Amor por Obligación (+18)

Autor: neni_bella
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2012
Fecha Actualización: 28/04/2012
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 32
Visitas: 37479
Capítulos: 20

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ORPHA

 

Bella, una chica de 14 años que para salvar el trabajo de su papá tiene que hacer todo lo que Edward Cullen le diga, y aunque el tenga 24 años y sea un sádico, mujeriego, violento y un vampiro tal vez.

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Capítulo 9: Edward POV III

CAPITULO IX: EDWARD POV III

Solo podía esperar hasta mañana a las 12:00…

 

Por fin, me decía internamente hoy seria el día que Bella regresaría conmigo,  solo que eran las 7am y yo tendría que esperar hasta las 12:00, estupido colegio por que tenían que salir tan tarde.

 

Bueno pero no importa, el pensamiento de Bella conmigo era el que calmaba mis ansias, solo esperara que Bella no armara ningún escándalo, me daba un extremo fastidio el tener que aguantarla.

 

Pero ya tenia que dejar de pensar en eso, me estaba volviendo loco de solo pensar en ella. Primera vez en todo mis años de vida, que pienso tanto en una sola “mujer”, por que en realidad estaba al tanto de que Bella era solo una niña.

 

Aburrido me dirigí a mi enorme y magnifica compañía, tenia que resolver unos asuntos de negocios, que tal vez me distraería un rato, hasta que fuera la hora.

 

Al entra por las enormes puertas del gran edificio que pertenecía todo a “The Cullen’s Corporation”, observe como todo el personal se quedaba observándome, ya estaba completamente acostumbrado y mas a las directas miradas que todas las mujeres de este lugar me dirigían constantemente para que las complacerá, podía ver en sus ojos deseos de tenerme con ellas.

 

Podía oír claramente todos los pensamientos de cada una de ellas.

 

-Es tan hermoso-

-Algún día estará en mi cama-

-Mmmm, Que rico esta-

 

Esto me hizo reír internamente en este momento cualquiera de ella desearía estar en el lugar de Bella.

 

Otra vez Bella, maldita sea, esa niña merecía un castigo por todo lo que me estaba haciendo, que diablos pasaba conmigo, estaba acostumbrado que las mujeres me persiguieran a mi, no yo a ellas y menos a una tonta niña, pero lamentándolo mucho esa niña era la que ocupaba mis pensamientos ahora.

 

Sin darme cuenta llegue al enorme ascensor. Iba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta de que el inútil de Swan estaba dentro de el.

 

-Buenos Días Sr.Cullen.- Dijo algo nervioso.

 

-Buenos días Charlie, como amaneciste- Dije regalándome una de mi mas falsas sonrisas.

 

-Muy bien Sr.Cullen ¿y usted?- Dijo tratando de buscarme conversación.

 

-Muy bien, Charlie- Dije sonriéndole nuevamente, esto era parte del trabajo de todos mis días, fingir una hermosa sonrisa y parecer el Caballero Edward Cullen.

 

-Pero ya te lo dije Charlie, llámame por mi nombre- Le dije mientras posaba mi mano sobre sus hombros en forma amistosa. Parte de mi actuación.

 

-Claro Edward- Menciono con algo de miedo, esto me causaba mucha risa, como la gente me temía, como mis empleados me temían, hasta como mi Bella me temía.

 

Genial, esa maldita niña, rebaso los limites se metía en mi cabeza sin yo poder quitármela, tendría que pagar por eso.

 

-Bueno Charlie, tengo que irme- Le dije mientras le mostraba una enorme sonrisa.

 

Tengo que ir a distraerme, por que no dejo de pensar en tu hija.

 

Este tipo de pensamientos de verdad estaban matándome.

 

-Claro, adiós Edward- Dijo mientras hacia un gesto de despedida con su mano- Que pases un buen día.

 

Claro que lo tendré, Justamente esta noche tal vez tu hija sea la que cierre con un broche de oro mi día.

 

Llegue distraídamente a mi oficina, mi secretaria me recibió diciéndome que tenia muchas llamas, y que tenia algunas citas de trabajos, le pedí que las cancelara todas que mañana me encargaría de ellas, porque hoy estaría ocupado.

 

Firme todos los documentos que ella me entrego, revisándolos uno por uno, sin dejar pasara ningún detalle, hice todas las llamadas telefónicas necesarias, también recibí las llamadas necesarias, envié varios emails y antes de que me diera cuenta ¡POR DIOS! Eran las 12:05 p.m.

