Amor por Obligación (+18)

Autor: neni_bella
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2012
Fecha Actualización: 28/04/2012
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 32
Visitas: 37476
Capítulos: 20

ESTE FIC HA SIDO DESACTIVADO POR FALTA DE ACTUALIZACION SI QUIERES CONTINUARLO COMUNICATE CONMIGO MEDIANTE UN MENSAJE DE LO CONTRARIO SERA ELIMINADO

ORPHA

 

Bella, una chica de 14 años que para salvar el trabajo de su papá tiene que hacer todo lo que Edward Cullen le diga, y aunque el tenga 24 años y sea un sádico, mujeriego, violento y un vampiro tal vez.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 14: Perdida

Gracias por todos los comentarios y perdonen los errores si esta en FF pero por tantos plagios no la segui hay, tambien tengo un blog.De verdad gracias por tod.

 

 

 

CAPITULO XIV: PERDIDA

El y yo, algo simplemente irracional...

 

Sentí algo realmente suave sobre mí, abriendo un poco los ojos me di cuenta de que era una enorme, preciosa y fina sabana de algodón. Y al lado de esta algo muchísimo más precioso, Edward, se encontraba, a mi lado, aun con los ojos cerrados. Supuse que estaría durmiendo.

 

Aprovechando estos momentos de tranquilidad no pude evitar pensar, que pasaría conmigo.

 

¿Habría logrado convencer a Edward?, ¿Seria libre ahora?, ¿Vería a mis padres?

 

Poco a poco, todas estas preguntas fueron llegando a mi mente, y con cada uno de ellos, una imagen de todo lo que no había hecho esta semana. Mi escuela, me preguntaba porque no habían llamados a mis padres, lo mas seguro era que, porque como  yo era una de las mejores de mi clase, pensaron que estaba enferma o algo así. Por otra parte.

 

Mis padres, realmente los extrañabas, aunque pareciera mentira, pero necesitaba, los calurosos y amorosos abrazos de mi madre, o las miradas de vergüenza de mi padre. Sabía muy bien que en algún momento, yo tendría que formar mi vida, pero nunca pensé que me alejaría de mis padres a mis 14 años.

 

Y Edward, no sabia, si con todo lo que había hecho ayer, había logrado convencerlo, porque después de todo, nunca podría confiar en alguien que me tiene secuestrada, y que cada noche juega conmigo. Un  juego que disfrutar, dijo la estupida  voz de mi subconsciente, ¿porque me afectaba tanto?, tal vez era porque esa estupida voz tenia la razón y yo no quería aceptarlo por vergüenza o ¿miedo?

 

¿Miedo?, cual podría ser el miedo, de algo como eso, muchas podrían decir que seria el miedo, de ser usada como un juguete sexual, pero mi verdad era que tenia miedo a aferrarme a todo esto. Tienes miedo a enamorarte, dijo la estupida voz nuevamente.

 

Podría enamorarme de alguien como Edward, porque a pesar de ser hermoso, perfecto, a veces dulce, y especial, era el hombre que me había secuestrado, y me había quitado mi virginidad de la peor manera.

 

Podría enamorar del hombre, que me había golpeado, que me había chantajeado, que me había obligado a estar con el, era como si estuviera obligado a quererlo.

 

Era como un Amor por Obligación.

 

Pero porque me daba tanto miedo pensar que no lo volvería a ver mas, que si me separaba de el, ya no tendría sus besos, ni sus caricias y ni sus penetrantes ojos sobre mi. Porque aunque todo esto estuviera mal, me era imposible volver a imaginarme, con una vida normal, como la antigua Bella.

 

Pero porque estaba diciendo tantas tonterías, si después de todo no tenia la menor idea de si había podido convencer  a Edward, de que me dejara volver con mis padres.

 

Ahora me tocaba pensar que pasaría si Edward no me dejara volver, que harían mis padres al respecto, sabia que Edward tenia suficiente poder, para desaparecer y yo con el, si el lo deseaba. Solo podía desear que todo saliera bien.

 

Pero que era en estos momentos para mi, ¿algo bien?, Si no podía dejar de pensar en que nunca mas vería a Edward, o mis padres.

