Capítulo 18

Él me estaba jodiendo. Tenía que estarlo. -Emmet deja de bromear y da vuelta el auto.-

Emmet me ignoró y aceleró el auto. -No estoy bromeando. Vamos a Seattle.-

Esto no podía estar pasando. -Em, lo digo en serio. Deja de joderme y da vuelta el auto.-

-No puedo hacerlo, hermanito. Necesitas hablar con tu chica.-

¿Por qué estaba sudando? No estaba tan caliente. -Emmet, esto no es gracioso. No necesito hablar con ella. Está terminado. Ella me mintió.-

Él me miró. No podía ver sus ojos gracias a sus gafas de sol, pero su cara se mantenía dura. -¿Sobre que te mintió?-

¿Qué era esto? -Sobre no decirme que sabía quien era, primero.-

-Oh, ¿en serio?- Él pasó un camión y aceleró aun más. -¿Alguna vez le preguntaste si sabía quien eras?-

-Bueno, no, pero…-

-Okey, entonces no mintió.-

Maldición. Él estaba tratando de ser técnico cuando yo tenía el corazón roto. -Sabes lo que quiero decir, Emmet. Ella siempre supo quien era y me dejo creer que no lo sabía. Tal vez eso no es mentir según tu definición, pero para mí sí lo es.-

Emmet se encogió de hombros. -Okey, tal vez lo hizo. Pero si te lo hubiera dicho desde el comienzo, ¿qué hubieras hecho?-

Él no mostraba signos de dar vuelta. -La hubiera ignorado.- Era la verdad. Si hubiera sabido que era una acosadora, no hubiera jugado con ella, y mucho menos hablar como lo hice.

-¡Exactamente!-Gritó en señal de triunfo.

-¿Exactamente qué, imbécil? Llévame a casa.-

-No. Ella no te dijo que sabía quien eras porque temía que salieras corriendo, lo cual admitiste que hubieras hecho. ¿Qué otra opción tenía si quería conocerte?-

¿Opción? ¿Qué carajos iba a saber? -Bueno, si lo hubiera presentado de una buena manera, tal vez…-

-Eres un maldito mentiroso, hermanito. Lo hubieras tomado para otro lado y ambos lo sabemos. Ella lo sabía.-

-¡Porque ella es una acosadora!- Grité. Dolía cada vez que lo decía y pensaba. Mi Bella no era mía para nada.

-Ella no es una acosadora. Es una fan que quería conocerte. Lo hizo. Le gustaste. A ti te gusto. Fin de la historia.-

Suspiré. -Sí, es el fin de la historia porque mintió y además ya tenía novio.-

Él me señaló. -Eso no lo sabes. Sabes que tenía una cita. Eso no es lo mismo que tener novio.-

Pero podría serlo, porque si la verdadera ella era como la que yo conocía, él haría lo que fuera por tenerla. Dios, mi mente estaba por todas partes. ¿Qué me había hecho Bella?

-Es bastante parecido.-

-No, no lo es. Sé que de hecho, ella no arregló la cita hasta después que te vio con Jane. Ella no tiene interés en ese tipo y solo irá porque cree que estás saliendo con Jane, lo cual tú no hiciste nada más que decirle que era cierto.-

Abrí mi boca para defenderme cuando me di cuenta de algo. -¿Cómo lo sabes?-

Él no dijo nada y aceleró de nuevo. Íbamos a más de cien y estaba seguro de que los policías aparecerían en cualquier momento. -Emmet, te hice una pregunta. ¿La llamaste? ¿Luego de que lo juraste por la ira de mamá? ¡Estás tan muerto!-

Él bufó. -No la llamé. Su amiga te llamó.-

¿Amiga? Oh, mierda, la aterradora. -¿Rose?-

Él sonrió. -Sí, Rose. ¡Es picante! Suena demasiado caliente, Edward. No puedo esperar a conocerla. Aunque deberías alejarte cuando lo hagamos. Ella te amenazó con toda clase de maneras para hacerte daño a ti, a tu cara bonita y a otras partes esenciales de tu cuerpo.-

Mierda. Tal vez Bella no había mentido sobre ella. -Bella dijo que era aterradora.- Estaba muy curioso, no podía evitarlo. -¿Qué dijo?-

