Escuche el sonido de mi despertador  anunciando las 7 a.m. Estaba agotada no había podido dormir en toda a noche pensando que tal seria esa dichosa fiesta, he inventado planes para no asistir, pero todos planes pasaban al olvido cada vez que recordaba como me veía con ese hermoso vestido que colgaba en la silla de mi escritorio.

Me levante lentamente, fui hasta el baño, me cepille y me di un corto baño, cuando baje me di cuenta de que mi mama ni mi papa se encontraban, pero antes de que pudiera  decir algo vi. Un pequeño papel que esta pegado al refrigerador con un imán, me acerque para leerlo, era de mama:

“Bella tu padre y yo hemos salido hacer unas compras, y me pasare por el salón de belleza, quiero arreglarme el cabello”

PD: Cariño no te deje el desayuno en el microondas”

La verdad que me sorprendía mi mama no era de esas clases de mujeres que van a un salón de bellaza, supuse que lucir muy bien hoy, por que según me dijo en la fiesta el “Sr. Cullen”  quería conocer a la familia de sus empleados, aunque yo sabia perfectamente que era una clase de fiesta de despedida para todo el personal del cual el se aburría. Así que decidí que esta noche me comportaría perfectamente no quería que mi papa perdiera su trabajo por mi culpa, tratando de alejar esos pensamiento,  fui hasta donde se encontraba mi desayuno y lo tome, pero estaba frió, así que decidí mejor comer algo de cereal.

Pase la tarde viendo algo de Televisión, aunque después de un rato me aburrí y decidí leer algo, Cumbres Borrascosas, amaba tanto ese libro no podría vivir sin el.

-Bella cariño ya llegamos-Grito mi mama

¿Que? ¿Ya llegaron? Se me había pasado todo el rato leyendo, mire el reloj de la pared y me sorprendí al ver que eran las 6:30.

-Bella que haces así todavía-Me regaño mi madre.

-Si mama ya voy- Corrí hasta las escaleras, y antes de subir- Por cierto mama, te ves Hermosa- le dije sonriendo.

-Jajaja gracias cariño-Y se fue hacia la cocina.

Subí las escaleras saltando, no sabia por que me había emocionado tanto, trate de no prestarle atención a ese pensamiento y me metí a bañar, deje que el agua corriera por mi cuerpo, tibia me relajaba mucho.

-¡Isabella Swan apúrate!, que tanto haces- Podía oír a mi mama gritando

Con lentitud Salí de la ducha, fui hasta mi cuarto, donde comencé a vestirme, frente al espejo de mi armario, ya lista mi que el vestido en realidad me quedaba muy bien, me coloque mis zapatillas negras, Mi cabello con mis ondas me llegaba hasta la cintura y había decidido usar mi pollina de lado, delinee un poco mis ojos, y me coloque un poco de brillo labial. Me mire por ultima vez en el espejo y me veía bien así que baje.

En el pie de la escalera estaba mi papa esperándome.

-¡Bella! Por fin bajas- Dijo girándose para verme. Pude ver como abría su boca formando una O completa, Solo pude reírme mentalmente.-Cariño estas hermosa-

-Gracias papa- Dije algo sonrosada, no estaba acostumbrada a ese tipo de comentario por parte de Charlie.

Mi papa lucia un pantalón beige, con una camisa blanca, en realidad se veía muy bien y mas joven, por otro lado mi mama traía puesto un vestido negro que le llegaba 4dedos debajo de su rodilla, se veían encantadores.

Me adentre en el auto y partimos, hacia el hotel donde se celebraría la reunión, unos 20 minutos después llegamos. Toda la entrada estaba llena de fotógrafos, paparazzis, y personas en hermosos carros, mi padre estaciono, mi madre se retocaba en el espejo, yo aproveche y me baje de una vez, como unos 5 minutos después mi madre salio del carro, nos dirigimos a la entrada principal, donde mis padres se detuvieron un momento para ser fotografiados, yo por otro lado preferí entrar de una vez.

Había una gran alfombra, que te guiaba hasta el salón, entre y me sorprendí. El salón era espectacular, extremadamente grande, la música sonaba a todo volumen pude ver al dj montado en la tarima, la verdad es que me hubiera arrepentido si no hubiera asistido era precioso todo esto, parecía de un cuento de hadas. Aunque claro toda las personas de aquí era lo que dañaba el paisaje, por ejemplo las mujeres, todas iguales a la chica de la tienda donde compre mi vestido, y los hombres creyéndose reyes del mundo, si claro.

-Bella, por que te fuiste así-Pregunto mi madre llegando un poco histérica a mi lado.

-Lo siento mama, sabes que no me gusta nada de eso- Conteste sonriéndole.

-Jmmm- Dijo mirándome con cara de reproche

-¿Y papa?- Pregunte al darme cuenta de que no había llegado con mama.