 

Entonces me tocaba decidir entre mi familia o mi “amor”

 

Perfecto. Nunca me había imaginado en esta posición, me sentía como una chica de la televisión, dramáticamente tendría que decidir entre “el amor de mi vida” o mis padres.

 

Pero todos estos pensamientos se perdieron, cuando sentí que Edward se estaba moviendo, cuando voltee mi cabeza para verlo, este tenia la vista fija en el techo.  Sentí un cosquilleo de incomodidad en mi barriga, me sentía rara al no ver a Edward mirándome.

 

Nos quedamos así un rato mas, el observando el techo, y yo mirándolo, tratando de grabar lo mas posible su rostro en mi cabeza, pero por otro lado me preguntaba, que pensaba.

 

Pero cuando por fin volteo a verme, sus ojos denotaban tristeza, pero no odia saber porque, el no podría estar así por mi verdad, se suponía que yo era solo un “juguete sexual”

 

-Te llevare a casa de tus padres después del desayuno- Dijo mientras dirija su vista nuevamente al techo- Con todo lo que hiciste ayer, convencerías a cualquier.

 

No sabia realmente, el porque del sentimiento, que se acababa de formar en mi pecho, se sentía realmente mal, como si tuviera el corazón roto.

 

-Uhump- Fue lo único que pude decir, y al igual que Edward dirigí mi vista al techo.

 

No lo vería otra vez, tendría otra mujer, todos estos pensamientos llegaban a mi mente. La imagen de Edward besando a otra mujer, me hacia sentir realmente mal, con una esposa y un hijo, y el hecho de no verlo mas, no me importaba si lo viera con su novio con tal de verlo seria feliz.

 

Pero no seria como yo quería, esto seria imposible de que sucediera otra vez, pero mis pensamientos masoquistas no dejaban de llegar a mi mente.

 

Edward con otra mujer, con su esposa, con un hijo, Enamorado de otra, Olvidándose de mí.

 

Todo esto izo, que mis ojos empezaran a arderme. Así que rápidamente me levante de la cama y corrí al baño.

 

-Bella qu..- Fue lo último que pude escuchar de Edward.

 

Cuando cerré la puerta, me deje caer al lado de esta, esta vez las lágrimas eran imparables, y no sabía porque lloraba.

 

La imagen de Edward con otra mujer, me partía el corazón, ¿pero porque? Me había enamorado de Edward Cullen?

 

Parecía que si, y por más que quisiera estar a su lado, nunca podría, mi deber era estar con mis padres, y crecer al lado de alguien con quien de verdad pudiera estar.

 

Pero porque era tan doloroso, porque el saber que su mirada nunca estaría fija en mí nuevamente, que sus labios no me besarían más, que sus abrazos serian para otra.

 

Talvez iría con Taya, ella de verdad que debía ser el tipo de mujer para Edward, a ella podría llevarla con el a sus fiestas de sociedad, o importantes reuniones de trabajo.

 

Pero yo simplemente no, yo era solo una niña insignificante, que nunca podría estar con el, más allá de las paredes de esta casa.

 

Estuve en el piso llorando un buen rato, imágenes y mas imágenes se formaban en mi cabeza, de Edward con su esposa, o cualquier otra mujer, en su cama, la cama que tantas veces compartí con el.

 

Pero ya, debía de dejar de llorar, yo una niña de 14 años, llorando por un hombre que me llevaba 10 años, exactamente.

 

Poco a poco aun con el rastro de lagrimas en mi ojos, me levante para dirigirme al espejo. En este me mire mis ojos, rojo intenso de tanto llorar, mi cabello, hecho un desatare, y un detalle del cual no me había dado cuenta, la camisa de Edward estaba puesta sobre mi.

 

Todo me olía  el, porque tenia que ser tan masoquista y seguir pensando en el, porque simplemente no podía sacarlo de mi cabeza, como una adolescente normal, sacaría a su secuestrador.

 

Trate de quitar, las manchas rojas en el área de las ojeras de mis ojos, productos del llanto, pero fue imposible, aun seguía ahí. Genial, Edward vera que estaba llorando, y lo mas seguro es que me iba a preguntar porque, y simplemente no podía decirle que era porque no quería separarme del.