 

Tenía un poco de tranquilidad porque sabía que cierto profesor se encargaría de retener a mi Bella, así que ella no se marcharía a su casa.

 

Tome el enorme ascensor, baje ante planta baja. En el camino hasta el estacionamiento me dedique a llamar a mi chofer, para que me recogiera en la puerta del estacionamiento.

 

Cuando este llego en mi hermoso carro negro BMW, me subí en el, le dije la dirección a este, el sabia por supuesto a donde tenia que ir.

 

El viaje tardo mas o menos una hora, me preocupe por que no tenia idea de que estupidez pudo haberse inventado el viejo profesor para retener a la niña, por que sabia que mi tardanza, podría poner a sospechar a Bella.

 

Cuando nos estacionamos, busque en el directoria de mi teléfono y marque el número del profesor, este no contesto, se suponía que debía estar con Bella.

 

No tuve que esperar más de 5 minutos cuando vi una pequeña figura, con unos ajustados pantalones negros y una camisa manga larga blanca, que hacia que su cuerpo se viera como el de una diosa.

 

-No la dejes salir- Le dije a mi chofer par que se atravesara en su caminata.

 

Cuando Bella iba a pasar, mi chofer se movió tapándole el paso, esta trato de no prestarle atención y lo intento de nuevo y cuando lo hizo de nuevo, mi chofer volvió a tapar su paso.

 

Pude ver como su rostro se transformaba en uno de miedo, aprovechando ese momento de pánico decidí bajar el vidrio de mi auto.

 

Cuando ella observo que era yo, su cara se paso de pánico a mi medo, terror, pude oír como su corazón empezaba sonar fuertemente, Genial, la tenia en mis manos.

 

-Hola Bella.- Le dije mientras, la observaba de arriba abajo y en mi cara se formo una sonrisa de deseo -¿Como estas cariño?-

 

Vi como Bella salía corriendo, Fantástico, ya empezamos, dije mentalmente, así que decidí bajarme del auto e ir tras de Bella.

 

En menos de unos segundos pude alcanzarla, cuando logre llegar a ella, la tome por sus pequeñas brazos con algo de fuerza, para que supiera de una vez que yo no estaba jugando.

 

-Qu..Que quieres?- Pregunto con una tierna voz de miedo.

 

Le dirigí una de mis miradas llenas de deseo.

 

-A ti- Le mencione mientras observaba todo su cuerpo.

 

-Déjame en paz por favor- Trato de suplicarme.

 

-Hablándome así, solo haces que te desee mas- Le dije mientras la tomaba por su pequeña y estrecha cintura y la cercaba mas a mi-Pero en estos momentos no estoy aquí Bella, para esto, estoy aquí para hablarte de una propuesta que te tengo.

 

Estaba decidido a llevarme a Bella por las buenas o por las malas, así que decidí empezar con una propuesta, si no aceptaba, ya veríamos que pasaba.

 

Le pregunte si oiría mi propuesta, pero Bella supongo que por miedo no respondió, pero es que no le había dejado claro a esta tonta que no me gustaba que me ignoraran o que no respondieran cuando yo preguntaba algo.

 

-No, no, no Bella te dije el día de la fiesta que no me gustaba, que no me respondieran- Dije mientras apretaba mas mi mano en torno a su brazo, solo para que entendiera- Vamos de nuevo. Te pregunte ¿que si ibas a escuchar mi propuesta.?

 

-S… Si- Dijo entrecortada, Podía ver como su cara reflejaba dolor, debía ser por una de mis manos que tomaba su brazo.

 

-Bien, ahora escucha bien- Dije mientras tomaba un respiro- Según vi esta mañana tu padre esta muy feliz ¿verdad Bella? –SI, vi como su cara se transformaba en una de terror.

 

Aunque asintió de forma afirmativa

 

-Muy bien, pues vi que esta muy feliz con lo que le dije el día de a fiesta, pues tengo una mala noticia para ti, pero buena para mi.- Dije mientras observaba su rostro- Bella o vienes conmigo o tu padre pierde su empleo.

 

Cuando note que Bella, estaba empezando a pensar en mi propuesta decidí ponérsela, mas difícil.

 

-Ah, lo olvidaba si decides que tu padre pierda el empleo, me asegurare-

Dije mientras acercaba más su rostro a mí, y apretando mucho más mi agarre, por un momento creí que rompería su brazo - De que no consiga nunca más un empleo en otra compañía.

