Amor por Obligación (+18)

Autor: neni_bella
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2012
Fecha Actualización: 28/04/2012
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 32
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Capítulos: 20

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ORPHA

 

Bella, una chica de 14 años que para salvar el trabajo de su papá tiene que hacer todo lo que Edward Cullen le diga, y aunque el tenga 24 años y sea un sádico, mujeriego, violento y un vampiro tal vez.

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Capítulo 18: Reencuentro

CAPITULO XVIII: REENCUENTRO

 

Muchas personas tienen demasiadas cosas de las cuales arrepentirse, yo solo tengo una: Mike

-Vamos Bella deja que te lleve- Me repetía Mike, por quinta vez.

 

-Ya dije que no, déjame empaz de una vez por todas Mike- Dije molesta.

 

Mike había insistido en llevarme a mi casa desde que Salí, de mi ultima clase, pero la verdad es que desde lo sucedido en nuestro viaje, me había mostrado muy distante con el, hasta mis padres se habían percatado de la tensión que había entre Mike y yo.

 

Y es que no era para menos, desde ese momento Mike había cambiado completamente, creía que porque había sucedido una vez, se volvería a repetir a cada momento.

 

Y era peor cada vez que iba a “visitarme”, yo me tenia que encargar de que permaneciéramos con mis padres, para Mike no tuviera oportunidad ni siquiera de acercárseme un centímetro.

 

Lo quería lejos de mí, pero era más difícil a cada momento,  y muchas mas desde el día que a mis padres se les metió en la cabeza, que Mike debía ir como mi acompañante  la fiesta de las empresas Cullen.

 

Había intentado todo tipo de técnica, para que mis padres cambiaran de idea pero siempre obtenía el mismo resultado, No.

 

Esa era la respuesta definitiva por su parte, yo por mi lado, había intentado, haciendo lo imposible para que Mike no asistiera. En un cierto momento se me había ocurrido que yo podría faltar también, pero cuando la imagen de Edward llego a mi mente, todas esas absurdas ideas se fueron volando.

 

-Vamos Bella no seas terca- Dijo Mike sacándome de mis pensamientos.

 

-Ya dije que no Mike, vete tu- Dije saliendo del acaparamiento de la escuela- Vete y no vuelvas- Dije mas para mi misma que para el.

 

-Bueno como tú quieras- Dijo mientras aceleraba en su Toyota.

 

Observe el auto, hasta que desapareció en una de las esquinas próximas, suspire fuertemente. Necesitaba pensar en todo, pero quería a la vez no pensar nada. Me asustaba reencontrarme con Edward. Y me daba más miedo aun, descubrir que Edward pudiera tener algo con otra mujer.

 

Yo por mi parte no tenía derecho a reclamarle, porque yo estaba con Mike, no porque yo quisiera, pero era lo mismo, el era completamente libre de hacer lo que quisiera, de estar con la mujer que quisiera.  Y estaba segura de que el, ya ni siquiera me recordaba, de cierto modo, obviamente no todos los días se secuestra a alguien y lo olvidas tres días después, pero podría jurar que  el ya tenia otra vida, en un día podían pasar muchas cosas, en 4 meses podría pasar hasta lo imposible.

 

Pero vamos, dije mentalmente, si el salón es tan grande como el último, no tendría porque conseguírmelo, podría pasar toda la fiesta sentada, o afuera del salón.

 

Necesitaba ir no me importaba que Edward no me viera, con solo saber que Edward se encontraba en el mismo lugar que yo era suficiente para mi. Aunque el problema era que si mis padres, les daba la gana de ir a saludar a la familia Cullen, tendría que inventar algo. Así como que necesitaba ir al baño o que me había encontrado con algún amigo.

 

Si, diría eso, tal vez Jacob estaría presente, por lo que no tendría que mentir exactamente.

 

Pero y Mike?, menciono mi subconsciente, maldita sea, hasta estos momentos mi plan iba perfecto hasta que recordé que el asistiría con nosotros. Necesitaba intentar hasta el último día.

 

Porque mis padres tenían que ser tan ingenuos, me dije a mi misma, definitivamente mis padres serian niños por siempre, por lo menos mi madre, y bueno, luego estaba mi padre que se dejaba influenciar por ella así que no tenia sentido que tratara de hablar con Charlie.

 

Pero fui sacada abruptamente de mis pensamientos, cuando choqué contra alguien, definitivamente la gente, estaba tan estresada que andaban como locos, este pensamiento me izo reír ya que yo era una de ellas.

 

Mis pensamientos, no eran sobre trabajo, la familia, o los hijos. Si no una gran estupidez de ver a un hombre que no se había salido de mi cabeza en 4 meses.

 

Nuevamente mis pensamientos fueron interrumpidos al darme cuenta de que estaba a solo una cuadra de mi casa, en ese trayecto lo único que ice fue concentrarme en que no me atropellara un auto, mientras cruzaba la calle.

 

Antes de darme cuenta, ya me encontraba en la puerta de mi casa. Busque por un momento las llaves en mis bolsillos, rápidamente las encontré, ahora que lo pensaba me estaba muriendo de hambre, así que debía ser rápida, y así fue.