 

Estuve un momento tratando de quitar esas enormes manchas, pero nada funcionaba, pero pare, cuando la voz de Edward, me llamo.

 

-Bella, sal por favor, necesito el baño- Dijo secamente.

 

Esta oración izo que mi corazón se rompiera mas, su indiferencia me estaba matando, preferiría mucho mas que me gritara, que me hiera suya, hasta que me pegara, pero simplemente nada, era como si ya se hubiera artado de mi, o ya no servia como un juguete.

 

Lentamente me dirigí a la puerta, cuando la abrí, mire a Edward, pero este tenia su vista fija en algún punto tras de mi, este izo que mis ojos ardieran lentamente, pero no le daría el placer de verme llorar. Vi que iba a decir algo, pero lo corte cuando me moví rápidamente hacia la habitación, no permitiría que me siguiera lastimando.

 

Cuando llegue a la cama, escuche, la puerta del baño cerrarse con llave, y el sonido de la ducha.

 

Porque era así ahora, Edward hubiera dejado la puerta abierta para que yo pasara, no pero esta vez la cerro, hasta con seguro

 

Me deje caer en la cama, soltando un fuerte suspiro, necesitaba pensar, respirar, pero si lo hacia con mucha frecuencia me arrepentía, porque todo olía a el, las sabanas, las almohadas, hasta yo misma olía a el, necesitaba darme un baño que borrara todo rastro que Edward hubiera dejado en mi.

 

Pero como borraba el rastro de mi corazón, ya Bella, me dije a mi misma, necesitaba pensar en otras cosas, cosas que no dolieran.

 

Como mis padres, hoy los vería, Porque Edward te iba a dejar dijo la voz de mi cabeza.

 

Ya Bella, ya, piensa en otra cosa, mis amiga, Ángela, con quien se suponía que debía estar. Pero no, estas con Edward.

 

Estupida voz, todos mis pensamientos, no podían estar alrededor de Edward, era imposible.

 

Frustrada coloque una almohada sobre mi cara, y grite.

 

Pero antes de que pudiera si quiera darme cuenta, Edward ya estaba a mi lado.

 

-Bella que sucede- Dijo mientras, podía ver la preocupación en sus ojos. Un momento ¿Edward preocupado por mi?, JA, seria hermoso que fuera así.

 

Pero algo que no me había dado cuenta, es que Edward solo tenia una toalla, alrededor de su abdomen, me sonroje al verlo, y me dieron ganas de besarlo ahí mismo, pero no, debía ser fuerte.

 

Pero las gotas de agua que corrían por su cuerpo, se hacían tan tentadoras, que era capaz de saltarle encima ahora mismo, pero todo esto se fue al piso, cuando mi mirada se encontró con la de el, y este tenia una expresión de hostilidad, de molestia.

 

Tal vez se había molestado, porque había interrumpido su baño, por algo innecesario.

 

Acordándome de su pregunta, trate de pensar algo que pudiera decirle.

 

-Y..yo…yo me a..asuste..porque vi… algo, si algo que me asusto- Dije sin pensarlo.

 

Pude ver como Edward me miraba como tratando de ver si mentía,  y luego dirigió su mirada a todo el cuarto, pero al fin soltando un suspiro, volvió su mirada a mí, y pude ver que iba a decir algo.

 

-Después de que termine de ducharme, lo harás tú- Dijo mientras dirigía su mirada a otro lado- Luego podrás desayunar y después te llevare a tu casa.

 

Luego de decirme esto, se metió lentamente al baño, y yo volví a tumbarme en la cama, con mi vista fija en el techo, otra vez la indiferencia de Edward, tal vez estaba esperando que yo me fuera para traer a Taya.

 

Así sentí como nuevas lágrimas se deslizaban por mis mejillas, calientes, y gruesas gotas de agua, que por más que intentara pararla no podía.

 

Todo esto no hubiera pasado, si mi madre no me hubiera obligado a ir a estupida fiesta, Pero tienes mucho que agradecerle también, y esa estupida voz tenia razón, porque si no fuera por ella, nunca habría conocido a Edward.

