BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59308
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

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Capítulo 28: Posdata: Te quiero

Narra Alma

 

 

Por fin llegó viernes, Esther ya estaba en casa y con Embry. Menos mal que estaba bien. Jacob y yo pasamos menos tiempo juntos ya que yo en el instituto con tantos exámenes y trabajos, uf… Pero viernes ya era mejor…

Como todos los días fui a por Andrew, y ahora venía con nosotros María, que notaba algo raro entre ellos dos. Las clases muy bien…

La hora del almuerzo nos sentamos en la cafetería los tres.

-         Mañana a que hora tenemos que ir a la Push.- pregunto Andrew.

-         Pues si queréis venir a partir de las seis… yo estaré.

-         Vale, allí estaré lo más seguro que sobre las siete o antes, no se.

-         Pues si quieres pasó a por ti…- le dijo Andrew a María, esta se puso roja.

-         Vale…

Y entonces vi como se acercaba Paula y Iris. Las dos ultimas, eran Cristina y Aran no. Estas dos me caían más mal. Sobretodo Cristina.

-         Hola chicos.- dijo Iris.

-         Hola.- saludamos.

-         Esto... Alma mañana a que hora quieres que vayamos nosotras dos.

-         Vais a venir tu y Paula

-         Si, las otras dos, no quieren.

¡Si! Gritaba de alegría y emoción por dentro de mí misma.

-         Vale. Pues sobre las ocho o por ahí empieza la fiesta.

-         Estarán los chicos…- dijo Paula

-         Claro, por cierto para quien es el chico

-         Para esta.- dijo Iris señalando a Paula, esta se ponía roja.

Estallamos a risas.

-         Tranquila. Tengo un amigo de nuestra edad. Es mono.

-         ¿Si?

-         Si. Te lo presentaré.

-         Guay, gracias.- me agradeció.

-         Nada mujer… - sonó el timbre.- nos vamos.

Nos levantamos y nos fuimos a clases.

Pasó muy rápido el tiempo, era hora de irnos a casa.

Me despedí de mis amigos y fui dirección a mi casa. Por el camino como casi siempre, me encontré con Jacob. Al principio me daba susto pero ya me acostumbré.

-         Hola.- le saludé con un beso.

-         Cariño. ¿Cómo ha ido todo?- me preguntó casi llegando a casa.

-         Buff…, bien, estoy…reventada.

Estalló a risas y yo hice lo mismo.

No tardamos mucho en llegar.

Jacob se quedó a comer y por la tarde ya que no tenía nada que hacer por que todo ya estaba listo para mañana, vimos una película.

-         ¿Qué película quieres ver?- me preguntó.

-         Pues, no se… de miedo no, por favor.

-         Vale, ¿amor?

-         Si.

-         Posdata: te quiero.- me miró y fui a darle un beso.

-         Yo también te quiero.

Nos reímos entre dientes.

-         Yo también te quiero.

-         Tonta… yo también.

-         Oye chicos, nos vamos a casa de los abuelos.- dijo mi madre.

-         Vale mamá.- dije separándome de Jake.

-         Adiós.- se despidieron y se fueron.

-         Bueno, pongo la película.

Puso la película. La vimos y era casi de noche ya, y aun estábamos solos.

Nos sentamos en el sofá otra vez.

-         Oye… por casualidad no estaréis tramando nada…- le dije.

-         ¿Qué? Que va, enserio no…

-         Bueno… ningún susto, por favor.

-         Que no…

-         Sabes que

-         No.

-         ¿No? Que fuerte.- me tapé la boca.

-         Que pasa.

-         Te quiero.- empecé a reírme.

Me cogió la mano que me tapé en la boca y lo sustituyó por sus labios contra los míos.

Poco a poco fuimos acostándonos en el sofá, besándonos apasionadamente, el se puso encima mío.

Los besos eran feroces, y tan dulces a la vez. Un acto involuntario fue, quitarme la camiseta.

Jacob se paró un momento y me besó el cuello, hasta llegar a mis labios. Me metió mano un par de veces.

Entonces paró en seco.

-         ¿Qué pasa?- le pregunté.

-         Tus padres están apunto de llegar.

-         Ostia…

-         Ponte la camiseta.

Me puse la camiseta rápidamente. Puse la televisión para despistar un poco.