 

  Prácticamente corriendo, abrí la puerta de mi casa, y apenas puse un pies dentro de ella, el olor a una deliciosa comida inundo mis fosas nasales, me deleite por unos segundo tratando grabar ese aroma en mi mente.

 

Estuve unos segundos en la puerta, hasta que oí la voz de mi madre, que me saco de mi pequeño momento de deleite. Renne se encontraba en la cocina, debía estar haciendo la comida, podía escuchar como tarareaba alguna canción. Supuse que aun no se había dado cuenta de mi llegada.

Silenciosamente me dirigí justo atrás de mi madre, quería asustarla un poco, así que repentinamente la empuje levemente, ante esto Renne, grito tan alto, que yo diría que hasta mi padre lo había escuchado.

 

Pero a pesar de su enorme grito, cuando se dio la vuelta unas carcajadas escaparon de nuestros labios, cuando por fin paramos de reír, mi madre se acerco a mi dándome un caluroso abrazo y un sonoro beso en mi mejilla.

 

-Como te fue hoy cariño- Dijo volviendo a prestar atención a la comida.

 

- Excelente- Dije mientras yo por mi parte me sentaba en una de las sillas, para observarla.

 

-Que bien- Dijo mientras me dirigía una radiante sonrisa- Y Mike?

 

Genial, llegamos al tema que quería tocar hace cierto tiempo.

 

-Supongo que bien- Dije sin importancia.

 

Ante esto mi madre me miro reprobatoria mente, según ella, yo debía prestarle mas atención a Mike, porque esa era la tarea de la mujer, estar segura de que su  pareja, estuviera feliz. Pero en realidad cada vez que ella empezaba hablar sobre ese tema, lo único que yo hacia era pensar en el único que hombre, al cual a  mi me gustaría cuidar.

 

-Mama sabes quería hablar contigo sobre algo- Dije mirando su expresión, necesitaba tener a mi madre feliz- Es sobre la fiesta de los Cullen.

 

-Isabella si vienes a hablarme sobre lo de que Mike no debería asistir, pierdes el tiempo- Dijo molestándose.

 

-Pero mama, de seguro ya todos los puestos están asignados, y puede que el no tenga donde sentarse- Dije frustrada.

 

De repente, sentí los brazos de mi madre rodeándome.

 

-Ahí! Cariño ya entiendo todo- Dijo mi madre mirándome seriamente.

 

Por un momento, me asuste mi madre no podía saber lo que había sucedido en el viaje, Mike no podría haber abierto su gran bocota, lo iba matar. Como se había atrevido hacerme esto, era imposible, el muy desgraciado lo mas seguro es que había inventado una loca historia para no quedar mal el. Pero necesitaba saber que era exactamente mi madre, necesitaba negarlo todo.

 

-Enserio me entiendes?- Dije algo emocionada, por fin mi madre, me entendía, aunque ella supiera todo en estos momentos, no me importaba que Mike le allá dicho, el solo hecho de saber que el tal vez no asistiría y nadie me vería con el, me hacia feliz.

 

-Claro Bella, me lo hubieras dicho antes- Dijo sonriendo- Entiendo que no quieres que Mike se sienta incomodo entre tanta gente con poder, o se sienta excluido si llegara a suceder lo que me dijiste, pero no te preocupes eso te lo aseguro que no pasara. Tu padre hablo con el Sr. Cullen, y el le dijo que no había problema de que asistiera alguien mas con nosotros.

 

En estos mi mente estaba colapsada de información, ¿Mi madre creía que era por no hacer sentir incomodo a Mike?, ¿Para que no se sintiera excluido?, ¿Mi padre había hablado con alguno de los Cullen?, ¿Seria Edward o Carlisle, o Emmett, o algún otro?

 

Necesitaba saberlo, si era Edward eso significaba que ya no le importaba, aunque tal vez nunca le importe en realidad, que ni me recordaba, aunque tal vez podría pensar que era alguna tía o tío. Pero vamos Bella, me dije mentalmente, solo estaba buscando excusas para decir que Edward no me había olvidado.

 

Sentí como algunas lágrimas, hacían competencia, por ver cual se escapaba primero de mis ojos. Y varias de ellas ganaron ya que sentí como mojaban mis mejillas, pero las limpie rápidamente, antes de que mi madre se diera cuenta.

 

Pero si había sido otro de los Cullen, no significaba nada, pero me extrañaba mucho ya que todos ellos estaba “molestos”, por lo que me había hecho, se suponía que deberían querer mantenerme lejos de el. Aunque lo mas seguro es que pensaran que Edward no me podría hacer nada ahí, con todas las personas que iban a asistir.

 

Pero a pesar de todo, necesitaba saberlo, quería saber quien había sido, el que me “traiciono”

 

-Y..y- Dije con una especie de voz quebrada, me aclare la garganta silenciosamente antes de volver a preguntar- ¿Y con quien hablo papa?

 

-Con Jasper Cullen- Dijo sonriéndome.

 

Eso fue suficiente para mí, pero necesitaba ir a pensar en todo esto a mi habitación.

 

-Bueno esto…yo…mama, me voy a mi cuarto- Dije levantándome rápidamente- Llámame cuando este lista la comida.