 

Quería arrepentirme pero simplemente no podía, decir, que odiaba el hecho de estar aquí, y que odiaba a Edward por lo que me había hecho, no podía.

 

Así me quede, hasta que Edward volvió a entrar en la habitación.

 

 -Puedes ir ya a ducharte- Dijo mientras buscaba su ropa.

 

Sin responderle y sin mirarlo me dirigí al baño, y al igual que el cerré la puerta, con su respectivo seguro.

 

Me tome todo el tiempo del mundo, para desnudarme, aunque solo traía una camisa puesta, lentamente abrí el agua de la ducha, y poco a poco fui mojando cada parten de mi cuerpo, cuando estuve completamente mojada, deje que las lagrimas que estaba guardando desde hace un rato, salieran completamente.

 

La verdad no parecía que estuviera llorando, ya que mis lágrimas se unían con la caliente agua de la ducha. Solo quería llorar, sentía que mi cuerpo no tenia fuerza para enjabonarme, pero debía hacerlo, no podía dejarme decaer, por alguien a quien yo no le importaba en absoluto.

 

En mi mente solo quedaba la imagen, de sus hermosos ojos, color miel, tan profundos, ese color dorado que me estaba matando, y as estuve en la ducha durante un rato largo, dejando que las lagrimas se confundieran con el agua de la ducha.

 

Cuando ya sentí que mis dedos  estaban lo suficientemente arrugados, decidí salir.

 

Pero ay fuera de la ducha me di cuenta que no había traído mi ropa, Genial, dije mentalmente no tenia ganas de pedirle a Edward que me ayudara, ni volver a colocarme su camisa, impregnada de su olor.

 

Tome la toalla y la envolví alrededor de mi cuerpo, me quede un momento pensando lo que era mejor hacer, pero lo único que se me ocurría era ir a buscar yo la ropa.

 

Así que tome un gran suspiro, y me dirigí a la puerta, antes de abrirla, volví a suspirar, necesitaba tomar fuerzas.

 

Pero antes de seguir pensándolo mas, la abrí, Edward se encontraba sentada en la cama, observando un punto fijo en la pared.

 

Pero este al darse cuenta de mi presencia, se quedo observándome muy sorprendido, pero yo me obligue a no mirarlo, así como yo había sufrido, el también lo haría. Aunque no creía que le importase mucho.

 

Levante mi mentón orgullosamente, y camine directamente a la puerta, sin dirigirle si quiera una mirada a Edward, aunque podía sentir perfectamente su vista fija en mi o en mi cuerpo mas bien.

 

Cuando llegue a la puerta estaba a punto de abrirla cuando unas manos tomaron mi cintura obligándome a voltear.

 

Pero antes de si quiera poder pestañar mis labios, fueron tomados por los de Edward. Y yo misma le devolví el beso. Si esta era la ultima vez, la disfrutaría como nunca, dije en mi mente.

 

Así sentí como pronto, la toalla abandonaba mi cuerpo para irse a posar en el suelo, ahora solo quedaba mi desnudo cuerpo, y el de Edward que se pegaba cada vez más al mió.

 

Cuando sentí que mis pies, dejaron de tocar el suelo, me di cuenta que nos dirigíamos a la cama.

 

En esta Edward se coloco sobre mí, con mucho cuidado apoyándose en sus codos, para que yo no tuviera que aguantar su peso.

 

Pronto seguimos con nuestro beso, mientras Edward besaba mi cuello, yo me encargaba de desabrochar su camisa, tarea que la realice en pocos minutos, así el siguió besando mi cuello, mis pechos, mi abdomen, mi vientre, y con cada uno de estos veía una increíble sensación de satisfacción y deseo.

 

Y ese deseo era perfectamente visible en los ojos de Edward en estos momentos, cuando nuestros labios volvieron a encontrarse esto no duro mucho, ya que Edward se movió para morder levemente el lóbulo de mi oreja, y morder todas las partes de mi cuerpo posible.

 

Mientras esto pasaba, así como antes yo me encargaba de dejar a Edward completamente desnudo, algo que logre en menos de lo esperado.