 

En estos momentos el rostro de Bella, era para una foto, miedo, terror, duda, y muchos mas sentimientos se veían reflejados en su rostro. Si, se sentía bien, sabia que Bella me temía. M e sentía como el rey del mundo, Bella tendría que obedecerme para siempre.

 

Después de un rato, empecé a molestarme.

 

-Vamos Bella no estaré aquí todo el día- Le dije molesto.

 

-Acepto- Me contesto.

 

En estos momentos, el sentimiento era indescriptible, Bella había aceptado sin chistar y yo había pensado que iba a ser un poco mas difícil de convencer, pero no resulto que Bella había decidido obedecerme, de nuevo el rey de mundo.

 

-Perfecto- Dije mientras la jalaba hasta dentro del auto.

 

-Muévete- Le dije para poder entrar en el auto, aunque había espacio solo quería molestarla.

 

-Jorge, vamos a la casa- Dije dirigiéndome a mi chofer- Ahora tu- Le dije a Bella, señalándola.- Quiero que llames a tu madre y le digas que iras a casa de cualquier amiga.

 

-Yo no tengo amigas- Dijo tratando de engáñame, que niña mas idiota.

 

-Vamos Bella no me hagas enojar, sabes que no me veo bien molesto ¿cierto?- Pude ver en sus ojos que entendió el mensaje.

 

Tomo el teléfono que yo tenía en mis manos, la vi marcar el número pero antes de que presionara la tecla de llamada, recordé algo.

 

-Quiero que le digas, que te quedaras a dormir unos días- Le dije mientras me miraba fijamente.

 

-¿En donde?- Pregunto inocentemente.

 

-Pues donde mas crees tu Bella- Dije mientras le lanzaba el teléfono a la cara, vi como en su cara aparecía una expresión de rabia, y esto solo me hizo reír internamente.

 

Marco nuevamente el numero que supuse que debía ser el de su casa.

 

-Alo- Contesto Su madre, podía oír todo y observe como Bella me miraba un momento y luego volteaba a ver a otro lado.

 

-¿Mama?- Pregunto Bella, aunque sabia perfectamente que Bella estaba consiente de que era su madre.

-Bella, Cariño donde estas que no has llegado, tengo tu…- Pero antes de que pudiera terminar de decir algo Bella la corto.

 

-Mama estoy en casa de una amiga y creo que me quedare un par de noches- Dijo sin pensarlo.

 

-Oh, cariño eso es genial- Grito su madre prácticamente- ¿Como se llama tu amiga?-

 

Genial, no tendría que preocuparme por los padres de Bella por unos días.

 

Cuando menciono el nombre de la amiga espere que Bella dijera algo.

 

-En casa de Ángela- Espero a ver si respondía- Recuerdas que una vez te hable de ella.

 

-Así, si, si cariño ya recuerdo- Dijo su madre en tono de afirmación.

 

Sabía perfectamente  que era mentira, el tono de su voz, dejaba muy claro que no recordaba muy bien, definitivamente la memoria de los humanos era un autentico colador.

 

-Si, bueno mama, tengo que irme, un beso te quiero- Dijo Bella tratando de colgar rápido.

-Chao, cariñ…- Pero corto la comunicación, ahora solo me quedaba disfrutar con mi Bella, los días que me quedaban con ella. Después vería como resolvería para ver a Bella.

 

-Perfecto-Mencione en un murmullo. Mas para mi que para Bella, lego que me dedique a mirar el paisaje pensando en todo lo que podría hacer con mi pequeña.

 

¡Genial!, podía escuchar como la tonta de Bella, lloraba, me molestaba muchísimo aunque quería intentar calmarla, pero no sabia como, nunca había tenido que hacer esto, Bella era una niña pero no una bebe para estar llorando como una boba.

 

-Vamos, Bella cariño ¿que te pasa?- Dije en un tono suave, colocando mi mano sobre la de ella, aunque apenas mi mano hizo contacto con la de Bella, esta intento retirarla, pero se lo impedí, tomándola con fuerza.- Deja de llorar, me molestas.

 

Parecía que me había hecho caso, aunque ahora se dedicaba a mirarme con mala cara.