 

Casi corriendo, me dirigí a mi habitación, necesitaba pensar.

 

Cuando llegue a mi cuarto, solté mi bolso que hasta hace unos momentos, aun se encontraba colgado en mi espalda, lo tire en el primer lugar que encontré y me tire en la cama, con mi vista fija en el techo.

¿Qué haría yo? ¿Qué haría Edward? ¿Qué haría la familia Cullen? ¿Se comportaría Edward como si nada hubiera pasado? ¿Tendría a alguien a su lado? ¿Seria muy hermosa? ¿Qué haría cuando viera a Mike a mi lado?

 

Todas estas y muchísimas más, eran las preguntas que bombardeaban mi cabeza cada segundo, necesitaba las respuestas, y no las obtendría si no hasta el día de la fiesta. Y ya faltaban solo 2 días, para volver a ver a Edward.

 

Necesitaba que ese tiempo pasara rápido. Y también debía pensar en una solución para el problema que presentaba que Mike asistiera conmigo.

 

Pero mis pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de mi madre llamándome para comer.

 

Baje lentamente, abajo mi madre me esperaba con un delicioso platillo con pasticho, comimos silenciosa mente, cada una perdida en sus pensamientos, luego cuando termine, propuse que fuera yo la que limpiara los platos, mi madre gustosa acepto, cuando termine mi tarea, me seque las manos rápidamente.

 

Luego subí por mi bolso, tenía algunos deberes que hacer, cuando ya tenía todo lo que necesitaba, decidí que haría mi tarea en mi habitación, así que abrí de par en par, mis grandes ventanas, y me di cuenta de que había empezado a caer una triste llovizna.

 

Y gracias a esto una frió viento se colaba por mi habitación, era realmente delicioso, pero, se sentía tan solitario, hacia que un pequeño revoltijo se formara en mi barriga, haciéndome sentir mal, definitivamente este clima no ayudaba a mi situación, y mas ver como la niebla cubría los árboles, y estos apenas se movían.

 

Vamos Bella concéntrate en la tarea, me reprendí mentalmente, así pase lo que quedaba de tarde, reponiendo las que no había hecho cuando me fui en el viaje de mis 15 años, Matemáticas, Biología, Castellano, Historia, eran solo algunas de las que debía hacer.

 

Cuando por fin termine, me recosté por un momento en el piso, estaba agotada mentalmente, y mi mano me dolía de tanto escribir. Necesitaba darme un baño, para luego dormir, hoy no cenaría, aun estaba llena del almuerzo.

 

Y así como lo dije, lo ice, tome una ducha corta, con el agua totalmente tibia, logre que mis músculos, se relajaran más. Justo después de haber lavado mi cabello, y haberlo enjuagado, me Salí, quería y necesitaba dormir.

 

-Buenas noches- Grite desde la puerta de mi cuarto a mi madre, que supuse que estaría en su cuarto, viendo algo en la televisión.

 

-Buenas noches cariño- Grito ella igualmente.

 

Cuando llegue me puse un pantalón largo, porque supuse que esta noche habría frió, y un suéter, como camisa. Como tenía los pies todos mojados me apresure a subirme en mi caliente cama, para arroparme con el grueso edredón.

 

Ya dentro de ella, trate de poner mi mente en blanco, solo quería dormir, sin soñar, nada sobre Edward, algún Cullen, Mike, o mis padres

 

Pero antes de caer en un profundo sueño llegaron a mi mente dos pensamientos.

 

Mañana era viernes, Por fin, era fin de semana. Y el otro era.

Y el sábado lo volvería a ver a el.

 

….

 

Cuando desperté, por el sonido de mi alarma me levante rápidamente para darme una ducha, luego cuando Salí, me vestí con lo primero que encontré. Un pantalón blanco y una camisa, rosa de finas tiras. Y unas bajas zapatillas rosas también.

 

Baje sin mucha prisa, ya en la cocina me di cuenta de que mi madre no había despertado aun, así que decidí tomar un poco de cereal, no tenia nada de prima porque aun era temprano así que pude degustar muy bien mi cereal.

 

Cuando termine de comer me encargue de lavar en plato que había usado, y subí nuevamente para cepillar mis dientes.

 

Cuando estuve lista me dirigí al colegio, como siempre caminando.

 

Mi día fue prácticamente normal, estuve hablando con Ángela, entregue todas mis tareas atrasadas, recibiendo una mirada de reprobación por todos los profesores por mi falta de responsabilidad, en el almuerzo, no comí mucho, solo una manzana y una Coca-Cola. En las clases siguientes no preste nada de atención, ya que mi mente se encontraba en cierto salón enorme, con muchos invitados.

 

Para mi gran alivio tuve la suerte de no encontrarme con Mike en todo, el día, tenia la esperanza de que hubiera enfermado, y así no pudiera ir a la fiesta. Estos eran los pensamientos con los cuales me dirigí a mi casa, iba tratando de adivinar de que se había enfermado Mike.

 

Pronto llegue a mi casa, mi madre no se encontraba, supuse que debía estar en el supermercado, o haciendo alguna diligencia.