 

Y así el cambio de posición, el completamente acostado y yo sobre el, nuestros cuerpos perfectamente sincronizados empezaron a moverse, era como si estuviéramos hecho uno para el otro simplemente,

 

Nuestros gemidos, eran excitantes, tanto que me incitaban a moverme más, quería que Edward se acordara de mí por siempre y este seria mi recuerdo.

 

 Los labios de Edward besaban los míos, cada segundo que podía, y cuando su boca no estaba en la mía, estaba entre mis pechos, y besando cualquier parte de mi cuerpo, pero no era solo eso, si no que me otorgaba suaves mordeduras, y a la vez sentía como lamía mis pezones.

 

Y con cada beso, fuimos subiendo de intensidad, con movimientos cada vez mas rápidos, pero antes de llegar al clímax, Edward cambiaba de poción, esto me molestaba pero a la vez me hacia desearlo mas.

 

Tenia la leve impresión de que lo hacia para alargar mas el momento.

 

Este vez nos encontrábamos ambos sentados en la cama, yo sobre el y dentro de el también, cuando nos posicionamos así, nuestros labios estuvieron en contacto por mas tiempo.

 

Luego de esto, sentí como Edward me colocaba sobre el nuevamente, y empezábamos a movernos rápidamente como antes.

 

-Bella- Dijo mientras me besaba.

 

-Edward- Dije entrecortadamente por cada movimiento.

 

Y al parecer este izo caso a mis deseos, ya que nuestros movimientos se intensificaron mucho más.

 

 Pronto cuando llegamos al clímax, un último gemido escapo de mis labios,  y así caí rendida en el pecho de Edward.

 

Me sentía realmente bien, aunque sabia que después me arrepentiría demasiado, por haber tenido a Edward una vez mas, pero esta vez deseaba de corazón poder guardar su aroma en mi mente, sus expresiones y todo absolutamente todo, en estos momentos no me importaba el mañana, o mis padres, nada.

  

Después de un rato, que pudimos controlar nuestras respiraciones, escuche como Edward hablaba.

 

-Tienes que vestirte Bella- Dijo mientras sentía como trataba de levantarme de sobre el- Tus padre te esperan.

 

Cuando sentí, su empuje me sentí realmente, mal, me sentía rechazada. Nuevamente fuiste usada, dijo mi subconsciente, y sentí como si tuviera la razón. Con todo esto sentí como las lágrimas hacían competencia por ver cual saldría primero de mis ojos.

 

Pero antes de derramar alguna, Salí caminando lo más rápido que pude al cuarto rosa, para vestirme. Necesitaba salir de ahí lo más pronto posible, olvidarme de Edward, no quería saber más de el, necesitaba sacarlo de mi mente.

 

Ya en el cuarto, no tuve ni la menor idea de lo que me coloque, solo que quería irme. Así que Salí de la habitación, rogando que Edward estuviera listo. Y si que lo estaba, el se encontraba en la puerta principal.

 

Sin mirarlo, pase por su lado, y me fui directamente al auto, pronto sentí como Edward se metía dentro del auto también, y así empezamos la marcha.

 

En el camino estuvimos en silencio, no quería romperlo, solo quería llegar a mi casa, e irme a mi cuarto a llorar.

 

Y cuando me di cuenta, de que estábamos por llegar, me puse a pensar como seria nuestra despedida.

 

Como se despedía una persona, de alguien que había sido violento, sádico, y todo lo imaginable posible.

 

Pero ya no tendría que pensar, mas en eso. Cuando observe que nos deteníamos en la esquina para cruzar, dirigí mí vista a Edward, tendría que mover un poco más el auto.

  

-Ya se que no vives aquí, pero no quiero que tus padres me vean. Tendrás que caminar- Dijo sin mirarme.

 

Nuevamente su indiferencia, sentí otra vez como mis ojos ardían. Pero no debía llorar, no aquí.

 

Cuando me dispuse a abrir la puerta del auto, oí la voz de Edward-

 

-Adiós Bella- Y eso fue lo último que oí, antes de que el auto de Edward desapareciera por la calle.

 

Se fue, y tal vez había perdido a mi amor…

 

Capítulo 13: Convenciendote Capítulo 15: Edward POV Recuerdos

 
14435317 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10754 usuarios