 

-No va hacer tan malo, mientras tu te portes bien- Le dije mientras acariciaba su cabeza como un dueño lo hace con su perro. De ahora en adelante Bella seria como mi mascota, pero mi linda y cuidada mascota y la trataría como una fina muñeca de porcelana, no dejaría que nada le pasar pero tendría que obedecerme.

 

A partir de ahí todo quedo en silencio. Observe a Bella fijamente, note que era mas hermosa de lo que yo creía, sus ojos, su cabello, su piel, sus labios, pero no me preocupaba por que ahora todo eso me pertenecía.

 

-Vamos Bella- Dije esto mientras la sacaba a la fuerza del auto- No tengo todo el tiempo del mundo.- Le dije mientras la cargaba de un brazo, en este ya se veían las marcas de mis dedos, pero en realidad se veía bien , hacia contraste con su piel.

 

Entramos en mi magnifica mansión, tenia que ir a arreglar algo, así que tardaría unos momentos, en subir.

 

 -Ve al piso de arriba segunda puerta a la derecha, ese es mi cuarto- Le dije mientras retiraba mi apretada mano de su brazo- Date una ducha y después veremos como nos divertimos- Le dijo mientras le dirigía una sonrisa de deseo.

 

Mientras entraba en mi enorme cocina me senté a relajarme, le daría tiempo a Bella para que se adaptara un momento, tampoco quería parecer un mounstro, o “tan mounstro”.

 

Pero me estaba volviendo loco por tenerla en mis brazos, no soportaba esto, vamos Edward que te sucede, subirás en un momento, me decía mentalmente tenia que tener control.

 

Después de un rato, decidí subir. Cuando abrí la puerta de mi habitación Bella no estaba ahí, me moleste un poco, Bella quería seguir fastidiado. Hice silencio y pude escuchar el latir de su corazón, en una de las habitaciones de la derecha, cuando intente abrirla, me di cuenta de que Bella, había colocado algo en frente de la puerta con un poco mas de fuerza empuje la puerta esta inmediatamente se abrió.

 

-Vamos Bella sal de ahí, antes de que me moleste- Dije con voz calmada.

 

Antes de entrara a la habitación quería que Bella entrara en pánico que se diera cuenta de que me había molestado.

 

Como me di cuenta de que Bella no tenia intenciones de salir del baño, dije algo en voz alta para que supiera que ya estaba mas cerca de ella, gracias a que había tenido que romper mi puerta, ella pagaría por eso.

 

-Maldita seas Bella- Dije más cerca de ella.

 

-Vamos sal de ahí- En un abrir y cerrar de ojos la tenia tomada por ambos brazos.

 

-¿A sí que quería jugar Bella?- Dije mirándola directamente a los ojos.- Ahora es que va a empezar el juego.

 

Cuando apreté mas mi agarre, la hematoma que ya tenía le dolió tanto que lagrimas gruesas empezaron a salir solas de sus ojos.

 

-Ves cariño, te dije que esto no iba a pasar si te portabas bien- Iba diciendo mientras la arrastraba, a mi habitación- Pero no la bebe tenia que ponerse fastidiosa.

                                                                                                 

En mi cuarto la lance hacia la cama, cayo en posición boca arriba, pero apenas su cuerpo toco las suaves sabanas, trato de correr pero la tome antes de que pudiera volver a escapar, cuando la volví a lanzar sobre la cama me posicione sobre ella para no dejarla escapar.

 

Mis manos aprisionaban las suyas sobre su cabeza y mis piernas atrapaban las suyas, dejándola en una posición sin escape, que mas podía hacer esa idiota.

 

Pero mientras mas se movía con más fuerza mis manos aprisionaban las suyas, al igual que sus piernas, estaba casi seguro de que las hematomas ya se hacían visibles en sus muñecas.

 

Pero no me importo lo único que quería hacer ahora era besarla con desenfreno y hacerla mía, que ella supiera que su dueño era yo.

 

-Por favor- Intento suplicarme, pero le era difícil por que las lágrimas habían empezado a salir de sus ojos y su voz apenas se escuchaba.- Haré cualquier otra cosa.

 

-Bella, no te deje claro hace un rato, que cuando me hablas así solo me haces desearte mas- Le dije mientras empezaba a besar su cuello.

 

Ya  para Bella era imposible moverse la tenia tomada con tanta fuerza que hasta a mí me dolían mis manos, pero seguiría así.

 

-Vamos Bella, no será tan malo- Dije mientras bajaba de su cuello hasta el área de sus senos.