Él rio. -¿Luego de llamarte varios nombres y amenazar tu hombría? Que le gustabas a Bella, de verdad, y me dijo varias veces que no le importaba si tú eras el Edward que estaba buscando o no.-

Sentí algo de esperanza en mí y traté de apartarla. -Eso es fácil de decir cuando ya sabía que me tenía.-

Él sacudió su cabeza. -No lo supo desde siempre, idiota. Tú le enviaste pistas cuando hablabas con ella. ¿De que hablaban?-

Demasiadas cosas. Cosas que rondaban por mi mente una y otra vez. Cosas que podrían arruinar mi carrera si ella iba con la prensa.

-De temprano supo que yo estaba en Europa y que mi ex viajaba conmigo y que me había avergonzado, públicamente.-

Él bufó. -Bueno, estoy seguro que toda esa mierda se solidificó cuando todos los medios cubrieron el anuncio de la boda de Irina.-

Tenía un sabor amargo en mi boca. -Sí.-

-¿Pero hablaron por varios días y ella seguía igual, verdad?-

-Coqueteos, mucho doble sentido, es dulce… ella fue muchas cosas, Emmet. Probablemente cosas que sabía que me gustaban basadas en las entrevistas que di y esas cosas. No conozco a la Bella real.-

-Eso es todo. No sabes si no la conoces.- Sacudí mi cabeza intentando que su enunciado tenga sentido. -Tal vez ella es exactamente esa chica. Rose dice que lo es.-

Lo miré. -Ella es su mejor amiga, ¿qué más podía decir?-

-Tal vez. Puedo decirte que esa chica quería matarte, y si ama a su amiga tanto, es porque debe valer algo.-

Por supuesto que valía algo. Ella era increíble. Tal vez. Mierda. No lo sabía. -Escucha, llévame a casa y pensaré en llamarla. No voy a ir allí para verla salir con algún imbécil.-

-Es un viaje de dieciocho horas. Si calculé bien, debemos de llegar allí con bastante tiempo de sobra para detenerla para que salga con ese imbécil, incluso con tiempo para dormir. Me quedé despierto mucho tiempo anoche cuidando tu culo borracho, quien, en caso de que no lo recuerdes, lo único que quería era hablar con tu chica.-

Lo recordaba. ¿Sobre que eran las verdades borrachas? -Emmet, no me voy a aparecer en su puerta. No sé donde vive, por una cosa o por otra…-

-Puedo manejar eso.- Él quitó su celular de su bolsillo e hizo una llamada. -Hey, ¿cuál es tu dirección?-

Dios, la estaba llamando. Intenté tomar su teléfono instintivamente y fruncí el ceño cuando me di cuenta que instintivamente quería tomarlo.

-Te dije que lo estaba manejando. Ahora dame tu dirección, Rose.-

Oh, genial, era su amiga aterradora.

-No sé por qué estás discutiendo conmigo. Lo tengo bajo control. No, no te lo estoy diciendo para que puedas sorprenderte como ella. Se llama negación. Te prometo que ella tendrá algo antes de que salga con el tipo aburrido.-

Apreté mis dientes ante el pensamiento de Bella saliendo con alguien que no era yo. ¿Por qué me importaba? Había terminado con ella. En parte. Quiero decir, puede que la llame porque Emmet me obligue. Podría aguantar una llamada telefónica y ser más civil esta vez. Ella estaría calma sobre el asunto de Jane y yo estaría calmo sobre el tema del acoso y podríamos hablar como adultos y llegar a un acuerdo para que no fuera corriendo con la prensa. Eso era todo. Una última vez para escuchar su dulce y sexy voz. Eso era todo lo que necesitaba.

-Dije que yo me haría cargo. ¿Por qué no confías en mí?- ¿Tal vez porque eres un imbécil que secuestra a su hermano? Tal vez debería decirle eso. No quiero que ella me pegue.

-No estaba intentando colgarte, tenía mucha mierda que planear. ¿Me darás tu dirección o tengo que trabajar para ello?- Hizo una pausa y una mueca. -¿Ahí, era tan difícil?- Él rio. -Te daré duro, chica espinosa.-Otra risa. -Sí, porque tienes púas. No te preocupes, me gusta.- Rio de nuevo. -Me gusta un poco de dolor.- Dios, mi hermano era asqueroso. -Tráelo, sexy. Espero con ansias. Hablamos pronto.- Colgó de nuevo.