 

Así que comí lo primero que se me vino a la mente, o fue más bien lo primero que encontré. La verdad es que  ni siquiera saboree lo que ingerí, los nervios los tenia hasta en la boca, me costaba demasiado tragar.

 

Lentamente fui  a mi habitación  donde solté mi bolso, lanzándolo hacia cualquier lugar, Cepille mis dientes para quitar los restos de comida que habían quedado en mi boca, luego me dirigí nuevamente a mi cuarto donde, me cambie de ropa por algo mas cómodo, unos pequeños shorts,  un me deje la misma camisa.

 

Pero luego me senté en mi cama, que haría ahora, ya había hecho todo lo que necesitaba, pero quería realizar algo que me ayudara a no pensar tanto en lo que mañana.

 

Así que fui nuevamente al cuarto de mis padres donde tome, el libro que había escogido la última vez: Huida, Cuando ya lo tuve en mis manos, me fui directo a mí habitación ahí podría leer acostada en mi cama.

 

Y así lo ice, estuve leyendo, en realidad el libro era realmente bueno, fantástico a mi parecer, pero me deprimía pensar que mi historia era como la de Roxane y Anthony. Un amor casi prohibido, anhelado por ambos, pero igual odiado.

 

Antes de darme cuenta, escuche la voz de mis padres, ambos habían llegado, pero que? No me había dado cuenta ya eran mas de las 7:00, realmente la hora se me había pasado rápido, ante esto llego un pensamiento que me izo aterrarme.

 

Falta menos para ver a Edward. Tratando de quitarme eso de la cabeza, Salí de mi habitación corriendo, pero me pase por el cuarto de mis padres, para dejar el libro. Cuando llegue abajo mis padres me esperaban con una caja de pizza.

 

Me sentí con en un Deja Vu, como en la primera fiesta, que la noche anterior a esta, habíamos comido pizza también. Pero la verdad no comí nada, tenía los nervios a mi millón, así que preferí irme a dormir. Antes de subir me despedí de mis padres,  deseándole a ambos buenas noches.

 

Nuevamente como ayer coloque mi mente en blanco, pero esta vez solo deje que un pensamiento pasara por mi mente, antes de caer profundamente dormida.

 

Mañana por fin lo vería después de 4 meses.

 

 …..

 

Cuando desperté, me di cuenta que era las 5 de la madrugada, pero ya no podía dormir mas, nunca había estado tan nerviosa en mi vida, buena tal vez un par de veces mas, pero lo extraño es que siempre era por la misma persona.

 

Gracias a todos estos nervios, me había despertado varias veces en toda la noche, en las cuales fue un problema volver a dormir. Pero ya esta vez enserio no podría volver a dormir.

 

Estuve sentada en mi cama, mirando fijamente el blanco techo de mi habitación, hasta que por fin dieron las 8:00. Guao, definitivamente el tiempo estaba pasando realmente rápido.

 

Baje corriendo, y aunque no me sorprendió saber que mis padres ya habían salido, los mas seguro era que mi madre, estuviera en un salón de belleza. Y mi padre tras de ella. Definitivamente ellos eran uno para el otro, nada mas con ver como se miraban, hasta un tonto se daría cuenta.

 

Decidí no desayunar, al menos que quisiera devolverlo todo, estuve viendo televisión, por un rato, a cada momento veía el reloj que se encontraba encima del televisor. Definitivamente fue mal idea no volver a dormir, ya que el sueño me estaba pegando, vamos no me hará daño dormir unos minutos, eso fue lo ultimo que recuerdo antes de haber caído dormida en el sofá.

 

Los ruidos de la puerta fueron lo que lograron despertarme, me di cuenta que eran mis padres, pero cambie la dirección de mis vista hacia el reloj, del televisor, eran las 5:47

Que? Había dormido tanto, eso era imposible necesitaba bañarme y arreglarme, porque según papa la fiesta comenzaba a las 8:00, y sabia que todos tardaríamos arreglándonos.

 

-Hola- Dije dándoles unos cortos besos a ambos en las mejillas antes de desaparecer en las escaleras.

 

Rápidamente me metí en el baño, lanzando toda mi ropa, y me metí a la ducha lo más rápido que pude. Cuando estuve segura de estar completamente aseada, Salí tomando toda la ropa regada para lanzarla al cesto de ropa sucia.

 

A salir, del baño, el frió me impacto, tanto que izo que un escalofrió recorriera mi cuerpo varias veces. Aunque eso no me detuvo, ya que prácticamente corrí hasta mi habitación ya dentro de ella, cerré la puerta con seguro y solté la toalla.

 

Me coloque primero la ropa interior obviamente, luego me encargue de colocarme el desodorante para no transpirar tanto debido a mis miedos, luego me encargue de colocarme el vestido con mucho cuidado. Cuando ya lo tenia puesto como se debía, empecé a buscar las sandalias que iba a usar. Estas eran realmente hermosas no muy altas, pero lo suficiente como para hacerme crecer unos centímetros, la punta de estas eran redondas, mirándolas bien, parecían botines, no unas sandalias.

 

Cuando ya me encontraba totalmente vestida, me encargue de recoger mi cabello. Había decido hacerme una cola de caballo alta, porque según mi madre así se podría apreciar más el escote del vestido.