 

-N…- Pero su grito fue callado por mis labios, tenia que admitir que eran deliciosos, el sabor de los labios de una niña me estaba matando.

 

Mis labios siguieron besando, lamiendo, y mordiendo su boca, se sentía tan bien que por un momento mis manos dejaron de presionar tan fuerte.

Entre beso pude escuchar la voz de Bella.

 

-Mmm suelta…- Me dijo.

 

Cuando entendí el mensaje solté sus manos, quería que ella también disfrutara de mí.

Seguí con el juego pensando que Bella también estaba disfrutando, tanto o más que yo, pero cuando baje para el área de su cuello, sentí que algo me golpeo la cabeza.

 

Estaba tan sorprendido que caí a un lado de la cama. No me había dolido pero estaba en completo shock, justo cuando caí a un lado de la cama Bella aprovecho y salio corriendo.

 

-Maldita sea- Dije en voz alta y fui tras Bella.

 

Cuando llegue a la puerta principal Bella estaba intentado abrirla pedro se la impedí, tomándola por un hombro la voltee con fuerza.

 

Ya de frente pude ver la cara de Bella su rostro reflejaba miedo.

 

-Edward yo- Pero la corte antes de que pudiera decir otra cosa, la tome por el cuello, levantándola del suelo.

 

-Te lo dije cariño- Le dijo mientras apretaba tanto mi agarre que ya Bella no tenia aire- No me hagas enfadar por que no me veo bien.

 

Pude ver que Bella iba a peder el conocimiento pero así no me servia la necesitaba para estos momentos, así que la solté, para que pensara que me había apiadado de ella.

 

Cuando la volví a tomar por sus brazos la lance a un extremo del salón, quería que supiera que el que mandaba aquí era yo, y a mi debía respetar.

 

-Ahora Bella-Le dije mientras me acercaba y la tomaba por el cabello y la levantaba por este- Quiero que te portes bien, por que te aseguro que puedo ser muchísimo peor que esto.- Quería que viera en mis ojos que decía la verdad.

 

La lagrimas que habían caído hace un momento de los ojos de Bella, volvieron a  caer

 

-Cállate- Rugí mientras la llevaba de vuelta a mi habitación.

 

Cuando nota que iba a llorar otra vez, no pude reprimir mis ganas de darle una cachetada.

 

-Te dije que te callaras- Grite mientras abría la puerta de mi habitación y la lanzaba de nuevo en la cama.

 

Me coloque sobre ella para que viera que ahora venia lo peor y que ahora íbamos a disfrutar, quisiera o no.

 

Mis manos aprisionaron de nuevo sus muñecas, pero esta vez con mucha mas fuerza.

 

-Esta vez Bella, espero que no se te ocurra volver hacerme lo de hace un momento por que esta vez no seré tan bueno- Dije mientras comenzaba a besarla.

 

-Eres un monstruo- Me dijo mientras  besaba el inicio de sus senos.

 

Otra cachetada para su cara, pero no estaba nada molesto.

 

-Oh, Bella cariño, soy tu mounstro personal- Dije mientras lamía sus pechos- No te parece lindo-

 

No aguantaba mas arranque la camisa de Bella, mandándola por una parte de la habitación.

 

Con una de mis manos recorría todo su cuerpo y la otra sujetaba sus muñecas, pero me deje llevar tanto que mi agarre se aflojo un poco.

 

-Te lo advierto Bella, si haces algo te arrepentirás- Dije mientras soltaba la mano que apresaba su muñeca y me dedicaba a recorrer su cuerpo con ambas manos.

 

En un momento coloque a Bella sobre mi quería que ella también pudiera verme.

 

Cuando note que Bella quería tocar mi pecho, me excite aun mas, Ella lo estaba disfrutando, Pero sus manos eran tímidas así que tuve que obligarla a tocarme.

 

Antes de poder hacer otra cosa me coloque a mi y a Bella de rodillas para poder desabrochar su pantalón, quedando ella solo en ropa interior, se veía mas hermosa de lo normal..

 

Volví a lanzarla sobre la cama, y esta vez besaba todas las partes de su cuerpo que podía.     

 

Después de besar cada parte de su cuerpo. La coloque encima de mi y empecé a besar de nuevo el inicio de sus senos, cuando Bella vio mis intensiones que quitarle su brazier, se coloco sentada sobre mi para permitírmelo.