-¿De verdad estabas coqueteando con la amiga de Bella?- Demandé. Ella iba a matarme. Espera, no me importaba. Sí, lo hacía. Maldición.

-Sí. Te dije, es caliente. Lo sabía desde antes de hablar con ella pero ahora lo sé totalmente. Ella es segura y sexy y no puedo esperar a conocerla. Grita mucho pero estoy segura de que puedo callarla.- Él sonrió y programó la dirección en el GPS.

-Maldición, Emmet. ¡No iremos a Washington para que te puedas acostar con la amiga de Bella!-

-No, iremos a Washington para que puedas hablar con Bella. Conocer a su amiga es sólo un bonus que tengo por cuidar tan bien a mi hermanito menor.-

-Seguro, imbécil.-

-Me lastimas, Edward.- Emmet puso su mano en el pecho dramáticamente.

-Te lastimaré si no das vuelta este auto. Tengo bastantes cosas con que lidiar.- Tenía dos guiones que necesitaba leer antes de mi reunión con Marcus, necesitaba tocar base con Kate y asegurarme de que toda la mierda de los PCA estuviera controlada, teníamos… sonreí. -Sabes, Em, si vamos a Washington no hay manera de que estemos el domingo cenando con mamá y papá.-

-Mierda.- Murmuró y juro que se puso blanco.

-Creo que llamaré a mamá y le diré que me estás secuestrando y que no podremos ir a cenar. Apuesto a que entenderá.-

Ahora era él quien estaba sudando. -Ella lo entenderá, eventualmente.-

-Seguro.- Saqué mi teléfono y le sonreí. -¿Debería llamarla, entonces?-

Quiso tomar mi teléfono, pero lo cambié a mi mano derecha para que no pudiera tomarlo. -Toma la próxima salida.- No dijo nada pero aceleró y pasó tres vías. Suspiré. Había ganado. -Gracias.-

-¿Por qué me agradeces?- Preguntó. Condujo hacia la salida y siguió de largo. -Estoy jodiendo contigo, Edward. No daremos la vuelta.-

-Está bien, entonces llamaré a mamá.-

-Llámala.- Se hacía el que no le importaba. Eso estaba bien. No tenía problemas en llamarla. Yo no iba a ser el que arruinaría la cena. Busqué su número y la llamé.

-¡Hola, mi dulce niño! ¿Cómo estás?-

-No tan bien. He sido secuestrado.- Emmet abrió su boca y quiso tomar el teléfono. -Mira el camino, imbécil.-

-¡Oh, por Dios! ¿Quién te secuestró? ¿Cuántos son? Déjame hablar con ellos. ¡Nadie toca a mi hijo! ¡Enviaré a los más aterradores hijos de puta que han visto si tocan un cabello de tu cabeza!- Ella sonaba asustada pero muy, muy, muy enojada. Mierda.

-Mamá. Fue Emmet quien me secuestró. Cálmate.-

-¡Edward Anthony Cullen! ¿Cómo puedes hacerme eso? ¡Ya estaba lista para llamar al FBI y algunos matones!- ¿Matones? Dios. Por supuesto que mi madre conocía matones.

-No estaba tratando de asustarte. Estaba intentando asustar a Emmet para que me llevara a casa.-

Ella suspiró. -¿Por qué te está secuestrando?-

-Um.- Mierda. No lo había pensado muy bien. El imbécil de mi hermano se estaba riendo porque sabía que le tenía que explicar. Maldición. ¿Por qué no le podía obligar que me llevara de regreso a casa como cuando éramos niños?

-Estoy esperando, Edward.- Podía escuchar sus uñas golpeando el escritorio.

-Bueno, verás, hay una chica…-

-Oh, ¿lo hay?- Su voz subió y sonaba contenta. -¿Qué chica?-

-Su nombre es Bella. Ella no es de la industria.-

-Bien. Cuéntame sobre ella.-

Mierda. -¿No podemos hablar de ellos luego de que obligues a Emmet a que me lleve a casa?-

-No. Decidiré lo que hacer con Emmet luego de que me cuentes la historia.-

Mierda. -Bella vive en Washington.-

-¿El estado o la capital?- Preguntó.