 

Con el maquillaje no jugué mucho, no quería verme muy cargada, así que apenas use un poco de rubor, me resalte las pestañas, y un poco de brillo para mis labios.

 

Por un par de minutos más me mire en el espejo, tratando de ver que podría hacer lucir mejor, pero me parecía que estaba todo en orden. Y cuando estaba a punto de salir me di cuenta de que había dejado todo regado. El maquillaje todo tirado en la cama, la toalla en el piso, la caja de los zapatos tirada toda en el suelo.

 

No querida dejar mi habitación en este desorden por lo que me dispuse a ordenarla, coloque el maquillaje en su lugar, la toalla la lleve hasta el lavandero, ya que por haber pasado por el piso, se había ensuciado, después de esto, volví a subir a mi habitación para tomar la caja de zapatos, y nuevamente tuve que volver a bajar para poder botarla en el cesto que estaba en el jardín.

 

Sentía que algo me faltaba y fue cuando me acorde que no traía puesto un perfume, así que corriendo fui a mi habitación, apenas abrí la puerta, me dirigí  hasta mi pequeña peinadora, donde tome mi dulce Can cande Paris Hilton. Este olía deliciosamente bien, dulce pero a la vez  algo fuerte, me encantaba. Ya con mi perfume puesto decidí que ya estaba esta vez completamente lista.

 

Cuando entre en la sala, me encontré con la imagen de mis padres corriendo de un lado para el otro apurados, pero que ahora era entonces. Dirigí mi vista hasta el reloj del televisor, en este marcaba las 7:58.

 

Rayos, ya deberíamos estar llegando a la fiesta. Normalmente a cualquier otra fiesta siempre llegábamos media hora después, pero como esta era una cena formal, se debía llegar a la hora exacta.

 

Pero gracias a dios, mis padres no tardaron mas de 15 minutos en estar listos, dejando todo un desastre en la casa partimos a la fiesta o eso suponía yo hasta hace un momento cuando me di cuenta de que mis padres iban en la dirección que llevaba a casa de Mike.

 

Me había olvidado por completo de el, y que iba a asistir con nosotros. Pero no se suponía que estaba enfermo, bueno eso fue lo que yo dije, aunque no me había encargado de preguntarle a mis padres.

 

Cuando nos detuvimos frente a la casa de este, le rogué a dios que saliera su mama diciendo que se encontraba gravemente enfermo. Pero parecía que dios no había oído mis plegarias ya que vi como Mike salía de su casa con una sonrisa triunfante pegada en su rostro. Por unos momentos daban ganas de darle un golpe para que borrara esa estupida sonrisa de su rostro.

 

Pero como debía comportarme no ice nada, cuando Mike entro junto a mi en el auto vi sus intenciones de darme un beso, pero pude voltear rápidamente mi rostro. Ante esto vi como mi padre me miraba con el ceño fruncido por el espejo retrovisor.

 

Molesta lo único que ice fue mirar el paisaje por la ventana,  muchas veces sentí como la mano de Mike se posaba sobre mi rodilla pero rápidamente yo la quitaba de un manotazo. Esto lo único que lograba era que me molestara mas, quería decírselo a mis padres, pero Mike  era tan astuto que cada vez que pasábamos por un faro que iluminara el auto, el se alejaba de mi. Y cada vez que llegaba nuevamente la oscuridad, por el rabillo del ojo veía como su mano se alargaba tratando de encontrar mi pierna.

 

Con tanta rabia no me había dado cuenta de que habíamos llegado, rápidamente mis nervios se dispararon tanto que  me había quedado en shock, pero me recupere rápidamente al escuchar la voz de mi madre, anunciando la llegada. Si ya me di cuenta, dije irónicamente en mi mente.

 

Cuando mi padre encontró un lugar para estacionar, podía sentir es cosquilleo en mi estomago, cada vez mas cerca, me decía mi subconsciente. Esto no ayudaba a mis nervios, mis manos estaban sudando tanto que tenia que limpiarlas con el asiento del auto.

 

Cuando bajamos mis padre se tomaron de la mano, diciéndome que también tomara la de Mike, pero yo ni siquiera me moví, pero pude ver como Mike si. Este tomo mi mano con fuerza colocando la de el sobre la mía, apretando mis dedos, dejándolos sin movimientos. Por un momento pensé en quejarme, pero sabía que solo ganaría una respuesta negativa por parte de mis padres.

 

Así caminamos hasta la puerta principal, donde, como la primera vez habían demasiados fotógrafos, esperando captar a algún importante empresario. Y así como la primera vez también intente escapar, pero no lo logre ya que como Mike me tenía tomada con fuerza de la mano, no pude moverme.

 

Pero Mike no desaprovecho la oportunidad, me pego a el, con fuerza, sonriendo y dejando que nos fotografiaran como si fuéramos una pareja de lo mas feliz, yo por mi parte tuve que ceder, ya que no armaría un escándalo frente a los mejores periodistas del mundo. Por mí y por mis padres, si fuera por mi Mike podría matarse al frente de ellos no me importaba.