 

Volví a recostarla en la cama y empecé a jugar con sus senos, lamiéndolos, mordiéndolos, besándolos.

 

¡SI! Bella se había entregado, me sentía tan bien pero quería hacerla mía ya de una vez.

 

Estaba ya dispuesto a retirar la ultima pieza de ropa que quedaba sobre su cuerpo.

 

Bella se aferro a mi espalda besándome sabia que era una excusa para que no terminara de desnudarla.

 

-Bella, muévete- Le dije medio molesto no quería que me hiciera repetirlo, la segunda no seria tan cordial.

 

Empecé a besar todo su cuerpo todo lo que podía ser tocado por mis labios, la piel de Bella era tan suave que provocaba morderla.

 

-Mmm Bella- Dije al sentir la caricias de Bella en mi cabello y en mi espalda.

 

Seguí besando el hermoso cuerpo de mi Bella, mas que todo su vientre para que supiera que estaba a punto de unirnos.

 

Hasta que poco a poco con mis dientes, retire la última pieza de ropa que quedaba sobre ella quedando completamente desnuda ante mi, pude ver todo su cuerpo y mis ojos brillaban. Me sentía… ¿Feliz? Era feliz con Bella.

 

No aguante más y cargue a Bella y la coloque sobre mí.

 

Y entre en ella suavemente. Nunca me había sentido así me sentía completo con Bella todo se veía hermoso, ella era como el sol de mi mundo, me sentía un hombre junto a ella y eso que solo era una niña.

 

Con Bella, estaba todo bien, no la dejaría ir nunca, ahora ella seria mía, hoy, mañana y siempre.

Poco a poco fuimos subiendo el ritmo de nuestros movimientos.

 

Hasta que Bella no podía más y se tumbo en la cama para dormir, escuche un gruñido de mi pecho por que yo quería mas, quería seguir besándola.

 

Pero resignado deje que durmiera, solo pude abrazarla por el costado, observándola de vez en cuando besada su cuello o su pequeña cintura.

 

Esta pequeña iba sacar lo peor y lo mejor de mí definitivamente.

 

Sentí que de ahora en adelante todo iba a ser más fácil.

 

Deje que Bella durmiera y mi tiempo se me paso observándola, cuando me di cuenta eran las 6 hoy tenia que ir a la oficina a atender todos los asuntos que deje pendientes de ayer por estar con esta pequeña demonio, así que decidí  irme y dejarle una nota.

 

Bella no seria tan tonta como para huir, por que sabia que la pagaría caro y aparte ella no tenia ni la menor idea de en que parte de la ciudad estaba así que todo estaba bien.

Deje una pequeña nota en la mesa de noche:

 

“Mi pequeña Bella, he tenido que salir por asuntos del trabajo, te veo después”

 

Me duche, me di un baño me vestí, mientras Bella seguía durmiendo.

 

Cuando llegue a mi oficina, hice todo lo que tuve que hacer, me llevo toda la tarde y mi mente solo la ocupaba Bella, que estaría haciendo, como se sentiría después de lo de anoche.

Cansado de tanto trabajar, solo pensando como Bella iba quitarme el cansancio, me dirigí a mi casa, cuando llegue capte el olor de Alice.

 

¡Maldición! Había estado en mi casa, ¿donde esta Bella?, no podía oír su corazón si Alice se había atrevido a llevársela y Bella acepto ella lo pagaría muy caro, todo esto que me estaba haciendo lo pagaría.

 

Entre a mi enorme mansión y revise todo, fui hasta mi habitación hay seguía la nota que había dejado esta mañana para Bella, ella no la había visto, pero eso no justificaba que se allá ido, ya mismo la buscaría y cuando ella estuviera aquí se iba a enterar como era Edward Cullen furioso.

 

Subí a mi Volvo, corrí por toda las calles, furioso no me importaba que la policía me multara, primero tenían que pararme que en estos momentos era imposible.

 

Cuando llegue a casa de mis padres estacione fuertemente no me importaba que se molestaran, Bella era mía, ¡mía y de mas nadie!

 

Cuando Baje de mi auto, iba entrando a la casa y pude ver a Bella en la ventana de uno de los cuartos.

 

Aun con miedo se veía hermosa, pero en estos momentos no podía pensar en eso, primero tenia que recuperarla y luego castigarla por haberse ido y dejarme.

  

Ahora si empezaba el juego…

Capítulo 8: Edward POV II Capítulo 10: Casa Cullen

 
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