-Esta saludando a su jefe- Respondió mientras buscaba a alguien con la mirada. Supuse que buscaba a mi padre y a su jefe.

-¡Ay!- Grito mi madre

-¿Te sucede ago mama?- Pregunte algo apenada y preocupada por su grito.

-Ya vi a tu padre, vamos-Me tomo de la mano antes de darme cuenta. En el camino pude darme cuenta de que muchos hombres tenían su mirada clavada en mí, podía ver deseo y lujuria en sus ojos.

Me asuste un poco ya que la mayoría eran hombres mayores, me daba algo de asco pero por otro lado me hacia sentir bonita.

-Buenas noches- Interrumpió mi mama la conversación de Charlie y el que supuse que era el Sr. Cullen.

Me quede petrificada cuando logre verlo bien, era tan perfecto, su cabello, sus ojos, sus labios, parecía el propio adonis, era imposible creer que alguien pudiera ser tan hermoso.

-Buenas noches- Respondió el mirándome.

-Oh, Sr.Cullen le presento a mi esposa Renne y a mi pequeña hija Bella- Dijo mi padre señalándome. El jefe de mi padre me observo por un momento y hasta pude ver que en su cara se formaba una sonrisa algo extraña, izo que me dieran calosfríos.

-Oh, vamos Charlie ya te dije que me llamaras Edward, Y es para mi un placer conocerlas-Dijo besando la mano de mi mama, y cuando tomo mi mano note que  dio un apretón. No retire la mano por no ser descortés, pero sentía que debía alejarme de el.

-Bueno Edward, nosotros nos retiramos a nuestra mesa, ya la cena va a comenzar- Dijo mi padre dando la vuelta.

-¡NO!-Grito Edward, la verdad es que me asuste un poco- Coman con nosotros- Dijo señalando hacia la mesa principal.

-Oh Edward muchas gracias pero la verdad es que no queremos molestar- Dijo mi padre algo extrañado. Supuse que su jefe nunca era así.

-No es ninguna molestia, venga por aquí- Se izo un lado para que mis padre pasaran, cuando yo pase pude sentir como colocaba su mano en mi cintura, trate de alejarme pero me apretó mucho mas fuerte, tanto que sentí que me dolía. Lo único que pude hacer fue seguir caminando. Sabía que no podía decir o hacer algo por que mi padre podía perder su empleo. Sin prestar atención a la mano del extraño que se aferraba a mi cintura seguí hasta la mesa. Cuando llegue note que mis padres no sabían donde podían sentarse.

-Tomen asiento donde quieran- Dijo Edward- Por cierto les presento a mi familia- Esme, mi madre-señalo a una mujer que se veía muy humilde y cariñosa- Carlisle, mi padre- Un hombre guapo, que se veía muy listo- Emmett, mi hermano- Ese si era grande, aunque parecia un gran oso- Rosalie, la novia de Emmett-Señalo a la mujer mas hermosa que yo allá visto en mi vida- Alice, mi hermana- Ella si que parecía un duende, su cabello caía en unto en todas direcciones- Y Jasper, el novio de Alice- Señalo a un hombre que se mantenía rígido en la mesa, parecia un león.

Todos respondieron un: “Mucho gusto, Un placer, Buenas noches, Bienvenidos”

Vi como mi madre iba a sentarse a un lado de la llamada Esme, en cambio mi padre se sentó junto a el Sr.Carlisle, a mi por otro lado Edward me ofreció sentarme a su lado, pero antes de poder negarme, sentí como su brazo tomaba el mió con mucha fuerza y me sentaba en la mesa.

Algo incomoda espere que empezara la cena, Edward se levanto un momento fue hasta la tarima, dijo algunas palabras de bienvenida y regreso a la mesa en eso todo en mundo empezó a comer, yo por mi parte no tenia mucha hambre así que lo único que ice fue picotear un poco de plato.

Hasta que pude sentir como debajo de la mesa una mano tocaba mi pierna y la acariciaba, por inercia voltee a ver a Edward, este me miraba con una sonrisa demasiado sádica en su rostro, molesta quite mi pierna, vi como la expresión de este cambia a una de molestia, sentía de nuevo como tomaba mi pierna esta vez con algo o mucho mas de fuerza, tanto así que no podía moverla.

-Permiso, Vuelvo en seguida- Sentí como la mano de Edward me apretaba antes de soltarme, me levante y fui hasta el baño. Cuando llegue me recargue de la pared, pensando en lo que acaba de pasara hacia unos minutos, como deje que ese extraño me tocara nada mas por miedo a que mi padre se quedara sin empleo. Me mire en el espejo y me calme no iba a dejar que pasara de nuevo.

Salí del baño algo nerviosa, ya Bella basta, me decía mentalmente, pero me di cuanta de otra cosa había otra figura en ese solitario pasillo, tratando de adivinar quien era, me pare en seco cuando me di cuenta de quien era.

-Hola Bella- Dijo de nuevo con esa sonrisa sádica.