 

Cuando seguimos caminando sobre la hermosa alfombra roja, que guiaba al salón, estaba pensando como haría para pasar desapercibida. Pero todos mis planes fueron desechados cuando vi que en la puerta del gran salón nos esperaba toda la familia Cullen, y entre ellos estaba El.

 

Evite mirarlo a el, dirigí mi vista al que se encontraba primero Carlisle; Se veía muy bien, a pesar de tener los años que tenia, se veía joven y elegante. Luego Esme; Se veía encantadora y maternal a la vez. Después Emmett; Se veía mas musculoso que la ultima. Rosalie; Mucho mas hermosa que cuando la vi en casa de los Cullen. Alice; Con su respectivo cabello en forma de punto, se veía preciosa. Jasper; Se notaba incomodo mientras miraba Mike de mi mano, pude ver como le dirigía una mirada a el.

 

Y El, se veía más hermoso que hace 4 meses, más alto, más guapo. Lo fui observando de arriba abajo, no quería encontrarme con su mirada aun. Su abdomen se notaba mas tonificado, su pecho, mas formado, sus brazos mas musculosos, su mentón mas definido, sus perfecto labios, su marcados pómulos y su mirada.

 

Cuando su vista y la mía se encontraron me di cuenta de que estaba molesto, de seguro no quería que yo viniera. Pero entonces porque miraba a Mike con tanta rabia, porque miraba su mano sobre la mía con tanto odio. Porque me miraba como si quisiera matarme.

 

Porque mi cuerpo se estremeció cuando mis padres se acercaron para saludarlos a cada uno. Y no me quedo más remedio que ir detrás de ellos. Primero fueron los señores Culle, Luego Emmett y Rosalie, el primero me recibió con un gran abrazo, y me miro directamente a los ojos, como si tratara de decirme algo. Luego Alice y Jaspe, La primera también me recibió con un amoroso abrazo.

 

-Dolce&Gabanna no?- Dijo mirando mi vestido. Me sonroje antes de dirigirle una sonrisa. Después salude a Jasper con un  corto beso en la mejilla. Y ahora venia el.

 

Cuando mis padres me dieron paso para que Mike y yo nos acercáramos a el, fui con la mirada clavada en mis zapatos. No podía verlo, pero lo necesitaba si que me atreví a levantar mi vista. Apenas lo icé nuestras miradas se encontraron. 

 

Su mirada era hostil, llena de rabia, y lo que no podía evitar era darme cuenta de que miraba a Mike con asco, con odio. Pero cuando volvió a verme a mi, su mirada cambia el brillo de sus ojos aparecía, pero igual su mirada seguía siendo oscura.

 

-Edward, no se si te acuerdas de mi hija Bella- Dijo mi madre inocentemente. Obviamente ella no sabía lo que había pasado.

 

-Por supuesto- Dijo Edward cambiando su expresión, colocando una sonrisa en su rostro, pero aun la negrura de sus ojos seguía ahí.

 

Cuando vi que iba a tomar mi mano, extendí la que no se encontraba apresada por Mike, pero Edward tomo con mas fuerza de la necesaria, la mano que se encontraba apresada por Mike, soltándome de su agarre.

 

Vi que Mike iba a protestar pero se callo, al ver la mirada que le dirigió Edward, sonreí internamente ante esto. Pero todo esto no izo que la tensión entre Edward y yo desapareciera. Apenas sentí su toque, todo mi cuerpo reacciono, un escalofrió recorrió mi espalda, y sentí como si miles de mariposas volaran en mi estomago, y esto se intensifico mas cuando los labios de Edward se posara sobre mi mano.

 

Y mas lento de lo debido Edward la soltó, no sin antes dirigirme una fría mirada, me sentí mal pero no podía hacer o decir nada. Sentí como todos los Cullen tenían su vista puesta en nosotros dos.

 

-Ah, casi se me olvidaba este es el novio de Bella- Dijo mi madre nuevamente, definitivamente seria mas fácil si mi madre supiera todo.

 

Ante esto solo miro a Mike por unos segundos dejándolo con la mano extendida. Ignorándolo por competo, Edward se dirigió nuevamente a mis padres.

 

-Pasen adelante, espero que disfruten la velada- Dijo, no sonantes dirigirme una mirada de ¿Advertencia quizás?

 

Apenas entramos al salón, me separe de mis padres y de Mike, perdiéndome entre la gente, pude escuchar como Charlie y Renne me llamaban para que volvieran y escuche que Mike, me pedía que me quedara.

 

No les preste atención a sus llamados, así que seguí caminando, buscando un lugar apartado donde no me vieran.

 

Nuevamente como en la fiesta anterior, me sentí como una pieza de carne, siendo observada por algunos señores mayores y otros jóvenes pero era de igual manera desagradable,  también cada vez que pasaba por al lado de alguna mujer esta me miraba de arriba abajo, levantando una ceja, en forma de burla.

 

Lo que no me gustaba es que algunas de las miradas de los señores mayores eran de un deseo inexplicable, era como una carne para comprar, aunque ahora tenía un ejemplo mejor que el de la primera fiesta. Era como un caballo, era observada por todo los compradores, para ver a cual le gustaba más y decidía comprarme. Aunque yo siempre estaría apartada para otro comprador.