-El estado. Emmet me está llevando allí contra mi voluntad.-

-¿Por qué?- Ella sonaba poco interesada pero sabía que no era el caso.

-Porque ella y yo peleamos y él cree que debemos hablarlo en persona.-

-Pon tu teléfono en altavoz.- Ahí era donde quería ir. Tiempo de tomar a Emmet. Lo hice y le sonreí.

-¿Emmet?-

-Hola, mamá.- Él sonaba tranquilo y nervioso.

-No me digas, hola mamá. ¿Por qué estás llevando a tu hermano a Washington por una chica?-

Él me sonrió. -Porque ella es la indicada, mamá. No lo quiere admitir, pero sé que lo es.-

Hubo un grito ahogado del otro lado del teléfono. -¿Estás seguro?-

-¡Diablos, sí! Deberías ver su rostro cuando habla de ella.- Le hice una mueca. -Él está putamente perdido por ella, mamá.-

-¡Lenguaje!- Ella gritó y Emmet hizo una mueca como si lo hubiera abofeteado, lo cual ella hubiera hecho si hubiera estado en el auto.

-Lo siento, ma.-

-¿Crees que no sé que me dices ma cuando estás en problemas? Creo que descubrí eso en estos veintiséis años, Emmet.-

Le sonreí. -¡Edward!- Salté.

-¿Sí, mamá?-

-¿Es verdad lo que dice tu hermano? ¿Estás enamorado de esta chica?-

Si. No. Estuve. No lo sé. -Yo… yo pensé que estaba, pero es complicado.-

-El amor puede serlo. Cuéntame sobre ella.-

-No nos hemos conocido.- Me estaba desesperando porque era claro que mamá no le iba a decir a Emmet que diera vuelta. -Sólo la conozco a través del celular y la computadora.-

-Mmm. Bueno, en estos días y a estas edades parece ser bastante común. ¿Cuántos años tiene?-

Suspiré. -Veintidós. Está estudiando para ser profesora. Por lo menos eso dice.-

-Okey, ¿qué sucedió entre ustedes dos que requirió que tu hermano te secuestre y te lleve a Washington?-

-Sí, compre un auto putamente genial y…-

-¡Emmet Matthew Cullen, te avisé sobre el lenguaje!- Él hizo una mueca de dolor de nuevo.

-Lo siento, ma.-

-Tú y yo hablaremos más tarde.- Me reí. Estaba en graves problemas. -Edward, cuéntame todo.-

Y lo hice. Le conté sobre cómo hablar con Bella me ayudó a sobrevivir la horrenda promoción y cuánto habíamos hablado por teléfono y luego cuando descubrí que ella siempre supo quien era yo y lo molesta que estaba sobre Jane y su cita el sábado. Dejé de lado los comentarios sexuales en las charlas. Había cosas que nunca compartiría con mi madre.

-Entonces, tú te guardaste algo y ella también, ¿es correcto?-

Suspiré. -Bueno, sí, pero…-

-Sin peros. ¿Ahora estás preocupado de que no sea la chica que crees que era? ¿Qué ella tomó todo lo que sabía sobre ti y se convirtió en la chica de fantasía que tú querías tener?- Mi madre cortaba toda la mierda y decía las cosas como eran.

-Sí.-

-Ya veo.- ¿Qué quería decir?

-Bueno, ¿harás que Emmet me lleve a casa?-

-No. Creo que necesitas hablar con esta chica Bella.-

-¡Exactamente!- Emmet gritó.

-No te pienses que eres inocente, Emmet. Tú me deberías de haber contad todo esto.-

Él se encogió en su asiento. -Lo siento, ma.-

-Edward, tienes que ver por ti mismo si esta chica es quien tú crees que es. Si no lo haces, siempre te lo preguntarás y eso te perseguirá por siempre. Conozco a mi chiquito.- Chiquito mi culo. Me estaba tirando a los leones. -Necesitas hablar con ella. Suena como si de verdad te importa. Si no lo hiciera, no te hubiera importado que ella lo hubiera sabido desde el comienzo.-

-Lo sé, mamá, pero…-

-¿Qué dije sobre los peros?- Emmet abrió su boca pero pensó que era mejor no responder. - La única manera de saber si ella no estaba mintiendo es sentarte a hablar cara a cara con ella. Siempre has sido un buen juez de carácter, dejando de lado a las ex recientes.- Emmet rio y lo miré. -Habla con ella, Edward. No te matará.-

Podría hacerlo. Podría matarme estar en la misma habitación que ella y no poder tocarla ni besarla ni abrazarla. Pero tal vez, si ellos tenían razón y Bella era la misma chica de la cual me había enamorado, entonces podría hacer eso también.

