¿verdad?— protesto —No me des ideas— respondí alegremente, ya ni ganas tenía de matarlo, gracias a su estupidez podría estar  un tiempo más con Edward.

Edward se acercó más a mí y susurro en mi oído “Guarda esas sonrisas solo para mí”, me carcajee en su cara sin poder evitarlo, me miro estupefacto, se enfadó, y coloco un hermoso puchero en sus labios, mis risas poco a poco fueron descendiendo de intensidad…

—Te daré un buen motivo para reírte— exclamo, y sus manos fueron directas a mis costillas, me empecé a volver a reír, me saltaban las lágrimas de tanta fuerza.

—¿Cómo es esto?— preguntó Mike, o mejor dicho el arruina momentos, ya me vengaría de él pronto.

—Primeramente deberías de tenerlo quiero, y girarlo a la derecha que está volteado…— dijo tranquilamente Edward, no podía creer la paciencia que tenía para Mike.

—… También cerebro— interrumpí yo, ahora le toco reírse a Edward.

—Eres una salvaje— me dijo Edward en tono burlón.

—Tú salvaje— puntualice coquetamente.

Después de eso, continuamos el camino con el mapa, aunque Edward era el que guiaba  todo el transcurso sin verlo, era como si todo el camino supiera de memoria, en ratos me abrazaba, tomaba de la mano, y jugábamos en todo el trayecto; Mike como mal tercio siempre bufaba e intentaba llamar la atención sin conseguirlo y reventar nuestra burbuja que habíamos hecho.

Edward tomó mi mano y me beso hasta quedarnos sin aire, me volvió a tomar de la mano llevándome a los autobuses, mi maestra me miro enfadada por todo el trajín realizado  para encontrarme, pero eso no fue lo que más me asusto, sino el rostro de Charlie al verme tomada de la mano de Edward y la cara de desolación de mi madre… 

Pequeñas, no me maten, o bueno matenme por la demora... Soy conciente que las eh hecho esperar mucho, muchísimo para mi gusto, también decirles que ya se hacerca el final de nuestro chico, aunque ya estoy empezando un nuevo Fanfic, que lo subire despues de haber acabado esto; una invitación para las nenas del facebook  aquí les dejo mi cuenta, para cualquier duda o apuro xD  https://www.facebook.com/angiezhita.castrogarcia  Muchisimas gracias por los comentarios y votos, son un amor de personas