 

Pero todos estos pensamientos no duraron mucho en mi cabeza ya que me di cuenta de que Jacob se encontraba en una mesa apartada, al final del salón. Este me sonreía y yo le devolví la sonrisa, por lo menos después de todo no tendría que pasarla tan sola.

 

Me acerque lentamente hacia a el, ya cuando estuvimos lo suficientemente cerca, Jake se levanto de su silla, y me envolvió en un cariñoso abrazo.

 

-Bella, ¿Cómo has estado?, Guao estas mucho mas hermosa que la ultima vez que te vi- Dijo sonriéndome

 

-Jake, muy bien ¿Y tu?, Gracias, tu no te quedas atrás te veo mas guapo que la ultima vez- Dije sonriéndole.

 

-Si lo se- Dijo mientras tomaba mis manos, para que me sentara junto a el.

 

-Tonto- Dije dándole un golpe juguetón en el hombro.

 

Estuvimos hablando un rato largo, sobre lo que había pasado estos últimos meses, me pregunto sobre mi escuela, sobre mis padres, sobre mis relaciones. Aunque en ese punto preferí no decir nada. Le conté que había cumplido 15 años y sobre mi viaje, le conté lo hermoso que era.

 

-No hace falta que me lo digas Bella, siempre viajo allá- Dijo en forma de burla.

 

-Eres un idiota- Le respondí en forma de juego.

 

Luego Jake me contó sobre el, que  aun seguía siendo uno de los socios mas importante de las empresas Culle, me contó que había viajo bastante en los últimos mese, que no había tenido ninguna relación, que también había visitado a una gran parte de su familia  que vivía en otros países.

 

También me contó que su padre, no había podido asistir a esta fiesta, por estar en un viaje, de negocio por lo cual el estaría solo por un largo tiempo,  y que por los momentos no tenia que viajar.

 

-Puedes visitarme cuando quieras- Dijo poniendo la expresión que me asustaba, la que puso en la primera fiesta, donde por un momento me sentí incomoda a su lado.

 

-Claro- Dije sonriéndole.

 

Hablamos un rato mas, sobre cosas triviales, el me contaba algo y yo le contaba algo, jugamos a hacernos preguntas. En varias ocasiones me di cuenta de que Jake dirigí una mirada de odio a una parte del salón, pero no quería preguntarle para no parecer una entrépita.

 

Pero cada vez que su vista volvía a posarse en mi, su expresión cambiaba completamente, le salía una enorme y hermosa sonrisa.

 

-Así como en la primera fiesta- Dijo mirando atrás de mi- Tu madre te busca.

 

 Voltee en la dirección que Jake miraba, y era cierto mi madre recorría todo el salón con la mirada como tratando de encontrar a alguien, aunque supuse que se trataba de mi.

 

 -Hablamos a horita- Dije levantándome lentamente.

 

No quería que mi madre llegara hasta donde estábamos Jake y yo, porque sabía que después, iba a empezar a crear cosas en su cabeza que no eran.

 

Llegue rápidamente hasta donde estaba.

 

-¿Qué sucede mama?- Pregunte. Esta al verme dio un suspiro de alivio.

 

-Oh Bella, cariño ya la cena va a comenzar- Dijo sonriéndome.- Los Cullen nos han invitado a sentarnos con ellos.

 

¿Qué? No podían estar haciéndome esto, porque estaban empeñados en seguir haciéndome daño, sabia que me dolía verlo, y tener que ignorarlo, o sufrir su desprecio, pero no lo haría no comería con ellos.

 

-No mama, Jake me invito a comer con el- Dije sonriéndole.

 

-Isabella Swan, los Cullen nos han invitado, no podemos rechazarlo- Dijo reprendiéndome.

 

-Pero pueden ir tu y papa- Dije con una voz que le daba ánimos.

 

-No lo se Bella, se supone que debemos ir toda la familia- Dijo pensándolo.

 

-Vamos mama, además Jake esta solo, no podemos dejarlo así- Dije volteando a verlo.

 

Mi madre imito mi movimiento, sabia que ella muy cariñosa y muy maternal, como para hacerle algo así  a Jake, nunca dejaría que el comiera solo.

 

Vi como lo meditaba, con la vista fija en Jake. Si lo estaba pensando eso significaba que me diría que si.

 

-Bueno esta bien, que estas esperando, anda ve.- Dijo sonriéndome.

 

Antes de irme, le di un enorme y cariñoso abrazo y un sonoro beso que mi madre también me lo devolvió juguetonamente, por eso la amaba.

 

Pero antes de si quiera poder darme la vuelta escuche nuevamente la voz de mi madre.

 

-Bella ¿Y Mike?- Pregunto preocupada.

 

-El estaba con Uds.- Dije pensándolo.

 

Aunque en realidad, desde que me separe de mis padres, lo último que supe es que Mike se sentaba con ellos en la mesa, no estuve pendiente de ellos, debido a mi divertida charla con Jacob.

 

-No Bella, el fue a buscarte pero nunca regreso- Dijo buscando entre la gente.

 

-Buena mama talvez se entretuvo con algo, o tal vez este bailando, no creo que se allá ido, o que le allá pasado algo, cálmate- Dije regalándole una sonrisa a mi madre.