-Okey.-

-Emmet, conduce con cuidado. Lo último que necesito es que te arresten por exceso de velocidad.-

-Tengo mis juguetes, ma.-

Ella rio. -Estoy segura de que sí. Llámame luego de que hables con tu chica, Edward. Espero con ansias conocerla.- -Emmet rio. -¿Y Emmet? Tú me compensarás por arruinar la cena familiar.-

Sonreí y él frunció el ceño. -Ma…-

-Necesito un acompañante para la Gala Melon en unas semanas ya que tu padre estará fuera de la cuidad por una conferencia. Pruébate tu smoking cuando llegues a casa.-

Él lucía horrorizado. -Ma, no puedo porque…- Ahora era mi turno de reír. Si había algo más que Emmet odiara más que usar traje e ir a una gala aburrida, tenía que averiguarlo.

-Irás, Emmet. Llámame el domingo, Edward. Adiós.-

-Joder.-

-¡Escuché eso!-

-¡Mierda! ¡Cuelga, Edward!- Me reí mientras lo hacía. -Maldito.-

-Eso es lo que tienes por secuestrarme.-

-Aquí estoy, entregándote a tu verdadero amor y estoy estancado con un trabajo de caridad. Me debes una grande luego de que pase todo esto.-

-Cierto, te debo una por sacarme del estado contra mi voluntad.-

-Si de verdad no quieres ir, llama a la policía. A lo contrario de mamá, ellos vendrán corriendo.-

Miré el teléfono que tenía en mi mano y luego a mi hermano. Lo guardé en mi bolsillo.

-Ves, quieres ir.-

Me encogí de hombros. Entre Emmet y mi madre, ya no estaba seguro de lo que quería. En realidad, no, eso era una mentira. Quería volver el tiempo atrás, dos días y hacer todo de nuevo. De vuelta a la ignorancia feliz con Bella.

-Edward.- Lo miré y él se quitó las gafas de sol. -Necesitas hablar cara a cara. Sabrás que es lo real cuando estés con ella. No se pueden esconder.-

Él tenía razón. No más escondidas. Quería que Bella fuera todo lo que yo creía que era y nunca lo sabría hasta que no mirara sus hermosos ojos marrones y ver lo que habían detrás de ellos.

-Está bien, Emmet. Hagámoslo.-

Él se acomodó y aceleró. -No te arrepentirás.-

Espero que no. Por lo menos lo sabría, de una manera u otra, si Bella era la chica para mí. -Cuenta con eso. Quiero llegar allí antes de que salga con ese imbécil.-

-¡Ese es mi chico!- Él aceleró de nuevo.

Espero que pueda ser el chico de Bella cuando todo se termine. No podía pretender más que no quería ir. Mañana lo sabría de una manera u otra. -Em, ¿cancelaste la cabaña?-

Él rio. -Diablos, no. Si aun quieres que lo haga luego de esta visita, lo pensaré.-

Sonreí por primera vez en el día. -¿De verdad dijo Rose que le gustaba en serio a Bella?-

Emmet puso una mano en mi hombro. -No estaríamos haciendo todo este viaje si no lo hubiera dicho.-

-Está bien. Hablaré con ella y veremos.-

-¡Washington, aquí vamos!-

Bella, aquí voy. Espero que estés lista. Espero que seas real. Necesito que lo seas. Te necesito.

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Hola! Siento la tardanza de q la espera es dura pero aquí estamos con el nuevo capítulo q tierno es edward no??? Y esme??? Jaja es de temer bueno pos aqui esta el capo prometo q vamos a actuañizar con mas rapidez pero c favor dejen votos y comentarios x q estos son grandes incentivos para nosotras 😊 gracias por leer la historia y esperp q hayan disfrutado del capi un beso isa😘