Luego Jake me sonrió y le devolví la sonrisa. Pocos segundos y entraron por la puerta mis padres. Procuré en no pensar que casi lo hicimos, por que mi padre me leía la mente, al igual que a Jake.

 

 

Narra Andrew

 

 

Por la tarde quedé con María para ir al centro comercial. Quedamos a las seis.

Fui a por ella y fuimos andando ya que no pillaba tan lejos.

-         Oye Andrew, gracias.

-         ¿Por?

-         Acompañarme, ayudarme. Gracias en todo.

-         ¿Todo?

-         Si. Por estar a mi lado siempre.

-         Para algo están los amigos ¿no?

-         Si.

Fuimos al centro comercial y entramos en una tienda de ropa interior femenina, me dio corte entrar.

-         Entra tú, te espero fuera.

-         No tengas vergüenza, hombre, venga entra.

Entramos y vio un pijama y un sujetador a conjunto con bragas y se lo compró.

-         Si te falta dinero, te ayudo eh.

-         No, tranquilo.

-         Vale.

Luego fuimos a varias tiendas de chicas.

-         Mira le compro esta camiseta, ya que es su color favorito el azul, y ya esta.

-         Vale.

Cuando terminamos de ahí nos fuimos a un bar.

-         Venga que te invito a algo.- le dije.

-         Gracias.

Nos sentamos y pedimos dos coca colas. Nos las trajeron al cabo de pocos minutos y empezamos a hablar.

-         Bueno y no se para no hablar siempre del instituto…- empezó

-         Si, que asco.

-         ¿Qué quieres estudiar? Uy, vaya eso también entra en los estudios…- dijo.

-         Tranquila… pues quiero estudiar fotografía, me encanta. ¿Y tú?

-         Pues si te digo que aun no lo tengo muy claro…

-         Es normal, pero ves pensando.

Nos reímos a lo bajo.

Tenía una sonrisa perfecta, era realmente guapísima.

-         Sabes que tienes una sonrisa preciosa…- le dije, dios se me escapó.

Se puso roja.

-         Lo siento…- le dije luego al ver que no contestaba.

-         No si tranquilo, además, gracias eres el primero que me lo dice.

-         Va, no me digas tu que no has tenido novio, en lo guapa que eres.

-         Vaya… creo que eres el primero ajajá, en decirme todo eso.

-         Pues no saben lo que se pierden los chicos, sería uno de los mas afortunados, tienes un encanto natural que me gusta… que gusta lo siento.- rectifiqué, no podía creer que estaba soltándole  así a lo ligero.

-         Oye… no entiendo por que me dices todo esto…

-         Yo tampoco…

Se me acercó más y me puse nervioso, la tenía a escasos centímetros de mí.

-         María, yo…

Bajó la mirada.

-         No se como decírtelo, pero… creo que me gustas.- nos quedamos en silencio.

Pero rompió el silencio el camarero que nos trajo la cuenta, la pagué.

Nos levantamos y fui acompañarla a su casa, la había cagado bien cagada, sabía que mejor estar calladito.

Casi llegando decidí hablar. Ser valiente.

-         María, lo siento por lo que he dicho, si te a molestado…

-         Andrew…yo…

Llegamos a su casa, a la puerta.

-         Bueno buenas noches. Y ya nos vemos mañana, si quieres…- me di la vuelta dispuesto a marcharme, pero algo me detuvo.

Fueron sus manos aferradas a las mías.

-         Espera.

Me giré y entonces volvió hablar.

-         Andrew…  yo siento lo mismo… no quería decírtelo. Pero es que no puedo evitarlo, yo... yo te quiero…- lo último lo dijo más bajo casi susurrando.

Nuestras manos aun juntas, me acerqué más a ella, acto involuntario.

Y le susurré al oído un <<Te quiero>> y le di un beso apasionado, nos fundimos en un beso los dos. No quería que este mi primer beso se terminase, era lo más maravilloso del mundo. Estar con María.

Nos separamos y le dije la frase que siempre había soñado desde pequeño en poder decírselo a la chica que quería.

-         ¿Quieres ser mi novia?

-         Claro.- después de la respuesta me dio un beso, este fue más corto.

-         Me tengo que ir, pero mañana paso a buscarte.

-         Si. Buenas noches.

-         Te quiero.

Y me fui a mi casa a dormir. 

Capítulo 27: Beso reconciliación Capítulo 29: Inolvidable

 


 


 
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