 

-Bueno tal vez tengas razón,- Dijo sonriéndome.- Yo te excusare con los Cullen. Adiós Bella.

 

Sonriendo espere que mi madre desapareciera entre la gente, para luego darme la vuelta, y dirigirme hasta donde estaba Jacob. Este me miro extrañado.

 

-Vaya, si que regresaste rápido- Dijo mirándome raramente.

 

 -Tengo mis métodos- Le sonreí.

 

Ante mi respuesta Jake no pude evitar reírse.

 

Estuvimos hablando por un rato más. Hasta que sirvieron la cena, una deliciosos platillos decorados, servidos por los camareros impecablemente vestidos. Jake y yo comimos entre risa, burlándonos uno del otro, de nuestra forma de comer.

 

Luego de un rato, los camareros retiraron los platos, y todos los objetos sucios de la mesa. Dejando copas de champaña para ambos.

 

Después de la comida vimos como muchas perazas se paraban para bailar, o otras solo para ir a hablar con algún compañero de trabajo, otros para ir al baño, las mujeres para cotillear entre ellas, sobre lo que llevaba cada una puesto.

 

Jacob y yo decidimos burlarnos de ellos, estuvimos entre risas y risas, cada vez que alguien se levantaba de su asiento inventábamos una historias sobre ellos, y criticábamos lo que usaban y su forma de moverse. La verdad yo no paraba de reírme, Jacob era muy chistoso, y si que tenia imaginación, para las historias. Por cada mujer que se levantaba, decía que esa se gastaba el dinero de su esposo, o algunas veces vimos como algunas mujeres escapaban con hombres que no eran sus esposos al jardín.

 

La verdad Jake me encantaba, la forma en que me hablaba, como me trataba, su forma de expresarse hacia mí, sus lindos gestos conmigo, su hermosa sonrisa, cada vez que yo decía algo tonto. Yo en lo personal pensaba que cualquier mujer mataría por estar con el, era encantador, y yo era realmente afortunada por poder tenerlo todo este tiempo para mi.

 

Luego de un rato, de seguirnos burlando de las personas. Mi risa se detuvo al darme cuanta de que Edward, se había levantado de su asiento y recorría en gran salón con la mirada, como buscando a alguien, tal vez no era yo, pero no quería que el me viera, así que decidí pararme.

 

-Ya vuelvo- Le dije a Jacob, y me retire antes de si quiera poder escuchar su respuesta. Prácticamente corrí buscando un lugar donde esconderme, me sentía como una niña pequeña que huye del mounstro de sus pesadillas.

 

Escuchaba como las personas se quejaban cada vez que tropezaba con ellos, pero no tenia tiempo para disculparme con ellos, muchas veces escuche insultos de parte de algunas mujeres, a las cuales les había caído champaña en sus finos vestidos por mis empujes.

 

Después de unos minutos encontré, el lugar perfecto, un pasillo escondido, donde nadie me vería, y donde al final había una puerta por la cual según decía, se podría salir al jardín.

 

Me enorgullecí en un momento por tener una vista tan buena. Pero no era el momento para esto.

 

Cuando llegue a la puerta, estaba cerrada con demasiada fuerza, para mis flacos brazos.

 

-Deberías disculparte con esas mujeres- Dijo esa voz a mi espalda.

 

Por un momento cerré los ojos, pidiéndole a dios que fuera solo mi imaginación que me estaba jugando una mala pasada, pero no, esto era real.

 

Por que tenía que atraparme aquí, donde nadie me oiría gritar y la fuerte música tampoco ayudaba mucho.

 

-Edward- Dije con miedo. Apenas estas palabras salieron de mi boca, un escalofrió recorrió mi cuerpo.

 

Vamos Bella tu puedes, me dije a mi misma, así que tome un gran suspiro, y voltee.

 

Ahí estaba el viéndome fijamente, su voz se había escuchado tan despreocupada tan normal, pero en sus ojos se veía reflejado el miedo y el odio.

 

-Dime algo Bella- Empezando a caminar hacia mí.- ¿Mike te trata bien?.

 

No le respondí, sabia que a el le molestaba esto, pero estaba demasiado nerviosa y asustada.

 

-¿Te gusta como te trata Mike?- Dijo ya mas cerca que antes.

 

-¿Mike abraza bien?- Seguía sin responder.

 

-¿Te gusta como te besa Mike?- Esta vez pude sentir como la manos de Edward me empujaban tan fuerte, que mi desnuda espalda se pegaba contra la fría puerta. Y sus manos tomaban mi mentón con un exceso de fuerza, que izo que yo gimiera de dolor.

 

Si seguía así me quedarían marcas.

 

-Dime Bella ¿Te has acostado con Mike?- Eso fue lo ultimo que escuche antes de que mi cuerpo se estampara tan fuerte contra la puerta que sentí como si se hubiera abierto en dos.

 

Me dio la impresión de que Edward lo sabia, y que solo hacia esto para torturarme.

 

Yo solo quería amor, no todo este dolor…

Capítulo 17: Pensamientos Capítulo 19: Dolor

 
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